En mi lengua cabe la mañana
Para nombrar tu nombre
y es posible apagar la sombra
que viste este enmarañado otoño
Te aseguro, que he guardado mi
rostro en los pétalos de tus labios
enamorados .
Pero aun no reconozco
sus lagrimas sanguíneas ultramarinas
Amor, te confieso en este santuario
lánguido de sed, como para que encamines
latidos de tu alma, sobre huellas
de esperanzas enredadas en hojarascas
peregrinas
Sabes, espero tranquilamente
sentado
en el óleo de aroma
que pende de ti,
el anochecer de tus sueños
Deseo reconocer mi cara,
entre tantas caretas sin rostros
para pintar esta mojada madrugada
de ti. Te amo
Autor:
Ramón Danilo Correa
Miembro del Colegio Dominicano
de Periodistas
CDP.C3-155
Otoño,05 de 1994
Hora: 3 y 15 minutos, AM
Todos los derechos de autor reservado,
en la oficina de autoria
De la Republica Dominicana
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