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sábado, 8 de agosto de 2015

Profundizar el pensamiento poético, entre las rodillas del debate




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      Aida Cartagena Portalatin


Una Mujer está Sola

Una mujer está sola. Sola con su estatura.
Con los ojos abiertos. Con los brazos abiertos.
Con el corazón abierto como un silencio ancho.
Espera en la desesperada y desesperante noche
sin perder la esperanza.
Piensa que está en el bajel almirante
con la luz más triste de la creación
Ya izó velas y se dejó llevar por el viento del Norte
con la figura acelerada ante los ojos del amor.
Una mujer está sola. Sujetando con sus sueños sus sueños,
los sueños que le restan y todo el cielo de Antillas.


Seria y callada frente al mundo que es una piedra humana,
móvil, a la deriva, perdido el sentido
de la palabra propia, de su palabra inútil.
Una mujer está sola. Piensa que ahora todo es nada
y nadie dice nada de la fiesta o el luto
de la sangre que salta, de la sangre que corre,
de la sangre que gesta o muere en la muerte.
Nadie se adelanta ofreciéndole un traje
para vestir una voz que desnuda solloza deletreándose.
Una mujer está sola. Siente, y su verdad se ahoga
en pensamientos que traducen lo hermoso de la rosa,
de la estrella, del amor, del hombre y de Dios.


Víspera del Sueño

Tierra se hará silencio,
risa no harán los hombre para que me hagan eterna,
llanto no harán las piedras para que me hagan arena.
Mi sangre se ha herido y se parece al fuego,
abísmate en olvido, sueño alma tu sueño,
la luz es solo sombra,
es víspera del sueño.

Nieve se irá al cielo y vestirá la luna,
se talarán los bosques para que la desnuden.
sabrá a dulzura la raíz de la hierba.
Amor:
los ojos de la luz quemarán sus pestañas;
te soñaré a mi lado,
en víspera del sueño.

Mundos de pies cansados,
descansarán. La sed de los recuerdos
tendrá lluvia de olvido.
Mi lecho se hará muelle sobre los cardos agrios;
soñaré con espigas,
es víspera del sueño.

Bocas querrán hablar
y no tendrán palabras.
Las piedras tendrán lenguas,
la arruga de la arena será tapiz de algas;
los mares serán mármoles;
soñaré en sus costales,
en vísperas del sueño.

El Tiempo
desde el cuerpo del Sol
con temblor de ceniza
ha reído a los hombres.
Cielos, mares, tierras.
Nacer, vivir y morir.
Los astros tienen sueño,
soñaré con los astros:
es víspera del sueño.


De la Ausencia Tuya

Ausencia tuya nunca ha estado sola:
tu recuerdo es el pasaporte de mis viajes.

si tu ausencia fuera la ausencia de los otros,
y te presintiera como estrella lejana, vacilante,
entonces, no sería tu ausencia la ausencia,
sería el dolor de la muerte.

Tu palabra fué más que una palabra
y te hice ídolo en mi templo en llamas,
donde estaremos hasta siempre... la muerte!

Si tu ausencia no se hubiera eternizado,
como una luz o una sombra,
yo no estaría ausente.
En un continuo viaje iría hacia tí,
persiguiendo tu presencia.




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Victor Villegas

Como naciendo aún

He amado demasiado.
Pido perdón. Y punto.
He llorado demasiado.
Pido perdón. Y punto.
Amado y llorado con el
corazón ajeno,
con los ojos de los que en mí encendieron
la lágrima sencilla que fui desparramando
por el pueblo.
Está como naciendo aún
el pájaro caliente entre mis venas.
Asoma por mi piel su pequeña cabeza:
el mismo antiguo espanto de la tierra
asolada!
Mejor,
desde este instante,
pido perdón más allá de la muerte.



inflando la poesía dominicana en la esfera transatlántica, se anunció en el III Festival Internacional de Poesía de Santo Domingo en octubre del 2011. Al mismo asistieron los directores españoles de La Estafeta del Viento[1], la colección de poesía hispanoamericana a la que pertenece la antología: La poesía del siglo XX en República Dominicana, de la edición de los poetas dominicanos José Mármol y Basilio Belliard. Mármol es quien presidió el comité que organiza dicho festival, mientras Belliard figuraba como miembro junto a otros poetas del carril de la cultura oficial: Mateo Morrison, León Félix Batista y Plinio Chahín,quienes también aparecen en esta antología.

