Lamento de verano
Mi amor
se quedo en el cafe sin aroma
se quedo la tierra sin pisadas
No soporto la herida enclavada en el sudor
de esta mariposa enclaustrada de volar
Cuando yo no este en la acuarela de tu amanecer
Cuando se encienda tu voz sin mi nombre
entonces, buscaras en tu hoguera verdecidas cenizas
emancipadas de volcanes.
Cuando aquel niño (a) este jugando en el vientre de otra tarde sin ti
Cuando su edad sea la misma del tiempo
Cuando tu y yo no estemos en la misma esquina de la hora
comprenderemos que nuestro amor envejecio en el rocio de tu ayer
Dime donde estan los versos sembrados en el centro de tu alma...
Autor:
Ramon Danilo Correa
Verano, 2009
Es un espacio, cuya difusion de trabajos culturales, pero con una especial focalizacion en el marco de la poetica, como instrumento de educacion y fortalecimiento a la formacion politica, social y romantica, como seres humanos que convivimos en espacios compartdidos de dolores y preocupaciones en el desarrollo de la humanidad, sobretodo en el concepto de pais, acampado en el rostro historico de los esfuerzos por levantarnos y volver a caminar en el crisol de la libertad.Republica Dominicana
Pagina visitada hoy
125083
sábado, 25 de julio de 2009
Refugiado en el lodo de la muerte
Cuando la cara del humilde
queda maquillada por el lodo
el hambre luce tímida
tras el paso del huracán o la tormenta que se llevó
su alegría encaramada en vientos
y sus mudas voces
en contaminadas aguas
ahogadas
en el escandaloso silencio democrático…
Estos
huracanes y tormentas
tiranas
que nos besan
con su boca
ensangrentada
de pétalos y mar
con su manto
gris relampagueante
oscurecen
las tenues primaveras
de esta madrugada
sin abrigo….
Porque
Ellos
Con su cobarde furia
desalojan
los bohíos y casuchas
de los oprimidos del trueno
caribeño y latinoamericano…
Ellos
Si ellos
Los residentes en el olvido
lo que en cada verano
abonan la espina del poder
con sus podridos llantos de muertes
sepultados en las cuentas bancarias
en dólares y euros de los discípulos
huracanados
lo sin rostros
carentes de históricos apellidos
comprometidos con el saqueo del Caribe
y la trenza Americana
Como en otras demacradas comunidades
enraizada en el famélico crisol
paraguas de enamoradas lluvias
rumbas de holocaustos caribeños
Estamos ubicados en el
ojo del cíclope del tiempo
y también del bloqueo injusto
que pisotea aquel faro ultramarino de esta frondosa hermana nación
unidas formamos tropicales malecones
Republica Dominicana, Haití, Cuba, Puerto Rico
Jamaica, y demás islas que conforman las Antillas Menores
Aquí
la muerte
sabe a viento
lluvia
en bocanada
de dolor
empapada
de
promesas
ladridos
huracanados
de políticos
que se enriquecen con
la solidaridad internacional
Estos temporales
ventarrones
solo
tumban famélicas caderas
de palmas, sembradas
en el alma miserable de mi tierra
Caribeña y latinoamericana…
Autor:
Ramón Danilo Correa
Lunes 08, Verano, 2008
Cuando la cara del humilde
queda maquillada por el lodo
el hambre luce tímida
tras el paso del huracán o la tormenta que se llevó
su alegría encaramada en vientos
y sus mudas voces
en contaminadas aguas
ahogadas
en el escandaloso silencio democrático…
Estos
huracanes y tormentas
tiranas
que nos besan
con su boca
ensangrentada
de pétalos y mar
con su manto
gris relampagueante
oscurecen
las tenues primaveras
de esta madrugada
sin abrigo….
Porque
Ellos
Con su cobarde furia
desalojan
los bohíos y casuchas
de los oprimidos del trueno
caribeño y latinoamericano…
Ellos
Si ellos
Los residentes en el olvido
lo que en cada verano
abonan la espina del poder
con sus podridos llantos de muertes
sepultados en las cuentas bancarias
en dólares y euros de los discípulos
huracanados
lo sin rostros
carentes de históricos apellidos
comprometidos con el saqueo del Caribe
y la trenza Americana
Como en otras demacradas comunidades
enraizada en el famélico crisol
paraguas de enamoradas lluvias
rumbas de holocaustos caribeños
Estamos ubicados en el
ojo del cíclope del tiempo
y también del bloqueo injusto
que pisotea aquel faro ultramarino de esta frondosa hermana nación
unidas formamos tropicales malecones
Republica Dominicana, Haití, Cuba, Puerto Rico
Jamaica, y demás islas que conforman las Antillas Menores
Aquí
la muerte
sabe a viento
lluvia
en bocanada
de dolor
empapada
de
promesas
ladridos
huracanados
de políticos
que se enriquecen con
la solidaridad internacional
Estos temporales
ventarrones
solo
tumban famélicas caderas
de palmas, sembradas
en el alma miserable de mi tierra
Caribeña y latinoamericana…
Autor:
Ramón Danilo Correa
Lunes 08, Verano, 2008
EL HIJO DE MI HIJA
Ha llegado en la primavera del otoño
con sus negros y grandes ojos
cargado de esperanza y vuelos de mariposas
en capullos de lagos submarinos...
Xavier, es un tierno levantar de pisadas en el
resquicio de temporadas
donde las golondrinas inician sus emplumajes de
girasoles
Xavier Delgado Correa, es parte del color del
horizonte que comienza en la nada
de una estela caribeña
donde se aposenta la vida y el Orinoco de esta
estancia provincial
latinoamericana
donde nace el sol de rostro
intranquilo
donde el verso
canta con sus silabas pueblerinas de palmeras
donde tu Xavier
caminaras de manos con la historia del incoloro
discurso por miles latigazos
plegados en el parto de un gemido continental
secuestrado por ultramarinos cíclopes
que ahogaron la aurora en el incendio del edén..
Bienvenido abordo
nieto de mis utopías
comparto el lapicero y el pincel
para que fortalezcas estos anejos versos
que envejecieron entonando nuestro himno nacional
iconos de sangres y glorias...
de un pueblo anidado en la cintura
de tu angelical voz...
Autoria:
Ramon Danilo Correa
Ha llegado en la primavera del otoño
con sus negros y grandes ojos
cargado de esperanza y vuelos de mariposas
en capullos de lagos submarinos...
Xavier, es un tierno levantar de pisadas en el
resquicio de temporadas
donde las golondrinas inician sus emplumajes de
girasoles
Xavier Delgado Correa, es parte del color del
horizonte que comienza en la nada
de una estela caribeña
donde se aposenta la vida y el Orinoco de esta
estancia provincial
latinoamericana
donde nace el sol de rostro
intranquilo
donde el verso
canta con sus silabas pueblerinas de palmeras
donde tu Xavier
caminaras de manos con la historia del incoloro
discurso por miles latigazos
plegados en el parto de un gemido continental
secuestrado por ultramarinos cíclopes
que ahogaron la aurora en el incendio del edén..
Bienvenido abordo
nieto de mis utopías
comparto el lapicero y el pincel
para que fortalezcas estos anejos versos
que envejecieron entonando nuestro himno nacional
iconos de sangres y glorias...
de un pueblo anidado en la cintura
de tu angelical voz...
Autoria:
Ramon Danilo Correa
RETOÑO DE SINAGOGA
Como cobarde
sigo transitando
la distancia de mi voz
En tu lejano atardecer
me perdi
sin saber
la cantera
de
tu
luz
Pero no importa
cielo
en las estrellas viven rutineles
caminantes sin ecos
ni espigas
de imagenes que surcaran mi semblanza...
Para cuando regrese
la primavera
estare sembrado de amapola
y
uniformado de verdes campos
en cuyos vientres
aposentare el estigma del ayer.......
Y
mi cuerpo
ya no sera lentejas de mariposas
ni en mis amaneceres
cantaran golondrinas
en
alfombrados
pensamientos
confusos
sobre este rompeolas
inclinado en mis
infantiles
versos
para ser leido
comentado
en un lejano
y
herido otoño
con empuñadas
y
filosas silabas
enamoradas
de
un
olvido
gemidos
en
odios
y
ofensas...
Solo
me interesa
amor
que pronuncie
balcones
masificado
de ternura
se estremesen
desde tu boca
patrimonio
y manantial
navegable
de ensueños
ultra reales
en
mieles de dioses
al besar
tus versos
como
cuando
nos conocimos
de frente
al
sudoroso
camino
emancipado
de acuarelas
vertidas de amor
Hemos sembrados
en nuestros pasos
por este dificil
holocausto
un esteril
retoño
de pasion...
En un otoño
abrigado
en su desflorida
ira
de vocales
debiles
contra
mi silueta
diseminada
en tu oxidado
corazon
anclado
en
ultimos
latidos
de aquellos
amaneceres
Pero
gracias
por dejar
que mi
soliloquio
de ternura
haya
vivido
primero
su muerte
que
la vida
en cada
canto de tu
sultana
guitarra
de barrancoli....
Autor:
Ramon Danilo Correa
OToño,15 de 2008
Como cobarde
sigo transitando
la distancia de mi voz
En tu lejano atardecer
me perdi
sin saber
la cantera
de
tu
luz
Pero no importa
cielo
en las estrellas viven rutineles
caminantes sin ecos
ni espigas
de imagenes que surcaran mi semblanza...
Para cuando regrese
la primavera
estare sembrado de amapola
y
uniformado de verdes campos
en cuyos vientres
aposentare el estigma del ayer.......
Y
mi cuerpo
ya no sera lentejas de mariposas
ni en mis amaneceres
cantaran golondrinas
en
alfombrados
pensamientos
confusos
sobre este rompeolas
inclinado en mis
infantiles
versos
para ser leido
comentado
en un lejano
y
herido otoño
con empuñadas
y
filosas silabas
enamoradas
de
un
olvido
gemidos
en
odios
y
ofensas...
Solo
me interesa
amor
que pronuncie
balcones
masificado
de ternura
se estremesen
desde tu boca
patrimonio
y manantial
navegable
de ensueños
ultra reales
en
mieles de dioses
al besar
tus versos
como
cuando
nos conocimos
de frente
al
sudoroso
camino
emancipado
de acuarelas
vertidas de amor
Hemos sembrados
en nuestros pasos
por este dificil
holocausto
un esteril
retoño
de pasion...
En un otoño
abrigado
en su desflorida
ira
de vocales
debiles
contra
mi silueta
diseminada
en tu oxidado
corazon
anclado
en
ultimos
latidos
de aquellos
amaneceres
Pero
gracias
por dejar
que mi
soliloquio
de ternura
haya
vivido
primero
su muerte
que
la vida
en cada
canto de tu
sultana
guitarra
de barrancoli....
Autor:
Ramon Danilo Correa
OToño,15 de 2008
martes, 21 de julio de 2009
Por:
periodista
Danilo Correa

