Unas silabas
son suficientes para sembrarlas en el vientre
Tierno de esta espiga mínima
dentro de la sombra
de este caracol
Si
Son huecos vacíos de perfumes
que entretejen aquellos recuerdos
que una vez llevábamos en nuestro paraguas
O tal vez, letras inanimadas que afeitaron sus
acentos para
no comunicar rencores ni pasiones bajo barrotes
de estigmas
Esta carta
envejecida por el viejo dominio del lenguaje
no es quizás, entendible ni por ti ni por los demás
sepultureros de raíces y lagrimas alimentarías de
otoños ortográficos
Sabes
estas letras agonizantes, son para ti
Con la finalidad de que limpies el amarillento polvo
que adorna su cutis
Y luego mi amor
Pintar tus labios con los rayos solares quemante de mi
adolorida voz
secuestrado ahí en el monologo que te envío
en esta misiva sin
fecha ni holocausto de amor……
no pondré mi nombre en el remitente, para saber
si tu recuerdas las iniciales del desierto
Y
para sacar de tu alma impresa en mi rostro
la ausencia de estos párrafos
Epitafios de un olvido
enredado en huellas de gaviotas
Surcadoras de madrigales
Te escribo este soliloquio
Con la intención de que siembre en tus sueños
Algas marinas
Y de que entiendas que debajo del sudor
en aquellos tibios besos y versos
Hay una golondrina volando hasta llegar a tu corazón
de encendido junco
En cuyo vientre en espera
se aposenta el ocaso
de este Ayer………………
Esta carta es para ti poblada de tu ayer..
Autor:
Ramón Danilo Correa
¨ Esta epístola fue concebida
en una rejuvenecida tarde
de invierno, de un siglo cualquiera……
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