La mayoría de poetas que recibieron por escrito la notificación de su participación en el proyecto antológico se enteraron sorpresivamente de su exclusión, el 5 de noviembre del 2011, justo cuando salía al mercado la tan esperada antología. Estanoticia fue divulgada por medio de una de las redes sociales virtuales más concurridas a través de la página del poeta León Félix Batista, quien dio a conocer la portada de la antología y el listado de quienes la conforman.[2] Desde su aparición, la misma estaba siendo recibida sin objeciones, al menos por escrito. Dos días después, me percato de este anuncio y solicito el esclarecimiento en cuanto a si la lista publicada reflejaba el completo número de poetas. Batista accedió a confirmar que en efecto, ésta era la nómina escogida para representar la poesía dominicana del siglo XX. El actual director de la Editora Nacional era una de las excepciones que disponía de un ejemplar de la reciente publicación y reconoció a título personal que faltaban poetas imprescindibles. 

Fue así que expuse abiertamente mi crítica hacia los editores: “Me atrevo afirmar sin temor a equivocarme que Mármol y Belliard nos defraudaron, por no cumplir con la responsabilidad y el compromiso que se les puso en las manos” (Nov. 7, 2011). La compilación dejaba entrever con el simple dato de la selección, que había sido producida bajo parámetros extraliterarios: “Qué pena que por cuestiones políticas o personales se le haga tanto daño a la poesía dominicana incurriendo en grandes omisiones en un proyecto de tanta importancia” (Ídem). Tales comentarios causaron revuelo, surgieron opiniones disímiles que usualmente florecen cuando se emite una crítica en detrimento de los intereses del tan adulado círculo al que pertenecen los editores por temor a represalias en el ámbito cultural. 

Criticar sin dobleces la selección de poetas para este corpus textual no fue un acto apresurado. La ausencia de poetas con obras de significante valía para la poesía dominicana brillaba ante un conglomerado de funcionarios y miembros del poder político — incluyendo a la oposición— que frecuentemente acaparan el parnaso de las letras en los principales eventos de carácter literario. Estas afirmaciones también fueron basadas en el conocimiento previo de cada uno de los volúmenes de la colección La Estafeta del Viento que establece como su parámetro inicial: lo esencial de la poesía en la pasada centuria del país en cuestión. 

Este hecho, de entrada, descarta el argumento de que éste sea un trabajo de carácter personal y aislado. Es decir, que el criterio para elegir las obras y/o poetas no debió de basarse en el simple “reflejo” de las preferencias estéticas de los antólogos sin el más sesudo ajuste a métodos basados en la investigación literaria.[3] Tales procedimientos debieron de generar la justificación de las obras escogidas como representantes de lo más notable y brillante de la poesía del siglo XX en la República Dominicana. En mi segunda intervención, el 9 de noviembre del 2011, sin ambages expuse algunas preocupaciones con respecto a la estrategia empleada que dio lugar a tan desconcertantes desenlaces: 

1-La ausencia de poetas imprescindibles en la poesía dominicana del siglo XX como por ejemplo: Aída Cartagena Portalatín, Antonio Fernández Spencer, Víctor Villegas, Martha Rivera, José Alejandro Peña, Manuel García Cartagena, César Augusto Zapata, Pastor de Moya, Aurora Arias, Sally Rodríguez, Carlos Rodríguez, entre otros/as.

2-La Participación en la antología de poetas que no pertenecen a la poesía del siglo XX.[4]
3-El injusto número de mujeres poetas participantes. De una selección de veinticinco poetas, sólo tres son mujeres y, por los ejemplos citados, la poesía dominicana cuenta con obras de mujeres poetas de igual o mayor relevancia en comparación a los hombres que figuran.

