Desde el fondo de tu vida
surge una luz, en acuarelas insipientes
su rostro de Gioconda y piel vestida de aroma
Xadai, es la nomenclatura, donde giraran voces estrepitosas
que repondera, en tenues cauces y violines de entendimiento
Eres Gioconda, perfil y cosecha reciente
donde la imaginación infantil rebosa de polen
la geografía familiar y las empalizadas donde el redentor
Cuida su rebaño
Hoy, apesar de estar lloviendo debajo de las pestañas de la noche,
dormiremos en la tranquilidad de tus gritos y resplandecientes raíces matinales
hasta que en otros sueños florezcan
centenarias consignas, y el Sol salga cuando le de la gana, no obligado
a que detrás de su luz se escondan duendes y vampiros
Deberás acostumbrar la piel, al ronquido del áspid por donde
desfallece la vida en hiel y miel de mariposa secuestrada por sueños perennes
de esta historia republicana, donde payasos trafican entre piernas de Ángeles
enajenando el néctar de cada gemido por vivir
Eres la Gioconda de la Patria, y desde tus frondosos ojos puedo ver
galerías y columpios
Bohío de arcillas, colgar en la trenza de una sala de tarea
Asi como también, el mundo girar fuera de su maldad, en el muro infantil
Trébol donde la vida se descascara en manos de opresores truenos
La hija de mi hija
Gioconda, cual si fuera el pétalo de un otoño, en su primavera
Pero quiero que sepas y jamás olvides, la utopia de risas nublosas
De aquellas alegrías de payasos que descarnan sus simpatías en Orinocos y
laberintos de mentiras.
Desde el fondo de tu vida
surge una luz, en acuarelas insipientes
su rostro de Gioconda y piel vestida de aroma
Xadai, es la nomenclatura, donde giraran voces estrepitosas
que repondera, en tenues cauces y violines de entendimiento
Eres Gioconda, perfil y cosecha reciente
donde la imaginación infantil rebosa de polen
la geografía familiar y las empalizadas donde el redentor
Cuida su rebaño
Hoy, apesar de estar lloviendo debajo de las pestañas de la noche,
dormiremos en la tranquilidad de tus gritos y resplandecientes raíces matinales
hasta que en otros sueños florezcan
centenarias consignas, y el Sol salga cuando le de la gana, no obligado
a que detrás de su luz se escondan duendes y vampiros
Deberás acostumbrar la piel, al ronquido del áspid por donde
desfallece la vida en hiel y miel de mariposa secuestrada por sueños perennes
de esta historia republicana, donde payasos trafican entre piernas de Ángeles
enajenando el néctar de cada gemido por vivir
Eres la Gioconda de la Patria, y desde tus frondosos ojos puedo
ver galerías y columpios
Bohío de arcillas, colgar en la trenza de una sala de tarea
Asi como también, el mundo girar fuera de su maldad, en el muro infantil
Trébol donde la vida se descascara en manos de opresores truenos
La hija de mi hija
Gioconda, cual si fuera el pétalo de un otoño, en su primavera
Pero quiero que sepas y jamás olvides, la utopia de risas nublosas
de aquellas alegrías de payasos que descarnan sus simpatías en Orinocos y
laberintos de mentiras. Pero tú eres la bondad, cristalizada y verdecida en
pesebres y crisol de infantiles mariposas
Tu has llegado en el exacto momento que esta flagela Patria necesita
de tus caramelos y pampers, para reconstruir alegría y esperanza
que un día no creció
en el alma de este cruel invierno…
Bienvenida al pincel del amor y el redil familiar
Autor: Lic. Ramón Danilo Correa
Viernes 21de Otoño, 2011
Hora: 8:46pm
Nota. Este trabajo poético, esta protegido de manera integra
por la Oficina de derecho de autor, de la Republica Dominicana
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