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viernes, 6 de noviembre de 2020

Poemas del Apóstol José Martí

 




cultivo una rosa blanca
La niña de Guatemala
y te busqué por pueblos
yo soy un hombre sincero
la perla de la mora
árbol de mi alma
dos patrias
si ves un monte de espumas,
es rubia: el cabello suelto
mi caballero
sé de un pintor atrevido
con la primavera
bosque de rosas
tiene el leopardo un abrigo
rosario
quiero, a la sombra de un ala,
la copa envenenada
los zapaticos de rosa
¿qué importa que tu puñal
yo tengo un amigo muerto
sueño despierto
por tus ojos encendidos
¿del tirano del tirano
dentro de mí...
El Ángel (Martí)
yugo y estrella
príncipe enano
bien: yo respeto
vierte, corazón, tu pena
mi reyecillo
flores del cielo
banquete de tiranos
hijo del alma
amor de ciudad grande
siempre que hundo la mente...
cual de incensario roto...
sed de belleza
tiene el alma del poeta, -romance-
cuando me puse a pensar
yo quiero salir del mundo
el alma trémula y sola
águila blanca
penas! ¿quién osa decir
musa traviesa
rosilla nueva
copa con alas
a emma
no me quites las canas
al buen pedro
canto de otoño
mis versos van revueltos...
a los espacios
el rayo surca, sangriento
¡dolor! ¡dolor! eterna vida mía
sombre mi hombro
hierro
odio la máscara y vicio
cuba nos une..., -Serventesio-
el enemigo brutal
mucho, señora, daría
sueño con claustros de mármol
la poesía es sagrada. nadie
abril
tórtola blanca
yo puedo hacer...
noche de mayo
amor errante
aquí está el pecho, mujer,
la imagen del rey, por ley,
ayer la vi en el salón
odio el mar
si quieren que de este mundo
fuera del mundo...
yo pienso, cuando me alegro
vino el médico amarillo
yo que vivo, aunque me he muerto
para aragón, en españa
yo sé de egipto y nigricia
tábanos fieros
con letras de astros
vino el amor mental
penachos vívidos
¡oh margarita!
el padre suizo
yo no puedo olvidar nunca
tienes el don...
yo tengo un paje muy fiel
isla famosa
pinta mi amigo el pintor
estoy en el baile extraño
luz de luna
¡vivir en sí, qué espanto!
crin hirsuta
cese, señora, el duelo...
¿cómo me has de querer
¡bien vengas, mar!...
sólo el afán...
cuando me vino el honor
brazos fragantes
por la tumba del cortijo
en el extraño bazar
académica
el alfiler de eva loca
a mi alma
en el negro callejón
a un joven muerto
mi amor del aire se azora
no leas en libros ajenos
yo visitaré anhelante
pomona
por donde abunda la malva
haschisch
la noche es la propicia
tengo un huésped...
astro puro
poética
me han dicho, buen florencio...
homagno
media noche
he vivido: me he muerto...
de mi desdicha espantosa
valle lozano
al extranjero
pollice verso (memoria de presidio)
canto religioso
antes de trabajar
patria en las flores
yo sacaré lo que en el pecho tengo
en el alféizar calado
dedicatoria
todo soy canas ya...
en el bote iba remando
a adelaida baralt
envilece, devora...
¡no, música tenaz...!
a bordo
cuentan que antaño
copa ciclópea
en un campo florido...
quieren, oh mi dolor..., -soneto-
mi despensero
¡hala, hala!
tonos de orquesta...
de mis tristes estudios...
como fiera enjaulada
baile
pues a vivir venimos...
contra el verso retórico y ornado
¡oh, nave...!
obra y amor, -Sexta_Rima-
tálamo y cuna
mi poesía
ya sé: de carne se puede
en un dulce estupor, -soneto-
¡dios las maldiga!...
pórtico
era sol
a la palabra
señor, aún no ha caído
una virgen espléndida
a un clasicista que habló de suicidarse
poeta
es verdad...
para modelo de un dios
estrofa nueva
¿palabras ya sé, palabras
áraba
mantilla andaluza
mañana, como un monte que derrumba
señor: en vano intento
estas que ofrezco, no son composiciones acabadas
baile agitado
en los tiempos
cruje la tierra, rueda hecha pedazos
a juan doniila
dormida
para cecilia gutiérrez nájera y maillefert
yo ni de dioses
a eloy escobar
a néstor poncede león
vino de chianti
marzo
mujeres
la madre está sentada
hervor de espíritu
en torno al mármol rojo...
a serafín bello
noche de baile
flor de hielo (al saber que había muerto manuel ocaranza)
a enrique estrázulas



La niña de Guatemala
Quiero, a la sombra de un ala,
contar este cuento en flor:
la niña de Guatemala,
la que se murió de amor.

Eran de lirios los ramos;
y las orlas de reseda
y de jazmín; la enterramos
en una caja de seda...

Ella dio al desmemoriado
una almohadilla de olor;
él volvió, volvió casado;
ella se murió de amor.

Iban cargándola en andas
obispos y embajadores;
detrás iba el pueblo en tandas,
todo cargado de flores...

Ella, por volverlo a ver,
salió a verlo al mirador;
él volvió con su mujer,
ella se murió de amor.

Como de bronce candente,
al beso de despedida,
era su frente -¡ la frente
que más he amado en mi vida!...

Se entró de tarde en el río,
la sacó muerta el doctor;
dicen que murió de frío,
yo sé que murió de amor.

Allí, en la bóveda helada,
la pusieron en dos bancos:
besé su mano afilada,
besé sus zapatos blancos.

Callado, al oscurecer,
me llamó el enterrador;
nunca más he vuelto a ver
a la que murió de amor.





y te busqué por pueblos
Y te busqué por pueblos,
y te busqué en las nubes,
y para hallar tu alma
muchos lirios abrí, lirios azules.
Y los tristes llorando me dijeron:
¡oh, qué dolor tan vivo!
¡que tu alma ha mucho tiempo que vivía
en un lirio amarillo!
***
masdime ¿cómo ha sido?
¿yo mi alma en mi pecho no tenía?
ayer te he conocido,
y el alma que aquí tengo no es la mía


Autoría de José Martí
Padre de la independencia de Cuba...

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