4-La autoinclusión de los encargados del proyecto como poetas, caso al parecer único en relación al resto de volúmenes de los otros países hispanoamericanos dentro de esta colección. Generalmente, quienes hacen la labor de compilación son a su vez poetas y no realizan esta práctica, lo que en el caso de Mármol y Belliard muestra un afán de acaparar doble visibilidad dentro de la antología. En el mejor de los casos, estos lugares pudieron haber sido ocupados por quienes poseen obras de más importancia para la poesía dominicana.

Es importante documentar algunas de las opiniones que en un inicio se formularon públicamente y que de alguna manera causaron el debate que ocupa escenario en la prensa nacional. Estos comentarios surgieron por escrito desde las mismas entrañas de las redes sociales virtuales donde los habituales intereses políticos o económicos de los medios de comunicación convencionales no obstruyen el ejercicio de la crítica, más que la autocensura que el propio sujeto pueda imponerse. De este modo, quienes conforman estas comunidades virtuales representarían lo que la teórica y crítica literaria Gayatri Spivak[5]expone en su estudio sobre las posibilidades de articulación desde la subalternidad. 

Estas plataformas virtuales se convierten en medios de inclusión a la narrativa de grupos sociales que no tienen acceso a publicar en la prensa convencional. Esta última, mayormente responde al estatus quo y no ofrece la democratización con la que estos medios alternativos operan: otorgando voz a grupos sociales excluidos. Por lo tanto, me parece acertado traer a la superficie aquellos desafíos señalados en el foro virtual armado en torno a la recepción de la antología por un sector de escritores,[6] puesto que ilustran nudos que desataremos en dirección a comprender por qué lo político se antepone a lo poético en este ejemplar sobre la poesía dominicana del siglo pasado, incluyo además, mi tercera intervención en el debate: 


domingo, 14 de junio de 2015

Comandante, Enrique Jimenez Moya, Crepusculario de la Patria




 Enrique Jimenes  Moya


 


 Donde están tus cauces
mañanera 
desde tu pecho
en horizontes
acopio la Republica
el coraje  al viento
embarcado desde
Cuba
en muchedumbre
de semillas libertarias

sembradas
en torturadas lágrimas  
Ahí, en Constanza
Maimón
y
 Estero Hondo
Comunidades campesinas
al norte
del  duelo y dolor

Comandante
Enríque Jiménez Moya

Conductor  de
Madrugadas y
esperanzas
libertarias
jóvenes
muchachos
con mochilas
cargadas de ideas
fusiles,
es el Crisol.
La
Raza inmortal,
llegaron
el 14 de junio de 1959
a combatir la pus
en el vientre de la Patria
Dominicana.
Esa semilla
germino
reventó
el ocaso
sangriento de
Rafael Leonidas Trujillo
Molina. 
Dictador de
primaveras
 Cordilleras
Valles 
sombrillas
citadinas.
Ustedes
comandante,
los primeros en morir
combatiendo
frente al encendido plomo,
ladridos  cobardes
del sátrapa

Ustedes
volcaron
la ira
el honor patrio
contra la tiranía
corrupta
cripta carcelaria
de libertades.

Comandante
Enrique Jiménez Moya
ejemplo de tormentas
Piloto del tiempo
con tus compañeros de aquí
otras banderas
lavaron el perfil
de hojarascas, y

la sombra del ciclope,
araron en montañas y
Bahía.
Sembraron en el miedo
del campo
la semilla de una alborada
La libertad floreció en
la Republica Dominicana
en el eternizado amor de
estos uniformados
patriotas
y
 horizontes,
escudos de banderas
en Constanza
Maimón
y
Estero Hondo
silueta
de la raza inmortal

Comandante
Enrique Jiménez Moya
esas imágenes 
impecables, 
regresaron desde 
su pecho,
 colores
de banderas

latinoamericanas
piloteando
golondrinas marinas
entre montañas

Pero la dictadura
no pudo
vencer la hermosa utopia
ni asesinar el vuelo
de su propia putrefacta
muerte.



