En ocasión de pésame, visite el Cementerio Cristo
Redentor, ubicado al Oeste de la Provincia Santo Domingo, pero que el
Ayuntamiento del Distrito Nacional tiene el control de este camposanto, eso fue
lo que más me lleno de impotencia y vergüenza, A pocas miradas del
silencio del Sol, observe con lánguidas penas, una deteriorada tumba, encuevada
en estelas donde una vez retozaron envejecidos gusanos de aquellos versos
patriótico.
En ese oxidado espacio, están tirados los restos mortales, del poeta de la Patria, Don Pedro Mir. Reconocí
a mi profesor encadenados entre yerbas y Sol, amordazado con letras y
cementos, , una tarja que reza ´´Pedro Julio Mir Valentín, ´´Después no quiero
más que paz. Un nido de constructiva Paz en cada Palma. ´´ y luego
la burla de la emoción del instante.
Te nos vas en un enjambre de Besos. Te quedas en el recuerdo imperecedero…Pero resulta, que ahí están las pruebas de que nadie, nadie, hoy visita ni recuerda al hombre nacional, que grito HAY UN PAÍS EN EL MUNDO…. Y SON DEL INGENIO…entre otros infinitos versos y párrafos en defensa de la soberanía y libertades ciudadanas
En ese oxidado espacio, están tirados los restos mortales, del poeta de la Patria, Don Pedro Mir.
Te nos vas en un enjambre de Besos. Te quedas en el recuerdo imperecedero…Pero resulta, que ahí están las pruebas de que nadie, nadie, hoy visita ni recuerda al hombre nacional, que grito HAY UN PAÍS EN EL MUNDO…. Y SON DEL INGENIO…entre otros infinitos versos y párrafos en defensa de la soberanía y libertades ciudadanas
Reconocí a mi profesor encadenados entre yerbas y Sol, amordazado con letras y cementos, , una tarja que reza ´´Pedro Julio Mir Valentín, ´´Después no quiero más que paz. Un nido de constructiva Paz en cada Palma. ´´ y luego la burla de la emoción del instante. Te nos vas en un enjambre de Besos. Te quedas en el recuerdo imperecedero…Pero resulta, que ahí están las pruebas de que nadie, nadie, hoy visita ni recuerda al hombre nacional, que grito HAY UN PAÍS EN EL MUNDO…. Y SON DEL INGENIO…entre otros infinitos versos y párrafos en defensa de la soberanía y libertades ciudadanas.
Don Pedro Mir, en el 1949 escribió en Cuba, Hay un País en
el mundo, con la capacidad de denuncia, contra las barbaries
cometidas por la dictadura de Trujillo.
Parece que los gobiernos que hemos tenidos y el sector
empresarial, son hipócritas, no les importa la apariencia oscura de
las tumbas de sus patriotas, como es el caso de Pedro Mir, olvidado hasta
por las autoridades de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), donde
fue maestro meritorio, pero mientras tenía vida y voz para espantar
tinieblas y servir de lamparas, era magnificado. No se han dado cuenta
del deterioro y la cueva de su ultima morada.!Que lastima!
En ese recinto combativo del saber, donde el eco de su vida
retumba aun en el silencio de su olvido. Es verdad, la biblioteca lleva su
nombre, pero da vergüenza que personalidades de la poética y la intelectualidad
internacional nos visiten y pregunten donde descansa el himno de la poética
nacional, tendríamos que silenciar ahora su muerte.
Ese camposanto, será otra cosa menos santo, porque las
bullas de bocinas, apagan los velones y silencian los versos de las oraciones
finales. La jauría de realengos y los borrachos dan miedos, al que visita a
enterrar un familiar o amigo, por temor a un atraco u otras agresiones.
Porque no hay vigilancia, ni protección al visitante, tampoco al que se queda.
Como es un lugar para llevar a pudrir a los pobres que mueren.
El ayuntamiento del Distrito Nacional, permite también que
ese lugar sea una plaza para el tigueraje hacer lo que le dé la gana. Por eso
es que el poeta Nacional no puede seguir hediendo en el olvido, debe ser
llevado al Panteón Nacional, donde descansan los restos mortales de la poetisa
nacional, Saloma Ureña de Henríquez y otros meritorios personajes de la Patria
Debemos hacer una cruzada para que el gobierno central
se de una vuelta al Cementerio Cristo Redentor en su recorrido,
sorpresa para que se lleve una inhumana sorpresa, al ver la
condición de la tumba, casi abrazada de maleza, y el óxido penetrando donde
descansa el faro del verso romántico y patriótico de aquellos momentos
parturientos en que la República se descarnaba de dolor. Pedro Mir, labrador de
sílabas, ni un paso atrás…no hay momento para pensar en la retirada donde
los campesinos no tienen tierras….ni para la muerte…
El ministerio de Cultura, en la persona de su principal ejecutivo,
José Antonio Rodríguez, debe de tomar papel y lápiz, para empujar el recuerdo y
hacer una realidad en el Congreso Nacional, ese mismo que lo designo como el
poeta nacional, en vida, entiendo que debe seguir siendo nuestro Padre de la
poética dominicana, y conducir a este símbolo patrio donde debe de estar, en el
salón más alto de la Patria. No ahí, en ese donde nadie tiene respeto ni por la
cruz, tampoco por el honor…
Hay otros grandes muertos, como Manuel del Cabral, Domingo Moreno Jiménez, padre del Movimiento poético El potumismo, 1921, Aida Cartagena Portalatin, milito en la agrupación Poesía Sorprendida, en la década de los años,40 y 50,con sus trabajos culturales, novelas, aporto al proceso democrático de la Patria, como también al poeta Javi Renaud, de origen haitiano, pero que con su vida glorifico la isla, integrándose al movimiento Constitucionalista de 1965..Hay mas intelectuales ignorados por el movimiento cultural dominicano, bajo el mandato de los gobiernos que ellos ayudaron con sus cantos y vidas, a llegar al poder gubernamental.
