FUENTE: http://vigilanteinformativo.com
Es un espacio, cuya difusion de trabajos culturales, pero con una especial focalizacion en el marco de la poetica, como instrumento de educacion y fortalecimiento a la formacion politica, social y romantica, como seres humanos que convivimos en espacios compartdidos de dolores y preocupaciones en el desarrollo de la humanidad, sobretodo en el concepto de pais, acampado en el rostro historico de los esfuerzos por levantarnos y volver a caminar en el crisol de la libertad.Republica Dominicana
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lunes, 20 de abril de 2015
martes, 14 de abril de 2015
AIRE DURANDO
¿Quién ha matado este hombre
que su voz no está enterrada?
Hay muertos que van subiendo
cuanto más su ataúd baja...
Este sudor ... ¿Por quién muere?
¿Por qué cosa muere un pobre?
¿Quién ha matado estas manos?
¡No cabe en la muerte un hombre!
Hay muertos que van subiendo
Cuanto más su ataúd baja...
¿Quién acostó su estatura
que su voz está parada?
Hay muertos como raíces
que hundidas... dan fruto al ala.
¿Quién ha matado estas manos,
este sudor, esta cara?
Hay muertos que van subiendo
cuanto más su ataúd baja...
Autor:
Manuel del Cabral
ODA PARA OTRO IDIOMA
Hombre que hablas inglés,
tu sonrisa
viene cuando hace ratos que han llegado
tus pies.
Hombre que estás callado no callando,
dímelo, tú, no hablando:
¿Con qué metal acuñas
este brillo que hoy juega en tu sonrisa:
la que nos llega tarde, más tarde que tus uñas?
Pero aún en la espuma de tu sonrisa hay olas,
hay un pez educado que a su hora es cuchilla.
La geografía misma no quiere ser sencilla,
y parece que a ratos hasta piensa tu roca:
¡no ves que ante el Caribe, como si nos buscara,
la Florida es un diente que le crece a tu boca!
Pero no, que no es
el cocotero simple que gotea su coco
lo más duro que ves:
si la isla que tiembla en este poco
de sudor de pupila, se le rueda a los negros,
con esa gota lavan algo más que la piel...
Esto el aire lo sabe, mientras tanto
el ron escribe equis con tus pies de turista,
y la isla, la isla, me la pisa tu vista.
Se ve que por aquí,
tú vienes blanco, pero tus negocios...
como la piel de Haití.
Mas ya pisando el blanco silencio del mulato,
con sus ruidos redondos ... tu barato
volumen anatómico pasa fragante a pipa,
y así, sobando perlas para cuidar tus tripas,
llegas oliendo a superficie cuando,
el hombre es por aquí
duro por fuera, mas por dentro, blando:
es como el coco que lo parten y...
para aquel que lo pica,
le da blancas entrañas, como cuando sufriendo
se parte en dos la cara, riendo la Martinica.
Sí, esto también lo sé, sí,
cubriendo el horizonte sólo veo
tu corpulento instinto de civil jabalí.
Y también todavía mi casa es grande, pero...
siento ahora que pesan, más que ayer, tus zapatos.
A fuerza de tu sombra, se hace el sol más mulato,
Del tamaño del mapa se te ponen los pies.
Es que de pronto suelta tu sonoro amarillo
un huracán que viene del bolsillo,
huracán que a la vez
juega con las Antillas,
y como la sotana cuando pasa,
pone de rodillas
los de casa...
Ya ves,
hombre que hablas inglés.
Tu sonrisa
viene cuando hace ratos que han llegado tus manos
y tus pies...
Autor:
Manuel del Cabral
NI UN PASO ATRÁS
Árbol de luna que obedece al clima
un sistema de nocturnidad,
no permitas que el murciélago te oprima.
Ni un paso atrás.
No permitas que el largo regimiento
de los años de crimen pertinaz,
te toque el hombro con el pensamiento.
Ni un paso atrás.
Que la alta flor que de tus ramas brota
en este chapuzón de libertad,
no pierda en miel ni la más breve gota.
Ni un paso atrás.
Ni un paso atrás, soldados y civiles
hermanados de pronto en la verdad.
La vida es una sobre los fusiles,
que no hay trincheras para los reptiles,
de malos nuestros a extranjeros viles.
Ni un paso atrás.
La libertad como un antiguo espejo
roto en la luz, se multiplica más,
y cada vez que un trozo da un reflejo
el tiempo nuevo le repite al viejo:
Ni un paso atrás.