Ese 14 de junio de 1959
se levanto el mañana
para cristalizar la Patria
en la silueta del comandante

Enrique Jiménez Moya
y sus muchachos 
atrincherados

con sus huellas
latidos y fusiles
en la cintura
del Mar


Pero desde esas  sangres
vertidas en  orificios de
aquella primavera
alzaron vuelos
tres mariposas
y
luceros de praderas
Hoy
La Republica Dominicana
recuerda la lucha y sacrificio
del dirigente expedicionario
Comandante
Enrique Jiménez Moya
y
 demás mártires
caídos en los pétalos
de Constanza
Maimón
y

Estero Hondo
donde el tirano  (Chapita)
dejo sentir la herida profunda
de su camposanto
¡¡ Viva la raza inmortal
del 14 de Junio 1959 !!





Autor:
Lic. Ramón Danilo Correa
Miembro del Colegio Dominicano
De Periodistas  (CDP) C3-155
12 de primavera, 2011

Como homenaje al conmemorarse
el 50 aniversario
 del resplandor de la Raza Inmortal
Expedicionarios del 14 de Junio del 1959
Constanza, Maimón y Estero Hondo
¡¡VIVA LA PATRIA CARIBEÑA!!

Nota:
Este canto poético, tiene 
Todos los derechos protegidos por
la oficina de derecho de autor


según leyes de Republica Dominicana

miércoles, 10 de junio de 2015

sueños poéticos,transito al infierno


Así, opinan
mis versos


Danilo Correa



                                                                                     



                                            



                              

Entre las malezas
del pensamiento
encontramos  ramos sangrientos
picoteados en la garganta
del sol....

Surcamos
este nuevo velorio de pus y sangre
derramada en el
 crucifico de jehová,

ahí justifican su presunta
sanación patriótica,
excusando al  León



En busca de la salvación 
no del corrupto
que ofrenda cadáveres
y cementerios sin
Dios
En una esquina de esta
 primavera parturienta
de miseria, maquillada
de paz 
en los ovarios
del infierno democrático
que viven hoy
las madrugadas sin
sueños
ni
 atardeceres
sin aromas...

Y

Así
gobernantes
que apadrinan
el saqueo
de la miel
el pisoteo
de la carta sagrada
escrita con sangre y  pólvora
en el hueco de la 

historia republicana

Y
Así
enmudecen 
inclinados 
en el fango
de su cloaca
reeleccionista
Y
todo esto,
se narra en la nalga
de la Patria, violada
por sus autoridades,
con la finalidad
de seguir,acosándola
violándola y
preñandola
de ignorancia
mentiras,
hambres
y sepulcros

Y
 Así
también, murió
y
se fortaleció
el pecado original
entre los glúteos
de las urnas
electoral
de la
República Dominicana


Autor:
Ramón Danilo Correa
Mayo/Junio/2015

El derecho de autor, reservado en todas sus partes

lunes, 8 de junio de 2015

Editar Tema: Epitafio a una moribunda primavera








La muerte se desangra
en tus ojos infantiles, candilejas del martirio
en el filo del crimen
donde espantada la sepultura
del plomo, con manifestaciones de repudio
en calles y sudores del hambre retumba el microbio
de la injusticia social  en el infantil rostro de un mundo
que vomita dolor en  humo misero de pan y riachuelo

Esa muerte se descarna en estómagos de cadáveres
envejecidos de esperanzas, donde murciélagos vuelan
y anidan su voz en acuarelas de vidas

Estos niños (as), secuestrados en el digital  camposanto democrático,                                      
    acariciados por moscas y corruptos gusanos
 levantaran remolinos de fuegos en la garganta del alba

No comprendemos, porque agonizan
 primaveras moribundas de libertades,
surgidas  de vientres subterráneos e históricos.

Raíces enmarcadas en multitudes sin fronteras,
golpeando con sus huellas
el oxido y veneno de la palabra mio
acuñadas en el alma democrática

 Estos pueblos fusilados en el abecedario del hambre,
proceden del manto enlutado y arrodillado
 en la sangre  herida sin pan, ni flor
por el plomo,  entre consignas proletarias del amor

Que tanto duelen estos crímenes sin amapolas ni guitarras infantiles,
 con  barrigas llenas de moscas y lagrimas, manantiales de banderas solidarias
estos carceleros de vida , se arrastran entre cadáveres o praderas acribilladas.
 Enmudecida lengua, transito a  fosas democráticas,
donde aromas infantiles se amamantan
de sudores  hambrientos que  pudren y purifican el olvido
desde donde renacerá la nueva vida,