Basura y marginalidad escolar
en el rostro de la aurora.
Es lamentable que las autoridades tanto de la Secretaria de Estado de Educación, como así del Ayuntamiento del Distrito Nacional,de la Republica Dominicana, ignoren este foco de infección, donde niñas y niños, reciben el pan de la enseñanza en la escuela básica Aníbal Ponce, cercada de podredumbres en el humilde barrio de Manganagua, aquí en el rostro de la Ciudad Primada de America.
Pero como es posible que en el centro de la ciudad, opere un establecimiento de escolaridad infantil, donde el mal olor a veces impide la tranquilidad de esa comunidad educativa. Un ciudadano común y corriente pensaría en voz altas, y cual es el rol de las autoridades de salud publica frente a esta realidad macondiana.¨Dominicocaribeña¨
Porque de seguir esta situación ahí, en la nariz del Ayuntamiento de la Capital dominicana, pronto un brote epidémico se puede levantar en esa población de estudiantes pobres, debido a la poca atención que el estado esta aportando a esa barriada en procura de resolver ese estado de promiscuidad ciudadana.
También parece que hay padres y madres de esos alumnos que no tienen conciencias sobre el grado de peligrosidad que conlleva amontonar desperdicios casi debajo de la butaca escolar donde se sientan sus hijos e hijas, por esa problemática pedimos que la sociedad no se deteriores mas, que el gobierno acuda prontamente a la solución de ese mal comunitario y educativo.
La imágen que acompaña este artículo, es de una focalización rudimentaria, porque entendíamos que el actual sindico del Distrito Nacional, Roberto Salcedo, con su afán de reelección, a este nivel ya no era posible una pocilga en el estomago de un centro educativo publico o privado, donde invierte ese grosor de recurso que nos cobran de impuestos, cuales son las prioridades de este gobierno municipal.
Nos hacemos estas preguntas porque la ciudad capital es un archipiélago de basuras, y es penoso que no es raro encontrar alrededor de hospitales, clínicas y en especial este caso que tratamos, en la piel de una escuela marginal y humilde, rodeada de moscas, cucarachas y ratones en el pan de la enseñanza de cada día…
Esperamos que el secretario de educación, licenciado Melanio Paredes, el ministro de salud publica, doctor Bautista Rojas Gómez y el alcalde de la Ciudad Primada de América, señor Roberto Salcedo, la Sociedad de Padres y amigos de la escuela, como también, la junta de Vecinos del sector Manganagua, donde funciona la escuela básica Aníbal Ponce, coordinen y ejecuten un amplio programa de desinfectación escolar, donde estos muchachos y muchachas, niños y niñas, puedan estudiar sin contaminación ambiental.
periodista
Danilo Correa