Ni un paso atrás, ni un paso atrás,
ni un paso de retorno al ayer, ni la mitad
de un paso en el sentido del ocaso,
ni un paso atrás.
Que en la lucha del pueblo se confirme,
-sangre y sudor- la nacionalidad.
Y pecho al plomo y la conciencia en firme.
Y en cada corazón… ni un paso atrás.
Autor:
Don Pedro Mir
Breve memoria del intelectual dominicano, Manuel Rueda
Manuel Rueda nació el 27 de agosto de 1921en
Montecristi, República Dominicana. Pianista, poeta, autor de obras de teatro.
Un escritor de gran capacidad intelectual en un país donde predominaba la
mediocridad, la envidia y la pobreza cultural.
Estudió música de música en el conservatorio de Santiago de Chile. Vivió en Chile por catorce años. En Chile, en 1945, obtuvo el premio “Orrego Carballo” otorgado por el conservatorio de Chile, y en Chile, también, se publicaron sus primeros poemas, en el 1949, en la revista Atenea, revista de la Universidad de Concepción.
Fue un integrante tardío de La poesía sorprendida, y creador del Pluralismo.
Era miembro de la Academia Dominicana de la Lengua, y director del suplemento cultural «Isla abierta» del periódico Hoy, y director del Conservatorio Nacional de Música.
En seis ocasiones ganó el Premio Anual de Literatura, tres en poesía, dos en teatro y una narrativa. También obtuvo, en 1994, el Premio Nacional de Literatura.
Entre sus obras literarias están La noches (1949 y 1953), Tríptico(1949), La criatura terrestre (1963) y Vacaciones en el cielo. Entre sus obras teatrales, La trinitaria blanca (1957), El Rey Clinejas (1979) yRelato de la Pasión y muerte de Juana Loca (Premio Teatral «Tirso de Molina», 1995). Como compositor, su obra más importante es, quizás, El cancionero litúrgico dominicano, la cual compuso en colaboración con el Obispado de Santiago de los Caballeros, en la República Dominicana.
Obras:
POESÍA:
Las noches (1949 y 1953)
Tríptico (1949)
La criatura terrestre (1963)
Por los mares de la dama (1976)
Las edades del viento (1979)
Congregación del cuerpo único (1989)
Las metamorfosis de Makandal (1998)
TEATRO:
La trinitaria blanca (1957)
Teatro (1968)
El Rey Clinejas (1979)
Retablo de la pasión y muerte de Juana la Loca (1996)
CUENTOS:
Papeles de Sara y otros relatos (1985)
RECOPILACION:
Adivinanzas dominicanas (1968)
Antología panorámica de la poesía dominicana contemporánea 1912-1962 (en colaboración con Lupo Hernández Rueda, Tomo I, 1972)
Dos siglos de literatura dominicana (s. XIX y XX). Poesía y prosa (En colaboración con José Alcántara Almánzar) (1996)
ENSAYOS:
Conocimiento y poesía en el folklore (1971)
De tierra morena vengo (en colaboración con el escritor Ramón Francisco, el fotógrafo Wilfredo García y el pintor Ramón Oviedo, 1987).
Estudió música de música en el conservatorio de Santiago de Chile. Vivió en Chile por catorce años. En Chile, en 1945, obtuvo el premio “Orrego Carballo” otorgado por el conservatorio de Chile, y en Chile, también, se publicaron sus primeros poemas, en el 1949, en la revista Atenea, revista de la Universidad de Concepción.
Fue un integrante tardío de La poesía sorprendida, y creador del Pluralismo.
Era miembro de la Academia Dominicana de la Lengua, y director del suplemento cultural «Isla abierta» del periódico Hoy, y director del Conservatorio Nacional de Música.
En seis ocasiones ganó el Premio Anual de Literatura, tres en poesía, dos en teatro y una narrativa. También obtuvo, en 1994, el Premio Nacional de Literatura.
Entre sus obras literarias están La noches (1949 y 1953), Tríptico(1949), La criatura terrestre (1963) y Vacaciones en el cielo. Entre sus obras teatrales, La trinitaria blanca (1957), El Rey Clinejas (1979) yRelato de la Pasión y muerte de Juana Loca (Premio Teatral «Tirso de Molina», 1995). Como compositor, su obra más importante es, quizás, El cancionero litúrgico dominicano, la cual compuso en colaboración con el Obispado de Santiago de los Caballeros, en la República Dominicana.