Autor:
Ramón Danilo Correa
11 de verano,2011

Este canto, esta protegido por la oficina de derecho de autor,

de la Republica Dominicana

lunes, 25 de mayo de 2015

Vida y obra de Jose Marti





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(José Julián Martí Pérez; La Habana, 1853 - Dos Ríos, Cuba, 1895) Político y escritor cubano, destacado precursor del Modernismo literario hispanoamericano y uno de los principales líderes de la independencia de su país. Nacido en el seno de una familia española con pocos recursos económicos, a la edad de doce años José Martí empezó a estudiar en el colegio municipal que dirigía el poeta Rafael María de Mendive, quien se fijó en las cualidades intelectuales del muchacho y decidió dedicarse personalmente a su educación.

José Martí
El joven Martí pronto se sintió atraído por las ideas revolucionarias de muchos cubanos, y tras el inicio de la Guerra de los Diez Años y el encarcelamiento de su mentor, inició su actividad revolucionaria: publicó la gacetilla El Diablo Cojuelo, y poco después una revista, La Patria Libre, que contenía su poema dramático Abdala.
A los diecisiete años José Martí fue condenado a seis años de cárcel por su pertenencia a grupos independentistas; realizó trabajos forzados en el penal hasta que su mal estado de salud le valió el indulto. Deportado a España, en este país publicó su primera obra de importancia, el drama La adúltera. Inició en Madrid estudios de derecho y se licenció en derecho y filosofía y letras por la Universidad de Zaragoza.
Durante sus años en España surgió en él un profundo afecto por el país, aunque nunca perdonó su política colonial. En su obra La República Española ante la Revolución Cubana reclamaba a la metrópoli que hiciera un acto de contrición y reconociese los errores cometidos en Cuba. Tras viajar durante tres años por Europa y América, José Martí acabó por instalarse en México.
Allí se casó con la cubana Carmen Sayes Bazán y, poco después, gracias a la paz de Zanjón, que daba por concluida la Guerra de los Diez Años (1868-1878), se trasladó a Cuba. Deportado de nuevo por las autoridades cubanas, temerosas ante su pasado revolucionario, se afincó en Nueva York y se dedicó por completo a la actividad política y literaria.
Desde su residencia en el exilio, José Martí se afanó en la organización de un nuevo proceso revolucionario en Cuba, y en 1892 fundó el Partido Revolucionario Cubano y la revista Patria. Se convirtió entonces en el máximo adalid de la lucha por la independencia de su país.
Dos años más tarde, tras entrevistarse con el generalísimo Máximo Gómez, logró poner en marcha un proceso de independencia. Pese al embargo de sus barcos por parte de las autoridades estadounidenses, pudo partir al frente de un pequeño contingente hacia Cuba. Fue abatido por las tropas realistas cuando contaba cuarenta y dos años. Martí es, junto a Simón Bolívar y José de San Martín, uno de los principales protagonistas del proceso de emancipación de Hispanoamérica.
La poesía de José Martí
Además de destacado ideólogo y político, José Martí fue uno de los más grandes poetas hispanoamericanos y la figura más destacada de la etapa de transición al Modernismo, que en América supuso la llegada de nuevos ideales artísticos. Como poeta se le conoce por Versos libres (1878-1882, publicados póstumamente);Ismaelillo (1882), obra que puede considerarse un adelanto de los presupuestos modernistas por el dominio de la forma sobre el contenido; y Versos sencillos(1891), un poemario decididamente modernista en el que predominan los apuntes autobiográficos y el carácter popular.