Basura y marginalidad escolar
en el rostro de la aurora.
Es lamentable que las autoridades tanto de la Secretaria de Estado de Educación, como así del Ayuntamiento del Distrito Nacional,de la Republica Dominicana, ignoren este foco de infección, donde niñas y niños, reciben el pan de la enseñanza en la escuela básica Aníbal Ponce, cercada de podredumbres en el humilde barrio de Manganagua, aquí en el rostro de la Ciudad Primada de America.
Pero como es posible que en el centro de la ciudad, opere un establecimiento de escolaridad infantil, donde el mal olor a veces impide la tranquilidad de esa comunidad educativa. Un ciudadano común y corriente pensaría en voz altas, y cual es el rol de las autoridades de salud publica frente a esta realidad macondiana.¨Dominicocaribeña¨
Porque de seguir esta situación ahí, en la nariz del Ayuntamiento de la Capital dominicana, pronto un brote epidémico se puede levantar en esa población de estudiantes pobres, debido a la poca atención que el estado esta aportando a esa barriada en procura de resolver ese estado de promiscuidad ciudadana.
También parece que hay padres y madres de esos alumnos que no tienen conciencias sobre el grado de peligrosidad que conlleva amontonar desperdicios casi debajo de la butaca escolar donde se sientan sus hijos e hijas, por esa problemática pedimos que la sociedad no se deteriores mas, que el gobierno acuda prontamente a la solución de ese mal comunitario y educativo.
La imágen que acompaña este artículo, es de una focalización rudimentaria, porque entendíamos que el actual sindico del Distrito Nacional, Roberto Salcedo, con su afán de reelección, a este nivel ya no era posible una pocilga en el estomago de un centro educativo publico o privado, donde invierte ese grosor de recurso que nos cobran de impuestos, cuales son las prioridades de este gobierno municipal.
Nos hacemos estas preguntas porque la ciudad capital es un archipiélago de basuras, y es penoso que no es raro encontrar alrededor de hospitales, clínicas y en especial este caso que tratamos, en la piel de una escuela marginal y humilde, rodeada de moscas, cucarachas y ratones en el pan de la enseñanza de cada día…
Esperamos que el secretario de educación, licenciado Melanio Paredes, el ministro de salud publica, doctor Bautista Rojas Gómez y el alcalde de la Ciudad Primada de América, señor Roberto Salcedo, la Sociedad de Padres y amigos de la escuela, como también, la junta de Vecinos del sector Manganagua, donde funciona la escuela básica Aníbal Ponce, coordinen y ejecuten un amplio programa de desinfectación escolar, donde estos muchachos y muchachas, niños y niñas, puedan estudiar sin contaminación ambiental.
Para cuando tu regrese
Ahora he encontrado tus versos vertidos en mi pasado
siento que tu soledad se habita de pasion....
Ahora que dentro de tu linaje crecen colores espirales
y como siempre recordamos el estigma del hielo
y la desesperacion de fuego
y el frio de escandalo descalzo de placeres
Asi es la vida
cuando tus besos adelgazados como estelas de palomas
como la madriguera de aquel invierno
donde fuimos a buscar estrellas enraisadas entre tu alma y la mia
nos intimo el soport de tu crespuculo femenino...
Quiero volver a besar tus labios de riachuelos
y tus ojos sin recuerdos como para iluminar estas amapolas
recrecidas entre los latidos del tiempo
Nosotros seremos silabas de este codigo que nos atrapas
y nos distancia en los ladridos de un siglo sin ternura
sin tuenuez espacio para el amor
Dejame reir en la sustancia de tu voz
ir tocando cada poro que conforma la arboleda de tu cuerpo
para sentir el espiritu epicentro y resplandor de ti mujer
Te busco entre las espinas y corales del mar
ahi donde habitan los latidos de tus versos
ahi donde la tarde se apaga en unos labios sin fronteras
aqui donde te espero
desnudo desnudo de odio
sin reloj en la cintura del momento
sin voragine en mi sed de amarte
solo mujer, deseo nadar en tu yola de lluvias y sol....
Autor:
Danilo Correa
Verano, 2009
Ahora he encontrado tus versos vertidos en mi pasado
siento que tu soledad se habita de pasion....
Ahora que dentro de tu linaje crecen colores espirales
y como siempre recordamos el estigma del hielo
y la desesperacion de fuego
y el frio de escandalo descalzo de placeres
Asi es la vida
cuando tus besos adelgazados como estelas de palomas
como la madriguera de aquel invierno
donde fuimos a buscar estrellas enraisadas entre tu alma y la mia
nos intimo el soport de tu crespuculo femenino...
Quiero volver a besar tus labios de riachuelos
y tus ojos sin recuerdos como para iluminar estas amapolas
recrecidas entre los latidos del tiempo
Nosotros seremos silabas de este codigo que nos atrapas
y nos distancia en los ladridos de un siglo sin ternura
sin tuenuez espacio para el amor
Dejame reir en la sustancia de tu voz
ir tocando cada poro que conforma la arboleda de tu cuerpo
para sentir el espiritu epicentro y resplandor de ti mujer
Te busco entre las espinas y corales del mar
ahi donde habitan los latidos de tus versos
ahi donde la tarde se apaga en unos labios sin fronteras
aqui donde te espero
desnudo desnudo de odio
sin reloj en la cintura del momento
sin voragine en mi sed de amarte
solo mujer, deseo nadar en tu yola de lluvias y sol....
Autor:
Danilo Correa
Verano, 2009
America de pies
Te llevo
dentro del huracan de mi hielo
en el centro del fuego
rios
montanas
y
lago s
que circundan en raices de hojarascas
que habitan en mi Quisqueyana isla
a todo largo de esta plateada trensa latinoamericana de
palomas
que
anidan su paz
en la cima de centenarios pensamientos
de heridas gaviotas
en sus verdes olas
de gemidos y cantares biblicos
en labios samaritanos
de justicias...
Si
de una justicia
latinoamericana
can tada en
infantiles voces de amaneceres
trasnochados en alegria y libertad
genesis de estomagos inflamados de petalos
y mieles de vidas
donde no exista humareda
ni lagrimas vestidas de cadaveres
ni huracanada felicidad
maquillada de volcanes...
Queremos una democracia
sin hambre
productora
de tecnologia
donde
no exista
la palabra mio...
donde
las fronteras
germinen
en colores
de Paz...
Invierno 11 de 2008
Autoría:
Ramón Danilo Correa
Te llevo
dentro del huracan de mi hielo
en el centro del fuego
rios
montanas
y
lago s
que circundan en raices de hojarascas
que habitan en mi Quisqueyana isla
a todo largo de esta plateada trensa latinoamericana de
palomas
que
anidan su paz
en la cima de centenarios pensamientos
de heridas gaviotas
en sus verdes olas
de gemidos y cantares biblicos
en labios samaritanos
de justicias...
Si
de una justicia
latinoamericana
can tada en
infantiles voces de amaneceres
trasnochados en alegria y libertad
genesis de estomagos inflamados de petalos
y mieles de vidas
donde no exista humareda
ni lagrimas vestidas de cadaveres
ni huracanada felicidad
maquillada de volcanes...
Queremos una democracia
sin hambre
productora
de tecnologia
donde
no exista
la palabra mio...
donde
las fronteras
germinen
en colores
de Paz...
Invierno 11 de 2008
Autoría:
Ramón Danilo Correa
Imagínate
Besando el crepúsculo de tu riachuelo...
Imagínate
abrasando la cintura de sueños vacíos constelado en tu ayer
Imagínate
saludar segundos y minutos cautivados en versos y besos que
madrugaron en este incendio de friolenta distancia.
Imagínate
sonar con tus sueños...
Imagínate
nosotros sentados en la esquina de la vida
en espera de que cambie el verano y florezcan en ti
milenarias lágrimas de amor...
Otoño 11 de 2005
Autor:
Ramón Danilo Correa
Besando el crepúsculo de tu riachuelo...
Imagínate
abrasando la cintura de sueños vacíos constelado en tu ayer
Imagínate
saludar segundos y minutos cautivados en versos y besos que
madrugaron en este incendio de friolenta distancia.
Imagínate
sonar con tus sueños...
Imagínate
nosotros sentados en la esquina de la vida
en espera de que cambie el verano y florezcan en ti
milenarias lágrimas de amor...
Otoño 11 de 2005
Autor:
Ramón Danilo Correa
Descalzas lágrimas
Eso Soy
lluvia lívida y suave
de multicolores aromas,tal vez
un principio ,sin final.
Lo que soy para ti hermosa dama
de sonrisa cálida, e incógnita,
de boca soñadora y frágil
como el verso en el tejado
de mi voz
Soy para ti
un velo quizás de promesas
adormecidas con ternura
cargados de silencios y tumultos.
Y deseo ser para ti
mas que unas dudas ,tus verdades
y mirarme en tu rostro ,amado
en un huracán de abrazos
Y como otoñales lágrimas
encenderé el velero encrispado
en el pantano
Hermosa dama, déjame peregrinar en tu
distancia
déjame llorar con tus gemidos
Amor déjame cantar con letras de tu rostro
virtual.......
No se porque me has abandonado
aquí en la orilla del malecón de tu acantilado
en aquella barca sin regreso....
Con estas descalzas huellas
tintare los labios del amanecer
para que gaviotas aniden
y se levanten días poblados de tu ayer...
Autor:
Ramón Danilo Correa
Invierno, 12 de 2009
Eso Soy
lluvia lívida y suave
de multicolores aromas,tal vez
un principio ,sin final.
Lo que soy para ti hermosa dama
de sonrisa cálida, e incógnita,
de boca soñadora y frágil
como el verso en el tejado
de mi voz
Soy para ti
un velo quizás de promesas
adormecidas con ternura
cargados de silencios y tumultos.
Y deseo ser para ti
mas que unas dudas ,tus verdades
y mirarme en tu rostro ,amado
en un huracán de abrazos
Y como otoñales lágrimas
encenderé el velero encrispado
en el pantano
Hermosa dama, déjame peregrinar en tu
distancia
déjame llorar con tus gemidos
Amor déjame cantar con letras de tu rostro
virtual.......
No se porque me has abandonado
aquí en la orilla del malecón de tu acantilado
en aquella barca sin regreso....
Con estas descalzas huellas
tintare los labios del amanecer
para que gaviotas aniden
y se levanten días poblados de tu ayer...
Autor:
Ramón Danilo Correa
Invierno, 12 de 2009
lunes, 9 de febrero de 2009

Santo Domingo
Distrito Nacional
Rep.Dominicana
Primavera,
16/5 / 2008
Epistola a Maximiliano Gomez
(El Moreno)
He pensado
seguir cantando sobre las verdes rocas
que habitan en tu uniforme
de humanidad
Oye
hombre de montañas
Y
pensamientos ultramarinos
Allí
donde se esconden tus discursos
manoseados por el arado tiempo
donde la gramática se subleva
Al yugo milenarios
Ahí
como en aquellos tiranos tiempos
de asesinadas horascas
encontramos el roto crucifijo
secuestrado en el inflamado vientre
de violadas urnas como rameras sepulcrales
Sabes
Hombre
de paz
Han pasado
después de tu confusa partida
37 primaveras
sin ejemplos de muchedumbres
Hoy
que amordazaron la voz
he querido escribirte estos
lluviosos versos
con dos copas de lágrimas
que brotan de mis espejuelos
Al enterarme
que es posible
dibujar el rostro de la democracia
mediante un fraude de ciruelas
Pero como es posible
que tu ayer
este redimido de estambre
proletario
Se
que la estatura de tu
Lucha
deslizada en la faz de la tierra
dominicana
y más allá de las canas del
caribeño Sol
Y en el ingenio Consuelo
y en el fango de las amapolas
resplandece como lavas incandescentes
de tu volcán comunitarios
Te
agiganta
en la moral de este ocaso político
ideados por digitales intelectuales
cibernéticos acuñadores de miserias
donde parece que el cerebro se usa en el bolsillo derecho
Maximiliano
disculpa
El tiempo tan lejano
Y la oscura hora
para escribirte
Pero
aquí debajo de las raíces de la historia
no sabemos el color de la farola
ni la felicidad de la esperanza
que habita en alas de siglos
Los más humildes
aquellos con su Alzheimer
en el pensamiento estomacal
y
cultural
los pobres de tu sacrificio
los que navegaron como tú
en la poética de don Pedro Mir
y don Manuel del Cabral
Ellos los marginados
por el color de su piel
Como tu
que por el color de tus ideas
te mantienen en el calabozo
de los mártires que amaron tanto su patria
que decidieron sembrarse en ella……….
Autor:
Ramón Danilo Correa
Nota:
Maximiliano Gomez (El Moreno)
fue un militante por la libertad del pueblo dominicano,
gran lider sindical y campesino, fue exiliado
por el gobieno del doctor Joaquin Balaguer..
Murio a la edad de 28 años, en forma confusa en Bruselas
capital de Belgica, el 23 de Mayo de 1971, en su apartamento, supuestamente,
por monoxido de carbono,
por una agencia conocida internacionalmente,
segun maquilldos informes de prensa internacional...
martes, 3 de febrero de 2009

Refugiado en el lodo de la muerte
Cuando la cara del humilde
queda maquillada por el lodo
el hambre luce tímida
tras el paso del huracán
o la tormenta que se llevó
su alegría encaramada en vientos
y sus mudas voces
en contaminadas aguas
ahogadas
en el escandaloso silencio democrático…
Estos
huracanes y tormentas
tiranas
que nos besan
con su boca
ensangrentada
de pétalos y mar
con su manto
gris relampagueante
oscurecen
las tenues primaveras
de esta madrugada
sin abrigo….
Porque
Ellos
Con su cobarde furia
desalojan
los bohíos y casuchas
de los oprimidos del trueno
caribeño y latinoamericano…
Ellos
Si ellos
Los residentes en el olvido
lo que en cada verano
abonan la espina del poder
con sus podridos llantos de muertes
sepultados en las cuentas bancarias
en dólares y euros de los discípulos
huracanados
lo sin rostros
carentes de históricos apellidos
comprometidos con el saqueo del Caribe
y la trenza Americana
Como en otras demacradas comunidades
enraizada en el famélico crisol
paraguas de enamoradas lluvias
rumbas de holocaustos caribeños
Estamos ubicados en el
ojo del cíclope del tiempo
y también del bloqueo injusto
que pisotea aquel faro ultramarino de esta frondosa hermana nación
unidas formamos tropicales malecones
Republica Dominicana, Haití, Cuba, Puerto Rico
Jamaica, y demás islas que conforman las Antillas Menores
Aquí
la muerte
sabe a viento
lluvia
en bocanada
de dolor
empapada
de
promesas
ladridos
huracanados
de políticos
que se enriquecen con
la solidaridad internacional
Estos temporales
ventarrones
solo
tumban famélicas caderas
de palmas, sembradas
en el alma miserable de mi tierra
Caribeña y latinoamericana…
Autor:
Ramón Danilo Correa
Lunes 08, Verano, 2006
viernes, 30 de enero de 2009