Obras:
POESÍA:
Las noches (1949 y 1953)
Tríptico (1949)
La criatura terrestre (1963)
Por los mares de la dama (1976)
Las edades del viento (1979)
Congregación del cuerpo único (1989)
Las metamorfosis de Makandal (1998)
TEATRO:
La trinitaria blanca (1957)
Teatro (1968)
El Rey Clinejas (1979)
Retablo de la pasión y muerte de Juana la Loca (1996)
CUENTOS:
Papeles de Sara y otros relatos (1985)
RECOPILACION:
Adivinanzas dominicanas (1968)
Antología panorámica de la poesía dominicana contemporánea 1912-1962 (en colaboración con Lupo Hernández Rueda, Tomo I, 1972)
Dos siglos de literatura dominicana (s. XIX y XX). Poesía y prosa (En colaboración con José Alcántara Almánzar) (1996)
ENSAYOS:
Conocimiento y poesía en el folklore (1971)
De tierra morena vengo (en colaboración con el escritor Ramón Francisco, el fotógrafo Wilfredo García y el pintor Ramón Oviedo, 1987).
Canto a Santo Domingo vertical
Ciudad que ha sido armada para ganar la gloria,
Santo Domingo, digna fortaleza del alba,
Hoy moran en mi alma todas las alegrías
Al presenciar tus calles con movidas y claras,
El rostro erguido y bronca la voz de tu trinchera:
¡Yanqui, vuelve a tu casa!
Sé ara que engullirte como sardina rondan
Treinta y seis tiburones en tu ardiente ensenada,
Celosos de los hombres que construyen la vida
Y nunca se arrodillan en sus grandes batallas.
Y tú estarás de pie, diciendo al enemigo:
¡Yanqui, vuelve a tu casa!
El cinturón de fuego que tu vientre comprime
Puede volver cenizas la vastedad del mapa.
Pero quiere decirte, guardiana de mis sueños,
Que todos los infiernos y sus hombres se apagan
En el océano inmenso de los pueblos que gritan:
¡Yanqui, vuelve a tu casa!
Quiero que sepas hoy que temo más que nunca,
Corazón de la vida que prefiere la Patria.
Que a todos los amores sembrados en el mundo
Quito una flor y es poco para cantar tu hazaña.
¡Yanqui, vuelve a tu casa!
Tú estarás para siempre dibujada en mi pecho
De marinero en ruta tras la estrella del alba.
Tu voz será la música de mis noches de fiesta.
Y cuando en algún sitio la luna este apagada,
Desplegando mis velas repetiré contigo:
¡Yanqui, vuelve a tu casa!
¡Vuelve a tu casa yanqui! Santo Domingo tiene
más ganas de morirse que de verse a tus plantas.
Y si violas sus calles combatientes y puras
La tendrás en cenizas, pero nunca entregada.
En medio del silencio de la ciudad Hundida
Gritaran los escombros. Yanqui vuelve a tu casa!
Abelardo Vicioso
Versainograma a Santo Domingo
Perdonen si les digo unas locuras
En esta dulce tarde de febrero
Y si se va mi corazón cantando
Hacia Santo Domingo, compañeros.
Vamos a recordar lo que ha pasado allí
Desde que Don Cristóbal, el marinero
Puso los pies y descubrió la isla
Que mejor no la hubiese descubierto
Porque ha sufrido tanto desde entonces
Que parece que el diablo y no Jesús
Se entendió con Colón en ese aspecto
Esos conquistadores españoles
Que llegaron desde España, por supuesto
Buscando oro y lo buscaron tanto
Como si les sirviese de alimento
Enarbolando a Cristo con su cruz
Los garrotazos fueron argumentos tan poderosos
Que los indios vivos se convirtieron pronto
En dominicanos muertos
Aunque hace siglos de esta historia amarga
Por amarga y por vieja se las cuento
Porque las cosas no se aclaran nunca
Con el olvido ni con el silencio.
Y hay tanta inquietud sin comentario
En la América hirsuta que me dieron
Que si hasta los poetas nos callamos
No hablan los otros porque tienen miedo.
Ya se sabe en un día declaramos
La independencia azul de nuestros pueblos.
Una por una, América Latina
Se desgranó como un racimo negro
De nacionalidades diminutas
Con mucha flecha y con poco dinero.
Andamos con orgullo y sin zapatos
Y nos creemos todos caballeros.
Cuando tuvimos pantalones largos
Co escogimos pésimos gobiernos:
(rivalizamos mucho en este asunto,
Santo Domingo se sacó los premios).