José Martí
Escritos en su mayor parte en 1882, los poemas de Versos libres no vieron la luz hasta su publicación póstuma en 1913, muchos años después de su muerte. El propio Martí calificó esos versos de "endecasílabos hirsutos, nacidos de grandes miedos, o de grandes esperanzas, o de indómito amor de libertad, o de amor doloroso a la hermosura".
El tono fuerte y áspero de este volumen, por el que Martí proclamaba su propia preferencia, impresionó vivamente a Miguel de Unamuno, cuyos juicios serían el punto de partida de la valoración de la obra. Su fuerza vibratoria, tanto formal como en los contenidos, se hace evidente en composiciones como "Poética", "Mi poesía" o Cuentan que antaño", en las que se sirvió de un lenguaje vigoroso y oscuro, por momentos incluso pasional.
La poesía de José Martí se funda en una visión dualista de la humanidad: realidad e idealismo, espíritu y materia, verdad y falsedad, conciencia e inconsciencia, luz y oscuridad. Los poemas de Ismaelillo (1882), libro dedicado a su hijo, son un ejemplo de ello: la debilidad y la inocencia del niño son su fuerza.
En Versos sencillos (1891), José Martí expresa el sentimiento que le despierta la alegría de la naturaleza y el mal de la civilización. El sufrimiento y el temor al paso del tiempo también fueron elementos frecuentes en su lírica, donde se advierte un acercamiento al romanticismo que muchos críticos han considerado superior al de otros de sus contemporáneos. En A mis hermanos muertos el 27 de noviembre(1872), publicado durante su destierro en España, Martí dedica sus versos a los estudiantes muertos en una masacre acaecida en aquella fecha.
Obra en prosa
Su única novela, Amistad funesta, también llamada Lucía Jérez y firmada con el pseudónimo de Adelaida Ral, fue publicada por entregas en el diario El Latino-Americano entre mayo y septiembre de 1885; aunque en su argumento predomina el tema amoroso, en esta obra de final trágico también aparecen elementos sociales. Entre sus obras dramáticas destacan Abdala (1869), drama simbólico en un acto y en octosílabos, La Adúltera (1873) y Amor con amor se paga (1875), también en verso y estrenado en México.

José Martí
La prosa de Martí se vio influida por la obra del norteamericano Ralph Waldo Emerson, para quien la palabra debía ser tan elocuente como poética e intensa dentro de un discurso sencillo y conciso. Era consciente, como acaso sólo lo fueron los modernistas inmediatamente posteriores a él, de todas las posibilidades del lenguaje, y consideraba que sus recursos estaban íntimamente ligados a las cualidades humanas del pueblo, que en última instancia era quien los inventaba.
Tanto la prosa como la poesía de Martí resultan inseparables de su biografía; él mismo declaró que eran parte indiscutible de su máxima preocupación, que no era otra que la política. Personalidad optimista, sus opiniones sobre el hombre, la poesía o la sociedad son aspectos que aparecen en sus obras al servicio de unas concepciones que tenían siempre al ser humano como centro. A largo plazo su objetivo era la mejora de la humanidad, pero a corto plazo lo era la liberación de Cuba, a la que dedicó todos sus esfuerzos.
Por ello, su producción en prosa fue en su mayor parte funcional, como sus ensayos sobre Bolívar, San Martín o el general Páez, en relación a los héroes del pasado, y sobre el general Gómez, Walt Whitman o Emerson entre los contemporáneos; en tales textos, que constituyeron lo mejor de su prosa, exaltó las cualidades de personajes que admiraba. Dentro de la primera edición de sus obras completas, el volumen titulado Norteamericanos reunió póstumamente sus estudios sobre figuras del norte; otros dos volúmenes, bajo el título Nuestra América, contienen los trabajos de Martí consagrados a estudiar aspectos de la vida, la cultura y la historia de la América hispana. En ellos expresó su mensaje americanista y resumió su precursora teoría de la debilidad de las naciones hispánicas, en las que existía un enorme abismo entre las clases dirigentes e intelectuales y el pueblo.
Cronista y crítico excepcional, hizo de muchos de sus textos auténticos ensayos, algunos de carácter revolucionario como El presidio político en Cuba (1871), reflejo de gran fuerza lírica de su condena a trabajos forzados en el que denuncia las penurias que sufrían los independentistas. Cabe destacar también La República Española ante la Revolución Cubana (1873) y Cuba y los Estados Unidos (1889), refutación de los ataques de la prensa norteamericana a los patriotas cubanos, así como El Manifiesto de Montecristi o su Diario de campaña.
También fundó una revista para niños, La Edad de Oro (1889), publicada en Nueva York y en la que aparecieron los cuentos Bebé y el señor Don PomposoNené traviesa y La muñeca negra. Íntegramente redactada por Martí, esta publicación muestra una serie de aspectos de su personalidad y constituye también una demostración de cómo supo anticiparse a muchas conquistas de la pedagogía moderna: una vez más, puso de relieve en esos escritos su preocupación por las normas de justicia y dignidad humanas, que debían cultivarse en el niño desde su más tierna edad.
José Martí colaboró a lo largo de su vida en innumerables publicaciones de distintos países, como La Revista VenezolanaLa Opinión Nacional de Caracas, La Nación de Buenos Aires o la Revista Universal de México. Sus Obras completas (que en la edición de 1963-1965 constan de veinticinco volúmenes) incluyen asimismo un nutrido epistolario (sus cartas, también reveladoras de su singular personalidad, han merecido excepcionales comentarios) y numerosos discursos, muchos de ellos dedicados a enardecer el sentimiento patriótico de los cubanos que radicaban como él en la emigración, llamándolos al esfuerzo común gracias al cual se lograría la independencia de la patria.