Ojos de Ambar Marinas
Amplias farolas
de Ámbar
que eclipsa el universo
con sus alegres cantares
de primaveras que madrugan
en estelas acrisoladas
cantoras de auroras
vestidas de amor...
Ese matiz ámbar marinas
esa danza matinal de tus ojos
invitan a la vida
trajinar descalza
por el malecón de lagos
lloviznas y relámpagos
para de esa manera
poblar tus miradas infantiles
de mieles
Déjame mirar con tus dos
amarillentas olas de mar
las raíces atrincheradas en el alma madrugadora
de tu bendecida luces crepuscular
ninfas hermosas
son tus ojos
ámbar marinas
hilos de trigos
Esos faroles
sellan la aurora
de una tarde
uniformada de de sol
en cuyos labios
resplandecen mieles y trigos
mojados de distancias
Es por eso
linda mujer
que todo el día cabe en el jardín de tus ojos
ya que aun así el reloj
sigue girando sin
segundos
minutos
ni horas fijas
para permitir
que tu rostro resplandezca
como mitológico
Follajes ultramarinos..
Autoría:
Ramón Danilo Correa
Verano, 11 de 2004
sábado, 24 de enero de 2009
viernes, 23 de enero de 2009
Alborada

Alborada
En la esquina de tus labios
estoy situado
en espera que florezcan los versos
de tu voz
Amor
porque las niñas de tus ojos
no duermen en las madrugadas
de tu ayer
Que larga espera
la que tengo que transitar
en procura de acariciar
verdes olas
de tu olvido
No es facil
amor
esperar aqui sentado
a la orilla del atardecer
en esta rivera
recondita en tu perfil femenino
desde donde vuelan
y anidan pensamientos
arrodillados
en la cintura del crisol
Para
luego levantar
versos
y
narrativas
entonando la esfigie
redentora de nuestro amor
Estamos latiendo en el corazon de la lluvia
abrigado con la tierna dansa
del caracol
Pero
cielo
nos hemo confudindo
abrasado en la imagen
del resplandor
Autor:
Ramon Danilo Correa
23 de invierno, 2009
lunes, 19 de enero de 2009

Soliloquio
Mi vida
he guardado
en este Otoño
mi rostro
para no ver
desfallecer
aquellos coloridos
pétalos
que una vez
sembramos
en la rivera de estos
huertos de pasión
Alguien
Predica que
en este envejecido
Silencio se embarca
Un laberinto de olvido
No se amor
siempre te espere
sabía
que este no era
el espacio
para
desangrar en lluvias
estos versos crucificados
por hogueras
recónditas
en tu rígida
alma…
Quisiera
Tragarme
Mis ojos
y no volver
A mirar
tu
hermosa boca
de archipiélago
poblado de utópicos
recuerdos ...
Autor:
Ramón Danilo Correa
01 de Otoño, de 2008

Panegirico del tiempo
He decidido
no borrar
la sangrienta alborada
vertida en el alma del barrio
Aquellos muchachos
que dejaron sus canas
en el rostro de este Otoño..
Daniel
Federico
Ernesto
María
José
Clavel
El cojo
Susana
entre otros
no menos valerosos que cayeron
besando los poros de las victorias
aposentadas en libertarios gritos
El siglo
no ha podido
secuestrar la aurora de estas
voces proletarias
en el aroma de estas calles
y en resbalones de celdas
pintadas con materias fecales
brotadas del cerebro de estos Cíclopes
cavernarios
En caminos y avenidas transparentes
quedan huellas intachables de crisoles
subterraneos
hoy
de Mariposas
perfumadas de sudor y sangre
Donde están
los cobardes fusiles
que oscurecieron las ideas de babel
que oxidaron vidas uniformadas
de poder
Pero
en las paredes de mi comunidad citadina
veo la juvenil alegría de ellos
los muchachos y muchachas
florecidas de ayer
En las montañas de Rep Dominicana
escucho
alboradas en Caracoles
emancipadas
por el coronel
Francisco Alberto Caamaño
Y en el tímpano del tiempo
al líder
de masas
Dr., José Francisco Peña Gómez
tejer con sus ideas
la trenza de la patria...
Al profesor
Juan Bosch
alfabetizar el hambre y la justicia social
de mi pueblo
Las Hermanas Mirabal:
Patria, Minerva y María Tereza
se inmolaron
al escupir y desmontar el rostro del tirano
(Rafael Leonidas Trujillo)
Los dominicanos
Observamos la memoria audible del comandante
Dr.Manuel Aurelio Tavares Justo
_Manolo_
habitar en las huellas del Che
con las manos llenas de estrellas para iluminar Las Manaclas
(Montañas Quisqueyanas)
En el vientre caribeño y latinoamericano
germina y se levanta la imagen
de la nueva democracia
encadenada por oxidadas sangres
del ocaso.....
Viva el triunfo de la primavera
en la falda de las playas y en
el corazón de las palmeras
Autor:
Ramón Danilo Correa
Viernes 10 de Otoño, 2008

Eres tan elegante que duele
Es así que la imaginación
se purifica
cuando abriga la piel de tu belleza
No se
amor
si ese dolor es necesario
para besar de manera salvaje
el Orinoco de tus montañas
Mi sed
se calma al beber
gota a gota
el pigmento de tus ojos
Mi cielo
es tan hermoso
aun
aquel dolor
de tu primera
primavera...
Todo ese universo de hermosura
que posa en tu geografía femenina
no cabe en espinas masculina
de algunos acantilados del lodo
que se quedaron en el jardín
de ese infiel otoño
Pero siguen llorando
de distancia
las niñas de tus ojos
adolorida de belleza
Mujer
Eres tan bella que gimes
florecida de verano
Desde
aquellos faroles
frío de fuego lento
se desvisten palmeras
He dicho que es tan elegante
la espiga del amor en ti
que corrompe el código
lingüístico
para escribir
en clorofila
la sinfonía
de la elegancia
dolorosa de tus primaveras..
Eres tan hermosa que duele
Autor:
Ramón Correa
Invierno caribeño
2009
martes, 23 de diciembre de 2008
HOMENAJE
AL LEVANTAMIENTO DEMOCRATICO
CONTRA EL GOLPE DE ESTADO AL GOBIERNO
CONSTITUCIONAL DEL PROFESOR JUAN BOSCH
CAYERON EL 21 DE DICIEMBRE DEL 1963
EN LA FALDA DE LA PATRIA
EL LEJENDARIO MANUEL AURELIO
TAVAEREZ JUSTO (MANOLO) Y SUS COMPAÑEROS




Himno al 14 de Junio
Llegaron llenos de patriotismo,
enamorados de un puro ideal
Y con su sangre noble encendieron
la llama augusta de la libertad.
Su sacrificio que Dios bendijo
la Patria entera, glorificará
Como homenaje, a los valientes
que allí cayeron por la libertad.
14 de Junio, gloriosa gesta nacional.
Tus mártires están en el alma popular
Hermanas Mirabal, heroínas sin igual
Tu grito vibrante, es el alma de la Patria inmortal.
Llegaron llenos de patriotismo,
enamorados de un puro ideal
Y con su sangre noble encendieron
la llama augusta de la libertad
Su sacrificio que Dios bendijo
la Patria entera, glorificará
Como homenaje, a los valientes
que allí cayeron por la libertad.
Música: Héctor Jiménez
Letra: Vinicio Echavarría, Leandro Guzmán, Ángel Concepción
AL LEVANTAMIENTO DEMOCRATICO
CONTRA EL GOLPE DE ESTADO AL GOBIERNO
CONSTITUCIONAL DEL PROFESOR JUAN BOSCH
CAYERON EL 21 DE DICIEMBRE DEL 1963
EN LA FALDA DE LA PATRIA
EL LEJENDARIO MANUEL AURELIO
TAVAEREZ JUSTO (MANOLO) Y SUS COMPAÑEROS




Himno al 14 de Junio
Llegaron llenos de patriotismo,
enamorados de un puro ideal
Y con su sangre noble encendieron
la llama augusta de la libertad.
Su sacrificio que Dios bendijo
la Patria entera, glorificará
Como homenaje, a los valientes
que allí cayeron por la libertad.
14 de Junio, gloriosa gesta nacional.
Tus mártires están en el alma popular
Hermanas Mirabal, heroínas sin igual
Tu grito vibrante, es el alma de la Patria inmortal.
Llegaron llenos de patriotismo,
enamorados de un puro ideal
Y con su sangre noble encendieron
la llama augusta de la libertad
Su sacrificio que Dios bendijo
la Patria entera, glorificará
Como homenaje, a los valientes
que allí cayeron por la libertad.
Música: Héctor Jiménez
Letra: Vinicio Echavarría, Leandro Guzmán, Ángel Concepción
viernes, 19 de diciembre de 2008