En esta variedad un tanto triste
Tuvieron a Trujillo sempiterno
Que gracias a un balazo se enfermó
Después de cuarenta años de gobierno.
Podríamos decir de este Trujillo
(a juzgar por las cosas que sabemos)
Que fue el hombre más malo de este mundo
Si no existiera Jhonson, por supuesto.
Sabremos quien ha sido más malvado
Cuando los dos estén en el infierno.
Cuando murió Trujillo respiró
Aquella patria de tormentos
Y en una escalofrío de esperanzas
Subió la luna sobre el sufrimiento.
Corre por los caminos la noticia:
Santo Domingo sale del infierno
Por fin elige un presidente puro:
Juan Bosch que regresa del destierro
Pero no les conviene un hombre honrado
Ni a los gorilas ni a los usureros.
Decretaron un golpe en Nueva York:
Le echan abajo con cualquier pretexto.
Lo destierran con su constitución,
Instalan a cualquier sepulturero
En el tronco del mando y del castigo.
Y los verdugos vuelven a sus puestos
"La democracia representativa ha sido
restaurada en este pueblo"
Dijo El Mercurio en su "editorial"
Escrito en la Embajada que sabemos.
Pero esta vez las cosas no marcharon,
Y de modo interesado aunque severo
A norteamericanos y gorilas
Le salieron los tornillos en el queso,
Y con voz de fusibles en la calle
Salió a cantar el corazón del pueblo.
Santo Domingo con su pueblo armado
Sonó la inspiración de los violentos:
Tomó ciudades, campos y en el puente,
Con el pecho desnudo y descubierto,
Aplastó tanques, desafió cañones.
Y corría impetuoso como el viento
Hacia la libertad y la victoria
Cuando el texano Jhonson, el funesto
Con la sangre de muchos en las manos,
Hizo desembarcar los marineros.
Cuarenta y cinco mil hijos de perra,
Bajaron con sus armas y sus cuentos,
Con ametralladoras y cuchillos
Con objetivos claros y concretos:
"Poner en libertad a los ladrones,
Y a los demás hay que meterlos presos".
Y allí están disparando cada día
Contra dominicanos indefensos
Como en Vietnam el asesino es fuerte,
Pero a la larga vencerán los pueblos.
La moraleja de este cuento amargo
Se las voy a decir en un momento
(no se lo vayan a contar a nadie:
Soy pacifista por fuera y por dentro)
Ahí va:
Me gusta en Nueva York el yanqui vivo
Y sus lindas muchachas, por supuesto,
Pero en Santo Domingo y en Vietnam
Prefiero norteamericanos muertos.
Pablo Neruda
lunes, 13 de abril de 2015
Gigantes de la cordillera
Me dicen que sienten sus pasos,
llevan verde la esperanza y el
corazon desbordado,
dicen que un soplo de luz
alumbro la cordillera,
pasaron cual rayo raudo que
cae en la tierra.
Se sembraron en el monte
las rocas tienen su nombre,
se ven rios con su sangre,
dicen que en el camino
se oia la patria ,
y que de hecho los pinos
coloreaban cual bandera
pues de tres colores era la
senda que caminaron y en
ella habia un escudo ,
que rezaba cual soldado;
la muerte no importa
cuando se cumple con la vida.
Dicen que en las noches mas negras
resurge del monte un claro,
las figuras de hombres tan
grandes como titanes,
que recorren los caminos
sembrando resplandores
heroes que no conocen
el rostro de la derrota
y sonriendo victoriosos en
su gloriosa sepultura,
saben que esta , su Quisqueya,
domingo, 12 de abril de 2015
La tumba del Comandante, es la Patria
Recordemos, hoy
la República, bañada
en el polen
ensangrentado,
vertido en el trinar
de la
Cordillera Central
falda de
caracoles
Panteón Nacional,
donde descansan
los colores de la Patria
Tu coraje
comandante
convirtieron el funeral
de serpientes
en
orificios
de tumbas
horizontales
Coronel del tiempo
Francisco Alberto Caamaño
Deño
eres la imagen
y huellas
donde descansan
las campanas activas
donde la hoguera
libertaria incinero
la muerte
Francisco Alberto
hace 41 inviernos/en primavera,
de tu regreso a la vid
Ese 16 de Febrero, 1973
tu cobarde asesinato, no cupo
en el histórico informe
mitológico
militar fascista
tembló del fuego
la historia
en la tierra herida
y las gloriosas banderas
arroparon el trigo
donde
la República Dominicana
creció
con su pijama
madrugadora
En ti se levanto
el eco
las olas
el silencio
el crucifijo
con sus manos
atadas al fusil
emanando
consignas
lluviosa
entre
humos
y
caracoles
se levantaron
también
los faroles
citadinos
el pincel
los muertos
amordazados
de paz
y
sobre tus hombros
infantiles
silvestres gallos
agujereando la interminable
noche
Coronel Francisco Alberto
Caamaño
empalizada de Abril
y
Playa Caracoles
ni tu quepis
ni tu fusil
ni tu ejemplo
ni tu moral
ni tu ternura romántica
tampoco el sudor
de tu geografía
ni tu cuerpo
ni memorias
caben
en el paragua de sombras, Panteón
Nacional
(Museo de lámparas, confusas de luz)
Autor:
Lic. Ramón Danilo Correa
Miembro del Colegio Dominicano
De Periodistas. CDP
C3-155
15 de Febrero, 2014
Como homenaje, al Coronel Francisco Alberto Caamaño, héroe y mártir de
la República Dominicana. Asesinado luego de ser capturado por el
ejército fascista del gobierno encabezado por el presidente de entonces,
Joaquín Balaguer.