Cuando me puse a pensar



Cuando me puse a pensar 
La razón me dio a elegir 


Entre ser quien soy, o ir 
El ser ajeno a emprestar, 

Mas me dije: si el copiar 
Fuera ley, no nacería 
Hombre alguno, pues haría 


Lo que antes de él se ha hecho: 

Y dije, llamando al pecho, 
¡Sé quien eres, alma mía!?




Árbol de mi alma





Como un ave que cruza el aire claro 
Siento hacia mí venir tu pensamiento 


Y acá en mi corazón hacer su nido. 
Ábrese el alma en flor: tiemblan sus ramas 
Como los labios frescos de un mancebo 


En su primer abrazo a una hermosura: 
Cuchichean las hojas: tal parecen 
Lenguaraces obreras y envidiosas, 


A la doncella de la casa rica 
En preparar el tálamo ocupadas: 
Ancho es mi corazón, y es todo tuyo: 


Todo lo triste cabe en él, y todo 
Cuanto en el mundo llora, y sufre, y muere! 
De hojas secas, y polvo, y derruidas 
Ramas lo limpio: bruño con cuidado 
Cada hoja, y los tallos: de las flores 


Los gusanos del pétalo comido 
Separo: oreo el césped en contorno 
Y a recibirte, oh pájaro sin mancha 
Apresto el corazón enajenado!





Tiene el alma del poeta







Tiene el alma del poeta 
Extrañeza singular: 



Si en su paso encuentra al hombre 
El poeta da en llorar. 



Con la voz de un niño tiembla, 
Es de amor, y al amor va— 



Un amor que no se estrecha 
En un límite carnal. 



La corteza corrompida 
El fruto corromperá. 



Del amor de hembra no fío 
Si su hoguera han de alumbrar 



El quemante sol de estío 
O el sol pálido autumnal: 

¡Primavera —primavera, 
Madre de felicidad!

Yugo y estrella





Cuando nací, sin sol, mi madre dijo: 
?Flor de mi seno, Homagno generoso 
De mí y del mundo copia suma, 
Pez que en ave y corcel y hombre se torna, 
Mira estas dos, que con dolor te brindo, 
Insignias de la vida: ve y escoge. 


Éste, es un yugo: quien lo acepta, goza: 
Hace de manso buey, y como presta 
Servicio a los señores, duerme en paja 
Caliente, y tiene rica y ancha avena. 
Ésta, oh misterio que de mí naciste 
Cual la cumbre nació de la montaña 


Ésta, que alumbra y mata, es una estrella: 
Como que riega luz, los pecadores 
Huyen de quien la lleva, y en la vida, 
Cual un monstruo de crímenes cargado, 
Todo el que lleva luz se queda solo. 



Pero el hombre que al buey sin pena imita, 
Buey vuelve a ser, y en apagado bruto 
La escala universal de nuevo empieza. 
El que la estrella sin temor se ciñe, 
¡Como que crea, crece! 
Cuando al mundo 

Cultivo una rosa blanca



Cultivo una rosa blanca
en junio como en enero
para el amigo sincero
que me da su mano franca.


Y para el cruel que me arranca
el corazón con que vivo,
cardo ni ortiga cultivo;
cultivo la rosa blanca.





Poematica del tiempo