Milvio Pérez
Es el fotoreportero que tomó
imágenes de la batalla Hotel Matum.
en Santiago
Un fotógrafo que desafió el peligro en busca de imágenes para la historia
Los momentos más candentes de la historia dominicana, desde la caída del trujillato hasta pasada la revolución de abril, fueron detenidos por su cámara Pentax. Por eso sus fotos no sólo recorrieron el mundo en las primeras páginas de diarios nacionales y extranjeros, también están obligatoriamente en los libros que narran el acontecer de esos días.
Milvio Pérez, sin embargo, es más que un fotógrafo perseguidor de la acción que desafió el peligro de la guerra y de la represión arbitraria en las manifestaciones políticas. Es un revolucionario que quiso dar a conocer al mundo, a través de imágenes impresionantes, la situación de injusticia y coerción que padecían los dominicanos en esos años convulsos, lo que motivó que fuera allanado su popular estudio de la Arzobispo Nouel 37 y él perseguido cuando al activista haitiano Daniel Sansarix le ocuparon una tarjeta son su dirección y número de teléfono.
Manuel Aurelio Tavárez Justo es su líder inolvidable. Con él, Ramón Francisco Carvajal Martínez, Leandro Guzmán, Juan Miguel Román "y Manolito Betancourt, que era como la mascota de Manolo", recorrió el país. Eran inseparables. Se enorgullece al expresar que "todas las fotos de Manolo, todas, sin excepción, las tomé yo". Pertenecía al Movimiento Revolucionario 14 de Junio, del cual era Tavárez Justo máximo dirigente, y le acompañó en sus actividades políticas, menos en la guerrilla de 1963. "Me opuse porque pensaba que ese movimiento tenía que ser urbano, irse a las montañas era inmolarse. Y así fue", dice. No obstante, para él Manolo es el político más importante de aquella época, "abogado, con formación política, sereno, calculador, claro, con una convicción revolucionaria inigualable. Con él nos llevaron a medio país", manifiesta. Proyecta publicar un libro gráfico del 14 de Junio.
Milvio Pérez se lanzó por primera vez a las calles con su cámara en 1961, porque su espíritu inquieto y previsor no podía dejar pasar inadvertidos la persecución y los desmantelamientos a espías y calieses del trujillismo. De la calle Braulio Álvarez se trasladó al Conde y estuvo presente también en la Universidad de Santo Domingo cuando comenzaron a caer bustos, estatuas y tarjas del tirano.
"Me fui destacando. Comencé a darle fotos al Chino Ferreras y algunos periódicos de fuera". Cubrió el histórico juicio a los asesinos de las hermanas Mirabal y recorrió las islas Saona y Beata a bordo de la Fragata 105 "con el mayor Stridels", localizando presos políticos de la llamada "Era". Estuvo al lado de familiares de antitrujillistas desaparecidos empeñados en identificar los cadáveres de sus parientes. Su cámara siguió el curso de todos los acontecimientos públicos posteriores. Retrató al Presidente Bosch en campaña, en la toma de posesión, en su mandato. El 24 de abril de 1965 se preparaba a inaugurar su librería Cultura, C. por A., especializada en propaganda rusa, "como libros de Nikita Kruschev, La mujer soviética, Novedades de Moscú y otros", cuando estalló la guerra. "Ya los corresponsales de prensa extranjera iban a donde mí a buscar fotos, San Juan Review, dos periódicos de México tenían acreditados aquí sus representantes", cuenta recordando a la periodista chilena Florángel Cárdenas, su más asidua visitante.
El fotógrafo de abril
Milvio Bernardo Pérez Pérez nació en Río Verde, Cutupú, La Vega, el 26 de mayo de 1939, hijo de María Cleotilde Pérez y Bernardo Pérez García, quien prefirió alfabetizarlo él personalmente para que en la escuela no le enseñaran a decir "Viva Trujillo" al izar la bandera.
Comenzó a enamorarse de la fotografía enviando las poses que tomaba con una camarita de cajón a un "embullo" que dejó en Gurabo al Medio, Santiago, y que revelaba en la Foto China, en la avenida San Martín donde pasó a ser empleado del dueño. Luego instaló su propio cuarto oscuro en la María Montez, El Dorado, hasta que se trasladó a la zona colonial que lo lanzó a la fama por sus gráficas de la contienda bélica de abril.
"Al matar a Manolo dejé el 1J4 y pasé a ser miembro del Partido Socialista Popular con José Israel Cuello, Asdrúbal Domínguez, Luis Gómez Pérez, Edmundo García, Ariosto Sosa, Delta Soto, Nicolás Pichardo, Edna de Mesa, Manuel Escobar, Del Orbe, los hermanos Doucudray". El primer personaje que retrató después del estallido, recuerda, fue a Silvano Lora en la incineración de Prensa Libre, en El Conde esquina Espaillat.
A esa siguieron las protestas, los desfiles, mítines, tiroteos y la novedad de los hombres rana. Su cámara estuvo en acción "cuando quemaron las oficinas de Ángel Severo Cabral, en la Padre Billini"; en el momento en que un interventor yanqui asesinó a Feliciano Matos porque se negó a recoger basura; en el ametrallamiento a los estudiantes en el Palacio Nacional; el día de la entrada de los marines a Ciudad Nueva; en el asalto al hotel Matum, de Santiago, y Milvio Pérez fue, además, el que retrató a casi todos los revolucionarios para su identificación constitucionalista por lo que el escritor cubano Antonio Llano Montes lo puso en la lista de comunistas de su libro Barricada.
Entonces la figura de quien estuvo más cerca, día tras día, fue Manuel Ramón Montes Arache, por eso pudo retener en el tiempo cada movimiento suyo y de sus famosos hombres rana, recogiendo las lamentables muertes de André Riviere e Illio Capocci, sus lugartenientes. "Aunque iba a visitar todos los días a Caamaño al edificio Copello, pasaba más tiempo con Montes Arache, Lachapelle, Cabito Gautreaux, Euclides Gutiérrez, Héctor Aristy, Lora Fernández, Manolo González, Alberto Malagón...". Empero, son muchas las imágenes del ex Presidente Constitucionalista en mítines, marchas, desfiles, firmas de acuerdos, tiroteos, reunido o caminando junto a sus colaboradores de confianza...
De la revolución no sólo sacó el mayor número de fotos sino una herida en el muslo derecho en el ametrallamiento al Palacio Nacional el ocho de febrero. "De donde no pensaba que saldríamos vivos fue del Matum. Si no es por Montes Arache y sus hombres rana, no estuviéramos contándolo". El superior de este cuerpo lo envió a las cinco de la madrugada a presidir la caravana porque su vehículo decía "Prensa-Press", "y yo los llevé hasta Santiago", narra Milvio Pérez que entonces era un decidido joven veinteañero. "Comenzando el tiroteo en el cementerio tiré mi primera foto de acción cuando sacaban a Caamaño que estaba frente a la tumba de Fernández Domínguez. Fuimos a desayunar al Matum y volvieron de nuevo los tiros. Estaba al lado de la periodista Aleyda Fernández y oí cuando Caamaño le dijo a Montes Arache:
"¡Tranquilos, esto es una provocación!" pero ahí ¡boom, fuego!", comenta. Recuerda que Montes había desobedecido la orden de sólo llevar el arma de reglamento y mandó a colocar las largas en los baúles de los vehículos. "En la misa, Caamaño se dio cuenta y él le dijo: "¿tú te crees que esta vaina terminó?".
Milvio no es sólo testimonio gráfico. Cuenta también relatos vívidos de lo acontecido y cita a casi todos los actores, testigos, protagonistas, víctimas inocentes de ese y otros hechos. "Pedrito Russo, Manolo Bordas, Peña Gómez, Amaury Germán, Ibarra Ríos, Alfredo Manzano, Guido Gil, Núñez Noguera, Sucre Félix, Piky Lora, Peña Taveras, Antonio Guzmán, García Germán, Jottin Cury, Brinio Díaz, García Godoy, Salvador Jorge Blanco, están también en sus fotos y remembranzas. Uno de los momentos más ardientes capturados por su cámara fue cuando el cónsul americano se acercó a Caamaño en Santiago para sacar de la localidad a los ciudadanos de su país. "Sin que siguiera hablando, Montes ordenó: ¡tránquenlo!". Era nuestra garantía de seguridad", expresa.
Pérez está casado con Juana Mercado, madre de sus hijos Janell, Milvio y Bernardo. Abandonó la acción al llegar Balaguer a la presidencia pues se dedicó a hacerle oposición como integrante de una célula de la izquierda. Pero se ha mantenido al tanto de los adelantos fotográficos, siguiendo el devenir, y firme en sus principios revolucionarios. Piensa que "hasta que no desaparezcan los americanos, el mundo no será libre, porque cualquier movimiento para reivindicar un país, ellos lo tronchan". Igual opina de los curas.
Sus fotos son, por sobre todo, el testimonio más fiel de sus desvelos de igualdad e inquietud por preservar en gráficas la historia. "Fidelio Despradel y una hija de Luis Gómez dicen que soy el fotógrafo de los años luz".
Fuente: Ángela Peña/www.hoy.com.do
14 Enero 2006
lunes, 15 de diciembre de 2008