Caamaño, entro al país, con un grupo de jóvenes patriotas,
que sintieron el deber de frenar la violencia y el quebrantamiento
de los derechos humanos ejecutados por varios años, con el manto
democrático de un régimen, producto de fraudes electorales,1966-1978…
Nota:
Todos los derechos de este poema están protegidos por la Oficina
de autoría, de la República Dominicana
sábado, 4 de abril de 2015
sábado, 28 de marzo de 2015
Islas de Azúcar Amarga
islas? Cuando el huracán respira,
¡cómo tiemblan aquellas
pequeñitas Américas!
Islas: erizos de cañas,
de cañas tan ciegas que...
que en el filo que las hiere
ponen miel.
Llora diabético el árbol.
¡Como que el árbol también
ya sabe que endulza el filo
que habla inglés!
Hoy que la Tierra en la voz
ha crecido un poco más.
¡Alguien puso en las Antillas
tanta miel para su mal!
Juguetes de geografía
con que juega el Huracán...
Islas del Mar del Caribe:
no parece que fue Dios
quien las puso en ese Mar.
Hoy algo pasa en el aire.
Telegramas, y algo más.
(Por el aire de Manhattan
se ven las islas pasar).
Negrito que tiemblas triste,
tú desgranas el collar
de aquellas islas, tu boca
lo echa al viento en un cantar.
Un canto que cruza el agua,
un canto que cruza el mar,
y abre las puertas de carne
que no están de par en par.
Negrito remoto y blanco,
eres la tierra tal vez,
que sale a cantar su pena,
su pena por ser de miel.
Si con las manos que tienes
sembraste un millón de cañas:
¿De dónde te sale, di,
una canción tan amarga?
Mira tus islas de azúcar,
el mar les pone un anillo
para endulzar sus espumas,
pero les da cien caminos...
Cien caminos. Y tus islas
las echa al viento un cantar,
¡El mar les dio cien caminos
amargos com su sal!
Sube la tierra sus venas,
sangra el árbol, y algo más...
Islas de azúcar tan triste,
duele más tan dulce mal.
Juguetes de geografía
con que juega el Huracán...
Islas del Mar del Caribe:
no parece que fue Dios
quien la puso en ese Mar.
Negrito de las Antillas
que en el barrio nació ayer.
Llorando vino a la vida,
llorando se irá también.
Negrito remoto y blanco,
echa al viento tu cantar:
el que desgrana el collar
de aquellas islas que tienen
tanta miel para su mal.
Autor:
Don Manuel del Cabral
Hauy un pais, en el mundo
Hay un país en el mundo
colocado
en el mismo trayecto del sol.
Oriundo de la noche.
Colocado
en un inverosímil archipiélago
de azúcar y de alcohol.
Sencillamente
liviano,
como un ala de murciélago
apoyado en la brisa.
Sencillamente
claro,
como el rastro del beso en las solteronas antiguas
o el día en los tejados.
Sencillamente
frutal. Fluvial. Y material. Y sin embargo
sencillamente tórrido y pateado
como una adolescente en las caderas.
Sencillamente triste y oprimido.
Sencillamente agreste y despoblado
En verdad.