La idea es que el lugar de estos grandes muertos, es el
Panteón Nacional, porque en el transcurso de sus existencias aportaron luces
para iluminar el parto de Patria,no se que mas se necesita en este país,
como para que un prohombre como Don Pedro Mir, no sea su osamenta robada y
comercializada en manos de delincuentes de cadáveres.Para nadie es un secreto
que en esos lugares no existe firme vigilancia y la talla de este centinela de
la democracia, no puede ser pisoteada por la mezquindad.
Ese camposanto, será otra cosa menos santo, porque las
bullas de bocinas, apagan los velones y silencian los versos de las oraciones
finales. La jauría de realengos y los borrachos dan miedos, al que visita a
enterrar un familiar o amigo, por temor a un atraco u otras agresiones.
Porque no hay vigilancia, ni protección al visitante, tampoco al que se queda.
Como es un lugar para llevar a pudrir a los pobres que mueren.
El ayuntamiento del Distrito Nacional, permite también que
ese lugar sea una plaza para el tigueraje hacer lo que le dé la gana. Por eso
es que el poeta Nacional no puede seguir hediendo en el olvido, debe ser
llevado al Panteón Nacional, donde descansan los restos mortales de la poetisa
nacional, Saloma Ureña de Henríquez y otros meritorios personajes de la Patria
Debemos hacer una cruzada para que el gobierno central se de una vuelta al Cementerio Cristo Redentor en su recorrido, sorpresa para que se lleve una inhumana sorpresa, al ver la condición de la tumba, casi abrazada de maleza, y el óxido penetrando donde descansa el faro del verso romántico y patriótico de aquellos momentos parturientos en que la República se descarnaba de dolor. Pedro Mir, labrador de sílabas, ni un paso atrás…no hay momento para pensar en la retirada donde los campesinos no tienen tierras….ni para la muerte…
El ministerio de Cultura, en la persona de su principal ejecutivo, José Antonio Rodríguez, debe de tomar papel y lápiz, para empujar el recuerdo y hacer una realidad en el Congreso Nacional, ese mismo que lo designo como el poeta nacional, en vida, entiendo que debe seguir siendo nuestro Padre de la poética dominicana, y conducir a este símbolo patrio donde debe de estar, en el salón más alto de la Patria. No ahí, en ese donde nadie tiene respeto ni por la cruz, tampoco por el honor…
Hay otros grandes muertos, como Manuel del Cabral, Domingo
Moreno Jiménez, padre del Movimiento poético El potumismo, 1921, Aida Cartagena
Portalatin, milito en la agrupación Poesía Sorprendida, en la década de los
años,40 y 50,con sus trabajos culturales, novelas, aporto al proceso
democrático de la Patria, como también al poeta Javi Renaud, de origen
haitiano, pero que con su vida glorifico la isla, integrándose al movimiento
Constitucionalista de 1965..Hay mas intelectuales ignorados por el movimiento
cultural dominicano, bajo el mandato de los gobiernos que ellos ayudaron con
sus cantos y vidas, a llegar al poder gubernamental.
La idea es que el lugar de estos grandes muertos, es el Panteón Nacional, porque en el transcurso de sus existencias aportaron luces para iluminar el parto de Patria,no se que mas se necesita en este país, como para que un prohombre como Don Pedro Mir, no sea su osamenta robada y comercializada en manos de delincuentes de cadáveres.Para nadie es un secreto que en esos lugares no existe firme vigilancia y la talla de este centinela de la democracia, no puede ser pisoteada por la mezquindad.
Escuche en el 2008 al historiador e intelectual Lic. Juan
Daniel Balcácer, Presidente de la Comisión Permanente de Efemérides Patria
(CPEP), decir en una ponencia o encuentro histórico con la comunidad dominicana
en Estados Unidos, específicamente en Manhattan, invitado por el Consulado y/o
Embajada dominicana, ´´ pronunciar que los dominicanos en el exterior deben y
tienen que preocuparse por conocer y entender los valores históricos y
culturales del país.y nombro a varios intelectuales, y entre ellos
mencionó la vida y obra del Poeta Nacional Don Pedro Mir…..´´
Debemos de evitar que los huesos de Don Pedro Mir, sean
a través del tiempo, profanado por limosneros y/o
sicarios del olvido. Por esta evidencia, es que sus admiradores y
amigos en vida, y que hoy tienen poder para crear un espacio de
personalidades de la sociedad con la finalidad de elevar el país en el mundo a
la cima más alta con sus restos mortales, al Panteón de la Patria. El ex
Ministro de Cultura, el intelectual, José Rafael Lantigua, que impulse el
criterio de proteger y no dejar que mancillen nuestro poeta nacional y otros
escritores combatientes, que se disecan en el trillo, si existe la
voluntad política, se puede.
Invito a que el presidente Lic. Danilo Medina, haga un alto
en el camino y sorprenda el abandonado sueño imperecedero de Don Pedro
Mir, ahí no hay tierra para cubrir sus versos.
Quien
suscribe es periodista
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