ENRIQUILLO SANCHEZ.
POETA DE POSTGUERRA
1947_2004
Agosto trae el calor, el olor del mar y a Enriquillo Sánchez, el Poeta… y la palabra. Una llamada teléfonica a doña Evangelina, la madre, la venerada madre, abre las puertas al Enriquillo vivo, al corazón latente del poeta precoz, y la dulzura de la mujer nos provoca hurgar en las sombras suaves donde habitan los papeles teñidos de palabras por el escritor.
Vamos tras lo desconocido, en busca de un garabato inédito, de un proyecto quizá inconcluso… y entre remembranzas y anécdotas doña Evangelina nos entrega un “pequeño jirón de su alma”, unos manuscritos que el hijo poeta le había confiado hace ya más de dos décadas: un poema dedicado a Christy, su esposa, y un cuaderno que contiene los versos de “El albañil celeste”.
Poemas que viven entre la intimidad de las manos amorosas de la madre, que los conserva y los atesora. Me confía ella el legajo de papeles y corro rápido a transcribirlos, a asesinar el anonimato.
Enriquillo tenía la capacidad de embadurnarse de las cosas simples, manosearlas y convertirlas en poesía, en narraciones hermosas. Para él “cumbanchear”, pasarla en un bar de mala muerte, entre ron y bullicio desenfrenado de parroquianos borrachos, era tan inspirador como leer a Sartre o a Sócrates. Disfrutaba el mar, el mar y su entorno. Comer en la carretera, comer en casa ajena, quizá explorando sabores y olores que eran materia prima de su expresión literaria.
En “Poema de Albertina Rosa” Enriquillo da pinceladas a lo simple, al entorno marino y al espacio lúdico íntimo del hogar. Canta su amor y su pasión. Expresa la plenitud del amor maduro, conquistado, pero apreciado en su justa dimensión.
En cambio, en “El albañil celeste” el poeta trasciende la realidad y se sumerge en una maraña espiritual, en el surrealismo y la magia; se transmuta por lo Divino, por el Supremo con nuevos Mandamientos; abre veredas hasta ahora desconocidas para llegar a niveles más altos de convivencia con la naturaleza de Dios.
Poema de Albertina Rosa
(para Christy De los Santos, que comprende a
Albertina, y que con ella olvida, sobre el lomo de un pagaré vencido,
el tonto, loquísimo juego del mar a la ternura y los garabatos, y la
cabrilleante, la cabrilleante… Porque la ternura cabrillea,
cabrilleemos… Porque los cabrilleantes garabatean,
garabateemos…
Porque el mar, porque el mar, porque el mar…
A Christi De los Santos)
Me ensucian tus ojos de llovizna de pez
y te ensucia mi voz con sus cedros de otoño,
guerrillera, guerrillera,
y estamos sucios los dos en la herida marina
del dulce sucio borracho de un perro o de un ángel
que nos enchumban de estrellas de música o azogue
donde muerde el espejo con su cencerro lento.
Estamos sucios, amor, en la llovizna dormida.
Lavamos la lengua con un agua callada.
Al alba, en los puertos, desnudamos pañuelos.
Al alba, en los puertos, desnudamos medusas.
Pañuelo desnudo, guerrillera: que baila en tus medusas.
Me has dado lo que tienes y lo que no tienes.
He derrotado a todos sin derrotar a nadie.
Quiero tu hambre, tus uñas.
Quiero tus pájaros de frío.
Quiero tu saliva, tus sandalias.
Quiero tu noche, tu aliento lácteo.
Quiero tu guitarra, tus islas, tus gendarmes.
Quiero tu boca y el olvido.
Quiero la nieve con que escribes la palabra arrecife.
Quiero cementerios y gacelas.
Quiero tus canciones si tu cintura canta.
Quiero morir donde nacen tus ojos,
maestra de la lluvia y de la harina.
Quiero morir donde nacen tus ojos, enemiga.
A dentelladas. A peces. A cocuyos.
Que diga tu boca lo que no dijo la música,
que digan tus manos lo que no dijo el otoño,
que diga yo en tu vientre lo que no dijo la tierra,
y que nos vayamos los dos, por ahí, camino de nosotros,
camino de la oruga,
con dos flautas de millo en la brisa mojada.
Después, despiértame.
Despiértame, guerrillera.
Despiértame de tus ojos.
Y cuéntame los sueños.
Santo Domingo, viernes 13 de septiembre de 1985
El albañil celeste [fragmentos]
Ama
Porque compites con todos, no compites con nadie.
Compites con la rosa y su fulgor en la penumbra del aljibe.
Compites con un coleóptero en el rastro centelleante del firmamento.
Compites con un trébol que duerme como una canción de febrero en el camino.
Ni siquiera tienes que perdonar.
Nada ha ocurrido
–nada ocurre, nada ocurrirá–
que tengas alguna vez que perdonar.
La vida siempre tienen sentido
y perdonar es admitir que en alguna ocasión no lo tuvo.
Apura la miel que hacen las abejas
y el acíbar que hacen los hombres a su paso por el mundo.
Son la misma dulce cosa,
Si es que aprendes a saborear con delectación
la amable torpeza de un hermano.
Dedica tus mayores fuerzas a la furiosa cacería del amor.
Inscríbete en el mágico rumor de las esferas.
Sufre y baila
Nadie lleva las cuentas del miedo.
Nadie lleva las cuentas del júbilo.
El dolor duerme en la misma habitación de la alegría.
Mueres para resucitar y naces para morir.
Estamos todo el tiempo muriendo
para nacer todo el tiempo
en las orillas unánimes del relámpago.
Relámpago sus ojos.
Relámpago la aurora.
Relámpago la muerte.
Vives constelado de fósforo y sentido.
Hay música más allá de la música
y fuego más allá del fuego,
allí donde la rosa se desnuda
y un pájaro duerme entre tus manos.
No lo leas
Deja tu destino para el último momento
y celebra cada instante incierto de la vida
como si fuera el último y el único de todos los instantes.
Ser sabio no es un peso ni una ventaja.
La sabiduría es la obra de una coherencia,
sin duda porque estás ocupado fluyendo con los astros.
La sabiduría es una empresa de fraternidad con el rocío.
Respeta el orden que te constituye.
Comulga
Comulga con el trigo y los donceles,
Comulga con la noche y las doncellas.
La comunión es una fiesta.
El universo es comunión permanente.
Que comulgue el firmamento con la tierra
y que comulgue el río con los astros.
Vivir en comunión
es el único secreto del que puedes ufanarte.
Autoriza el milagro
Ve por la vida
con una parte de ti en la tierra
y otra parte de ti en los astros.
Espera cada día las buenas noticias de la Creación.
Son noticias de pez
que duerme en los aposentos de la lluvia
y noticias de golondrina
que besa en el viento la piel maravillosa del verano.
Sal al estallido de Dios
o al estallido de la verdad
o al estallido pequeño del amor,
que camina de puntillas por sus labios.
PERSONAL
Enriquillo Sánchez nació el 25 de agosto de 1947. Poeta, articulista profundo y provocador, ensayista y publicista. Además fue un destacado articulista en diferentes periódicos dominicanos, en los que trataba con una excelente prosa temas de la cotidianidad dominicana y la universal.
En 1966 ganó el Concurso Dominicano de Cuentos y posteriormente el Premio Latinoamericano de Poesía. Entre sus obras figuran “Pájaro dentro de la lluvia”, “Para uso oficial solamente”, “Una vida para la libertad” , “Musiquito, anales de un déspota y un bolerista”, “Antología Mayor de la Literatura Dominicana (XIXXX)”. Postmorten se han publicado “Devo[ra]ciones” y “Rayada de pez”.
Descendiente del prócer dominicano Francisco del Rosario Sánchez, escribió en 1983 Pájaro dentro de la lluvia, que le valió un Premio Anual de Poesía.
En 1985 publicó Sherif On Ice Cream Soda, obra con la que obtuvo el Premio Latinoamericano de Poesía Rubén Darío, que se otorga en Nicaragua. Falleció el 13 de julio de 2004, luego de luchar contra un infarto cardíaco.