Con tres millones
suma de la vida
y entre tanto
cuatro cordilleras cardinales
y una inmensa bahía y otra inmensa bahía,
tres penínsulas con islas adyacentes
y un asombro de ríos verticales
Hay un país en el mundo
colocado en el mismo trayecto del sol. Oriundo de la noche. Colocado en un inverosímil archipiélago de azúcar y de alcohol. Sencillamente liviano, como un ala de murciélago apoyado en la brisa. Sencillamente claro, como el rastro del beso en las solteronas antiguas o el día en los tejados. Sencillamente frutal. Fluvial. Y material. Y sin embargo sencillamente tórrido y pateado como una adolescente en las caderas. Sencillamente triste y oprimido. Sencillamente agreste y despoblado En verdad. Con tres millones suma de la vida y entre tanto cuatro cordilleras cardinales y una inmensa bahía y otra inmensa bahía, tres penínsulas con islas adyacentes y un asombro de ríos verticales y tierra bajo los árboles y tierra bajo los ríos y en la falda del monte y al pie de la colina y detrás del horizonte y tierra desde el canto de los gallos y tierra bajo el galope de los caballos y tierra sobre el día, bajo el mapa, alrededor y debajo de todas las huellas y en medio del amor. Entonces es lo que he declarado. Hay un país en el mundo sencillamente agreste y despoblado. Algún amor creerá que en este fluvial país en que la tierra brota, y se derrama y cruje como una vena rota, donde el día tiene su triunfo verdadero, irán los campesinos con asombro y apero a cultivar cantando su franja propietaria. Este amor quebrará su inocencia solitaria. Pero no. Y creerá que en medio de esta tierra recrecida, donde quiera, donde ruedan montañas por los valles como frescas monedas azules, donde duerme un bosque en cada flor y en cada flor la vida, irán los campesinos por la loma dormida a gozar forcejeando con su propia cosecha. Este amor doblará su luminosa flecha. Pero no. Y creerá de donde el viento asalta el íntimo terrón y lo convierte en tropas de cumbres y praderas, donde cada colina parece un corazón, en cada campesino irán las primaveras cantando entre los surcos su propiedad. Este amor alcanzará su floreciente edad. Pero no. Hay un país en el mundo donde un campesino breve, seco y agrio muere y muerde descalzo su polvo derruido, y la tierra no alcanza para su bronca muerte. ¡Oídlo bien! No alcanza para quedar dormido. Es un país pequeño y agredido. Sencillamente triste, triste y torvo, triste y acre. Ya lo dije: sencillamente triste y oprimido. Procedente del fondo de la noche vengo a hablar de un país. Precisamente pobre de población. Pero no es eso solamente. Natural de la noche soy producto de un viaje. Dadme tiempo coraje para hacer la canción. Plumón de nido nivel de luna salud del oro guitarra abierta final de viaje donde una isla los campesinos no tienen tierra. Decid al viento los apellidos de los ladrones y las cavernas y abrid los ojos donde un desastre los campesinos no tienen tierra. El aire brusco de un breve puño que se detiene junto a una piedra abre una herida donde unos ojos los campesinos no tienen tierra. Los que la roban no tienen ángeles no tienen órbita entre las piernas no tienen sexo donde una patria los campesinos no tienen tierra. No tienen paz entre las pestañas no tienen tierra no tienen tierra. Miro un brusco tropel de raíles son del ingenio sus soportes de verde aborigen son del ingenio y las mansas montañas de origen son del ingenio y la caña y la yerba y el mimbre son del ingenio y los muelles y el agua y el liquen son del ingenio y el camino y sus dos cicatrices son del ingenio y los pueblos pequeños y vírgenes son del ingenio. Es verdad que en el tránsito del río, cordilleras de miel, desfiladeros de azúcar y cristales marineros disfrutan de un metálico albedrío, y que al pie del esfuerzo solidario aparece el instinto proletario. Pero ebrio de orégano y de anís, y mártir de los tórridos paisajes hay un hombre de pie en los engranajes. Desterrado en su tierra. y un país, en el mundo, fragrante, colocado en el mismo trayecto de la guerra. Traficante de tierras y sin tierra. Material. Matinal. Y desterrado. Quiero ver su amargura necesaria donde el hombre y la res y el surco duermen y adelgazan los sueños en el germen de quietud que eterniza la plegaria. Donde un ángel respira. donde arde una súplica pálida y secreta y siguiendo el carril de la carrera un boyero se extingue con la tarde. Después no quiero más que paz. Un nido de constructiva paz en cada palma. Y quizás a propósito del alma el enjambre de besos y el olvido.
Autor:
Don Pedro Mir |
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