Una Mujer está Sola
Una mujer está sola. Sola con su estatura.
Con los ojos abiertos. Con los brazos abiertos.
Con el corazón abierto como un silencio ancho.
Espera en la desesperada y desesperante noche
sin perder la esperanza.
Piensa que está en el bajel almirante
con la luz más triste de la creación
Ya izó velas y se dejó llevar por el viento del Norte
con la figura acelerada ante los ojos del amor.
Una mujer está sola. Sujetando con sus sueños sus sueños,
los sueños que le restan y todo el cielo de Antillas.
Seria y callada frente al mundo que es una piedra humana,
móvil, a la deriva, perdido el sentido
de la palabra propia, de su palabra inútil.
Una mujer está sola. Piensa que ahora todo es nada
y nadie dice nada de la fiesta o el luto
de la sangre que salta, de la sangre que corre,
de la sangre que gesta o muere en la muerte.
Nadie se adelanta ofreciéndole un traje
para vestir una voz que desnuda solloza deletreándose.
Una mujer está sola. Siente, y su verdad se ahoga
en pensamientos que traducen lo hermoso de la rosa,
de la estrella, del amor, del hombre y de Dios.
Víspera del Sueño
Tierra se hará silencio,
risa no harán los hombre para que me hagan eterna,
llanto no harán las piedras para que me hagan arena.
Mi sangre se ha herido y se parece al fuego,
abísmate en olvido, sueño alma tu sueño,
la luz es solo sombra,
es víspera del sueño.
Nieve se irá al cielo y vestirá la luna,
se talarán los bosques para que la desnuden.
sabrá a dulzura la raíz de la hierba.
Amor:
los ojos de la luz quemarán sus pestañas;
te soñaré a mi lado,
en víspera del sueño.
Mundos de pies cansados,
descansarán. La sed de los recuerdos
tendrá lluvia de olvido.
Mi lecho se hará muelle sobre los cardos agrios;
soñaré con espigas,
es víspera del sueño.
Bocas querrán hablar
y no tendrán palabras.
Las piedras tendrán lenguas,
la arruga de la arena será tapiz de algas;
los mares serán mármoles;
soñaré en sus costales,
en vísperas del sueño.
El Tiempo
desde el cuerpo del Sol
con temblor de ceniza
ha reído a los hombres.
Cielos, mares, tierras.
Nacer, vivir y morir.
Los astros tienen sueño,
soñaré con los astros:
es víspera del sueño.
De la Ausencia Tuya
Ausencia tuya nunca ha estado sola:
tu recuerdo es el pasaporte de mis viajes.
si tu ausencia fuera la ausencia de los otros,
y te presintiera como estrella lejana, vacilante,
entonces, no sería tu ausencia la ausencia,
sería el dolor de la muerte.
Tu palabra fué más que una palabra
y te hice ídolo en mi templo en llamas,
donde estaremos hasta siempre... la muerte!
Si tu ausencia no se hubiera eternizado,
como una luz o una sombra,
yo no estaría ausente.
En un continuo viaje iría hacia tí,
persiguiendo tu presencia.
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