MARCIO VELOZ MAGGIOLO
POETA ENSAYISTA
POSTGUERRA
Nació en Santo Domingo el 13 de agosto de 1936. Narrador, poeta, ensayista, crítico literario, arqueólogo y antropólogo. Hijo de Francisco Veloz Molina y Mercedes Maggiolo. Cursó su educación primaria en la Escuela México y la secundaria en el Liceo Presidente Trujillo y la Escuela Hostos; se graduó de Bachiller en esta última en 1957. Es licenciado en Filosofía y Letras por la Universidad Autónoma de Santo Domingo (1962) y Doctor en Historia de América de la Universidad de Madrid (1970). También hizo estudios superiores de periodismo en Quito, Ecuador. Fue subsecretario de Estado de Cultura, Director del Departamento de Investigaciones del Museo del Hombre Dominicano, Director del Departamento de Antropología e Historia de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, Director-fundador del Departamento de Extensión Cultural de la misma universidad y Director del Museo de las Casas Reales. Además, se desempeñó como Embajador en México, Perú y Roma. Entre los múltiples galardones que ha recibido por su obra creativa figuran: Premio Nacional de Poesía (1961) con Intus; Premio Nacional de Novela (1962) con El buen ladrón; Premio Nacional de Novela (1981) con La biografía difusa de Sombra Castañeda; Premio Nacional de Cuento (1981) con La fértil agonía del amor; Premio Nacional de Novela (1990) con Materia prima; Premio Nacional de Novela (1992) con Ritos de Cabaret; Premio Nacional de Literatura (1996) y Premio Feria Nacional del Libro (1997) con Trujillo, Villa Francisca y otros fantasmas. Parte de su obra narrativa y ensayística ha sido traducida al inglés, italiano, francés y alemán. Es uno de los escritores dominicanos contemporáneos más prolífico y más difundido nacional e internacionalmente.
Obras publicadas
Literarias: El sol y las cosas (1957), El buen ladrón (1960), Creonte y seis relatos (1961), Intus (1962), El prófugo (1962), Judas - El buen ladrón (1962), La vida no tiene nombre (1965), Los ángeles de hueso (1966), Cultura, teatro y relatos en Santo Domingo (1969), De abril en adelante (1975), Sobre cultura dominicana (1977), De dónde vino la gente (1978), Sobre cultura y política cultural en la República Dominicana (1980), La biografía difusa de Sombra Castañeda (1981), La palabra reunida (1981), Novelas cortas (1981), La fértil agonía del amor (1981), Apearse de la máscara (1986), Florbella (1986), Cuentos, recuentos y casicuentos (1986), Poemas en ciernes y Retorno a la palabra (1986), Materia prima (1990), Ritos de cabaret (1992), El Jefe iba descalzo (1993), Trujillo, Villa Francisca y otros fantasmas (1996). El hombre del acordeón (2003), La mosca soldado (2004).
Antropológicas y científicas: Arqueología prehistórica de Santo Domingo (1972), El precerámico de Santo Domingo, nuevos lugares y su posible relación con otros puntos del área antillana (en colaboración con Elpidio Ortega, 1973), Esquema para una revisión de nomenclaturas arqueológicas del poblamiento precerámico de las Antillas (en colaboración con Plinio Pina y Manuel García Arévalo, 1974), El Caimito: un antiguo complejo ceramista de las Antillas Mayores (en colaboración con Elpidio Ortega y Plinio Pina, 1974), Cayo Cofresí, un sitio precerámico de Puerto Rico (obra conjunta, 1975), Arqueología de Yuma, República Dominicana (en colaboración con Mario Sanoja, Iraida Vargas y Fernando Luna Calderón, 1976), Medio ambiente y adaptación humana en la prehistoria de Santo Domingo, 2 vols. (1975 - 1976), Arqueología de Cueva de Berna (obra conjunta, 1977), Arqueología de Punta Garza (obra conjunta, 1977), Arte indígena y economía en Santo Domingo (1977), Pipas indígenas de Santo Domingo y Puerto Rico (1978), Investigaciones arqueológicas en la provincia de Pedernales (obra conjunta, 1979), Las sociedades arcaicas de Santo Domingo (1980), Vida y cultura en la prehistoria de Santo Domingo (1980), Los modos de vida mellacoides (en colaboración con Elpidio Ortega y Angel Caba, 1981), La arqueología de la vida cotidiana (1981), Estudio arqueológico del poblado circular precolombino de Juan Pedro (en colaboración con Elpidio Ortega, 1986), Panorama histórico del Caribe precolombino (1990), La fundación de la villa de Santo Domingo (en colaboración con Elpidio Ortega, 1991) y La Española antes de Colón (1993).
Por todos estos méritos literarios y culturales, se le dedica la IXFeria Internacional del Libro Santo Domingo 2006.

PEDRO PEIX
POSTGUERRA
Nació en Santo Domingo el 20 de marzo de 1952. Cuentista, novelista y poeta. Se graduó de Licenciado en 1976 en la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña. En 1982 se desempeñó como director interino de la Biblioteca Nacional y, posteriormente, como subdirector de cultura de la Secretaría de Estado de Educación. Fue columnista del periódico Listín Diario. Ha recibido varios galardones en el concurso de cuentos de Casa de Teatro, entre ellos: segundo lugar con ?La despedida? (1977), mención de honor con ?Responso para un cadáver sin flores? (1978), segundo lugar con ?Los hitos? (1979) y el primer lugar con ?La quimera de la muerte? en 1992. También obtuvo el Premio Nacional de Cuentos en 1977, con el libro ?Las locas de la Plaza de los Almendros?. En 1981 publicó la antología de cuentos dominicanos ?La narrativa yugulada?, considerada uno de los compendios más completos del género en el país. Articulista polémico, actualmente publica una columna que circula fotocopiada por diversos puntos de la ciudad. La indiscutible calidad de su estilo lo ha convertido en uno de los principales cuentistas dominicanos de las últimas décadas.
Ha publicado los libros ?El placer está en el último piso? (novela, 1974); ?Las locas de la Plaza de los Almendros? (cuentos, 1978); ?La noche de los buzones blancos?, (cuentos, 1980); ?El brigadier o la fábula del lobo y el sargento?, (novela, 1981); ?Los despojos del cóndor? (novela, 1985); ?Pormenores de una servidumbre? (cuento, 1985); ?El parnaso de la memoria? (poesía, 1985); ?La narrativa yugulada? (antología, 1981).

