
Mateo Morrison
Poeta militante
de la Patria
Nació en Santo Domingo el 14 de abril de 1947. Poeta y activista cultural. Estudió Letras en la Facultad de Humanidades de la Universidad Autónoma de Santo Domingo y Administración Cultural en el Centro Latinoamericano y del Caribe para el Desarrollo Cultural (CLACDEC), en Venezuela. Dirigió el suplemento literario Aquí del periódico La Noticia durante dos décadas y el Departamento de Difusión Artística y Extensión Cultural de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, desde donde organizó numerosos encuentros culturales y fundó varios talleres literarios en diferentes puntos del país. También laboró como Director de Formación y Cooperación Técnica del Consejo Presidencial de Cultura. Es miembro de la junta directiva de la Unión de Escritores Dominicanos y de la Asociación de Escritores de Venezuela. Ha representado al país en congresos y encuentros literarios en América Latina, Europa y Asia. Su obra poética, mayormente de orientación social y política, ha sido difundida a través de la prensa nacional, de lecturas públicas y de los cinco poemarios que lleva publicado hasta este momento. Sus textos aparecen en la mayoría de las antologías poéticas nacionales y en varias extranjeras. Ha publicado los libros de poesía: Aniversario del dolor, Santo Domingo, Editora Universidad Autónoma de Santo Domingo, 1973; Visiones del transeúnte, Santo Domingo, Editora Universidad Autónoma de Santo Domingo, 1983; Si la casa se llena de sombras, Santo Domingo, Editora Universidad Autónoma de Santo Domingo, 1986; A propósito de imágenes, Editora Taller, 1991; Nocturnidad del viento/Voz que se desplaza, Santo Domingo, Editora Búho, 1996; 30 años de poesía y otros escritos, Santo Domingo, Editora Universidad Autónoma de Santo,1999.
POEMAS
DIFÍCIL EQUILIBRIO
Difícil equilibrio
de un ojo misterioso
que tiene que medir
mientras la mano traza
difícil equilibrio
de una mano que traza
mientras el ojo mide
difícil equilibrio de unos ojos
y unas manos que se buscan.
CANSADO DE SOSTENER
Cuando de sostener
el mundo entre mis manos
he decidido con dolor y amargura
anunciarles mi agotamiento crónico.
De ahora en adelante
dejaré rodar el mundo
por cada una de las constelaciones.
Dejaré que cada uno
de sus habitantes
pueda tomar una estrella
para que alumbre su casa.
Me iré con mi familia
a construir una pequeña estancia
en cada sorbo de agua
manando del molino del amor.
Me iré en silencio sin dar órdenes
y me refugiaré en el lugar
más pequeño de la casa
a escribir poemas.
Como sé que estos no tendrán
las sutilezas del lenguaje
que reclamó algún crítico
ni las rimas que demandan
mis amigos de infancia.
Dedicaré el resto de mi vida
a leérmelos a mí mismo
frente a un enorme espejo.
EMOCION POR LAS ISLAS
Tomo tus palabras
rodeadas de olas
que amanecen conmigo.
Cerca de mis pies
arenas vibrantes de sol.
No puedo ahora
describir un viento
que cambia a cada instante
de dirección.
Sólo los pájaros
saben la orientación
exacta de la brisa.
Ellos trasladaron
el centro del universo
a estos lugares
del Caribe.
Los pájaros saldrán de los lienzos
en noches de huracanes
volverán a vivir en las telas
cuando llegue la calma.
Soltamos de nuevo tus palabras
para instalar nuestra casa
en un círculo de arena
y hacer de nuestras vidas
ataúdes de espumas.
VOZ QUE SE DESPLAZA
I
Todos aspiramos a la ternura.
La voz que se desplaza sin herirnos.
La mano casi imperceptible en nuestra piel.
Silbido que hiende la mañana en dos espacios
atemporales.
La mirada exclusiva sobre nuestros rostros.
Al olor fabricado en noches desafiantes.
Todos pretendemos una ternura
que a veces negamos
en una ciudad que nos acepta uno a uno
pues las parejas alteran su quietud.
II
La ciudad es sólo
el inicio de un árbol
que se enquistaba en la memoria
escenario de luces
propicias a nuestro encuentro
no morimos de soledad ni de distancias
prolongamos los espacios
mientras inventas
un día para mí
fuera de agenda.
III
Ojo vibrátil del mañana
ojo acuoso de sales
¿dónde esté el mar?
¿dónde los peces bañándose
en enormes olas impetuosas?
Pregunta el transeúnte
¿dónde está el mar?
Y el dedo señala el horizonte
¿dónde está el mar?
La cabeza da vueltas en una enorme mesa
y el índice de nuevo señala el horizonte
y el mar aparece de pronto
humedeciendo los ojos infinitos
del futuro.
AUTORIA
MATEO MORRISON
POETA MILITANTE
DOMINICANO