JEANNETTE MILLER
POETA POSTGUERRA
Biografía
Jeannette Miller nació en Santo Domingo el 2 de agosto de 1944) Poeta, ensayista, educadora y crítica de arte. Hija de Freddy Miller Otero y Rosa Rivas. Cursó su educación primaria y se-cundaria en Santo Domingo en los colegios Apostolado y María Auxi-liadora, respectivamente. Licenciada en Letras por la Universidad Autó-noma de Santo Domingo. Fue pro-fesora de esa misma universidad, de la Universidad Central del Este y de la Escuela Nacional de Bellas Artes. Ha dirigido numerosos talleres y seminarios sobre Gramática Españo-la y Redacción en diferentes insti-tuciones públicas y privadas. Ha sido jurado de los más importantes con-cursos de Literatura y Artes Plásti-cas celebrados en el país. Lleva muchos años dedicada a la crítica de Arte a través de la prensa nacional, especialmente en los periódicos El Caribe y Hoy. Es miembro del Pa-tronato del Museo de Arte Moderno de Santo Domingo y de la Casa del Escritor Dominicano. Entre los reco-nocimientos recibidos por su aporte a la Literatura y a las Artes Plásticas dominicanas, figuran: Premio de Investigación Teatro Nacional (1975), Premio a la Crónica y Críti-ca de Arte (1976) y Supremo de Plata Joyces (1977). Parte de su producción poética aparece en las antologías Poesía de post-guerra /joven poesía dominicana, de Andrés L. Mateo; Contemporary Women Authors of Latin American, editada por Brooklyn College, Voces feme-ninas del mundo hispánico, de Rami-ro Lagos; Sin otro profeta que su canto, de Daisy Cocco De Filippis; Dos siglos de literatura dominicana, de José Alcántara Almánzar y Anto-logía histórica de la poesía domini-cana del siglo XX, de Franklin Gutiérrez.
JEANNETTE MILLER
BIBLIOGRAFIA ACTIVA
POESIA. Fórmulas para combatir el miedo. Santo Domingo: Editora Taller, 1972. Fichas de identidad/Estadía. Santo Domingo: Editora Taller, 1985.
ENSAYO. Participación de la mujer en el proceso electoral dominicano. Santo Domingo: s. n., 1975. Gilberto Hernández Ortega o la trascendencia de un mundo mágico y poético. Santo Domingo. Galería de Arte Moderno, 1978. Historia de la pintura dominicana. Santo Domingo: Editora Amigo del Hogar, 1979. Actualización ortográfica. Santo Domingo: Oficina Nacional del Presupuesto, 1980. Guía de la Galería de Arte Moderno. Santo Domingo: Galería de Arte Moderno, 1982. Paul Guidicelli: sobreviviente de una época oscura. Santo Domingo. Galería de Arte Moderno, 1983. Fernando Defilló, desde el origen hacia la libertad. Santo Domingo. Galería de Arte Moderno, 1983. Fernando Defilló: mundo paralelos. Santo Domingo: Amigo del Hogar, 1985. Paisaje dominicano: pintura y poesía. Santo Domingo: Banco Hipotecario Dominicano, 1992. José Rincón Mora. Santo Domingo: Centro cultural Hispánico, 1996. Arte dominicano, artista españoles y modernidad: 1920-1961. Santo Domingo: Centro Cultural Hispánico, 1996. Noemí Ruiz y la poesía visual del trópico. San Juan, Puerto Rico: s.n., 1997. Gaspar Mario Cruz: poeta de las formas. Santo Domingo: s. n., 1997.
domingo, 14 de diciembre de 2008
LA POESIA DE POSTGUERRA.
Los poetas de post-guerra fueron aquellos que, en pleno desarrollo de la Guerra de abril de 1965 y durante la primera década que siguió a ésta, pusieron la protesta en primer plano y asumieron el compromiso histórico de repudiar incondicionalmente la segunda intervención norteamericana a la República Dominicana al tiempo que intentaron, a través de su canto, de sepultar para siempre el espíritu diabólico de la tiranía trujillista, rechazando toda posibilidad de supresión de las libertades individuales. Los Poetas de post-guerra hay que dividirlos en dos categorías: poetas escogidos y poetas excluidos 42.
Los escogidos fueron aquellos que encontraron protección y apoyo en las páginas del suplemento literario Aquí, del periódico La Noticia, bajo la dirección de Mateo Morrison, uno de los principales representantes de dicha promoción. Entre los que disfrutaron el privilegio de figurar entre los escogidos estaban: Norberto James Rawlings, Enriquillo Sánchez, Andrés L. Mateo, Alexis Gómez Rosa, Enrique Eusebio, Federico Jóvine Bermúdez, Tony Raful, José Molinaza, Soledad Alvarez, Miguel Aníbal Perdomo y Luis Manuel Ledesma. Los excluidos nunca o muy escasas veces tuvieron acceso a las páginas de Aquí, el medio que difundió más ampliamente la producción literaria de entonces. Entre los principales excluidos se destacan: José Enrique García, Josefina de la Cruz, René Rodríguez Soriano, Pedro Pablo Fernández Tomás Modesto Galán, Radhamés Reyes Vásquez, Wilfredo Lozano, Domingo de los Santos y Chiqui Vicioso.
A partir de 1965 aparecieron varias agrupaciones literarias que funcionaban como peque-ños talleres literarios. En ellas se reunían los Independientes del 48, los poetas de la Generación del 60 y los Poetas post-guerra. El orden de aparición de estas agrupaciones es como sigue: El Puño (1966), en la que militaban Iván García, Miguel Alfonseca, Enriquillo Sánchez, René del Risco Bermúdez, Ramón Francisco y Marcio Veloz Maggiolo; La isla (1967), integrada por Antonio Lockward Artiles, Wilfredo Lozano, Norberto James Rawlings, Andrés L. Mateo y Fernando Sánchez Martínez; La antorcha (1967), que agrupaba a Mateo Morrison, Soledad Al-varez, Alexis Gómez Rosa, Enrique Eusebio y Rafael Abreu Mejía; La máscara (1968), compuesto por Aquiles Azar, Héctor Díaz Polanco y Lourdes Billini43. Al mismo tiempo funcionaba el Movimiento Cultural Universitario (MCU), que reunía en sus secciones sabatinas de literatura a casi todos los grupos antes mencionados, más los poetas y escritores que provenían de los clubes culturales localizados en los barrios marginados de Santo Domingo y que no pertenecían a ninguna parcela literaria.
El impulso logrado por las letras nacionales inmediatamente después de la Guerra de abril de 1965 no se limitó sólo a la ciudad de Santo Domingo. En varias provincias del país se formaron círculos literarios, casi siempre ignorados por los intelectuales de la capital, que sirvieron para estimular a jóvenes provincianos cuyos escritos no tenían cabida en los escasos medios de difusión existentes. De esa forma se sumaron a la bibliografía literaria dominicana los nombres de Manuel Mora Serrano y Francisco Nolasco Cordero, fundadores del Grupo Amidado, en sus diferentes etapas: "Manuel Mora Serrano, Francisco Nolasco Cordero, Alberto Peña Lebrón, Héctor Amarante, Cayo Claudio Espinal, José Enrique García, Elpidio Guillén Peña, Orlando Morel, Pedro Pompeyo Rosario, Pedro José Gris, Emelda Ramos, Rafael Castillo y Sally Rodríguez". La publicación de poemarios fue escasa entre 1965 y 1970, los medios más utilizados por los poetas para divulgar sus obras fueron los recitales y lecturas en clubes cul-turales, parques, estadios deportivos y otros lugares públicos.
En la década de los 70, espe-cialmente los cuatro primeros años, la publicación de poemarios se redujo considerablemente. Entre 1971 y 1973 se publicaron los siguientes poemarios: Imperio del grito (Radhamés Reyes Vásquez, 1971), La luz abre un paréntesis (Rafael Abreu Mejía, 1971), Raíces de la hora (Domingo de los Santos, 1971), Los poemas del ferrocarril central (Lockward Artiles, 1971), Juegos reunidos (Pedro Vergés, 1971), La provincia sublevada (Norberto James Rawlings, 1972), Fórmulas para combatir el miedo (Jeannette Miller, 1972), El diario acontecer (Pedro Caro, 1972), La poesía y el tiempo (Tony Raful, 1972), Poemas decididamente fuñones (Apolinar Núñez, 1972), Oficio de post-muerte, (Alexis Gómez Rosa, 1973), Desde la presencia del mar hasta el centro de la vida (Enrique Eusebio, 1973), Ultimo universo (José Molinaza, 1973), La esperanza y el yunque (Wilfredo Lozano, 1973), La muerte en el combate (Radhamés Reyes Vásquez, 1973), Canto a mi pueblo sufrido (Franklin Gutiérrez, 1973), Gestión de alborada (Tony Raful, 1973), Aniversario del dolor (Mateo Morrison, 1973) y Poemas sorpresivos (Apolinar Núñez, 1973). Los títulos de dichos poemarios sugieren el tipo de discurso poético practicado por los Poetas de post-guerra para testimoniar el estado de descomposición del pueblo dominicano. Fue una poesía en la que coexistieron la sangre y el dolor; en la que la situación política reinante predominó por encima de todo y en la que, además, no importaba mucho la expresión artística, sino la comunicación directa con la colectividad.
En 1975 se inició, repentinamente, una etapa de aletargamiento que afectó la producción de muchos de esos poetas. Algunos redujeron de forma notable su trabajo creativo y otros desaparecieron del ambiente literario sometiéndose a un proceso de autorreflexión que se extendió hasta 1980, año a partir del cual varios de ellos (Pedro Vergés, Tony Raful, Andrés L. Mateo, Franklin Gutiérrez, Radhamés Reyes Vásquez, Jeannette Miller y otros), dieron a la pu-blicidad nuevos poemarios y comenzaron a cultivar otros géneros, especialmente la novela, el cuento y el ensayo crítico. Al referirse a la poesía escrita en el país entre 1961 y 1978, el poeta Víctor Villegas dice: "Independientemente de que cada promoción careció, ostensiblemente, de un liderazgo firme y continuado, lo que no su- cedió con sus antecesores inmediatos, no hubo, en sentido general, en aquellos jóvenes poetas, plena conciencia de la esencia y naturaleza verdadera de la poesía, lo que explica, por demás, su desvinculación con el pasado, sobre todo con la obra poética realizada en el país a partir del Postumismo. Pasado político y pasado literario no fueron separados por ellos, y en un afán de borrar esos vestigios se emprendió la tarea de crear una poesía desde cero, con la sola aceptación de obras y autores dominicanos que recién llegaban del exilio"46.
Interesado en defender lo que él llama Generación del 65, Alberto Baeza Flores, insinúa que la producción de los poetas de la Generación del 60, especialmente los de Post-guerra, motivada e influenciada por la poesía de Pablo Neruda, Nicanor Parra, Ernesto Cardenal, Ro-berto Juarroz y Roque Dalton, mantuvo la misma calidad y altura de la poesía que se escribía en el resto de Latinoamérica en aquel momento.
Es indudable que algunos textos de Miguel Alfonseca ("La guerra y los cantos"), Jacques Viaux ("Nada permanece tanto como el llanto"), René del Risco (El viento frío) y otros de Andrés L. Mateo ("Portal de un mundo") y Norberto James Rawlings ("Los inmigrantes"), son buenos ejemplos de poesía social porque su valor estético y su planteamiento de la problemática política los distancia del resto de la producción de esos años. Sin embargo, una hojeada a la poesía mexicana (José Carlos Becerra, 1936-1970 y José Emilio Pacheco, 1939); peruana (Antonio Cisneros, 1942); cubana (Luis Rogelio Nogueras, 1944); colombiana (Gustavo Cobo Borda, 1948); chilena (Raúl Barrientos, 1948) de las décadas de los 60 y 70, sirve para desautorizar las afirmaciones de Alberto Baeza Flores.
Los poetas de la Generación del 60 y de Post-guerra perseguían ideales comunes, luchaban por las mismas causas y se alimentaron de las mismas vivencias y de los mismos recuerdos. Pero el tono excesivamente político y combativo de su poesía, encauzó su producción por una ruta que se acercaba más a un proyecto bélico que a un proyecto literario. Los poetas de la Generación del 60, en sus dos períodos, no supieron, en la mayoría de los casos, distinguir entre lo artístico y lo político y llevaron la poesía a tal grado de compromiso con la realidad que su obra, en muchos casos, adquirió categoría de panfleto. Ello explica el que la producción poética dominicana del período 1961-1978 se acerque más al documento histórico que a la obra literaria. Los poetas de dicho período dejaron un testimonio valioso de la situación política y del descontento social que vivió el país durante esos años; pero les negaron a la literatura nacional una poesía capaz de representar artísticamente las razones históricas que la motivaron.
Declaración de los artistas
El arte vive dentro de un compromiso contraído ineludiblemente con la sociedad y el tiempo que lo crean. Los artistas dominicanos, conscientes en todo momento de esta responsabilidad, hemos participado en la lucha desarrollada heroicamente por el pueblo de la República Dominicana. Y seguimos participando en su firme decisión de mantener en la mesa de conferencias los principios fundamentales de esta lucha. El arte, integrado como actividad colaeral a la lucha armada, ha constituido una fuente de impulso al espíritu indomable que man-tuvo en la trinchera vivo el heroísmo e inagotable la fuerza.
Nuestra sociedad es ésta y éste es nuestro tiempo. Los artistas no hemos vacilado en aca-tar este designio histórico y, yendo más allá, realizamos aportes de inestimables valor al martirologio de la revolución. Hoy, cuando se busca por los caminos de la paz la solución real al conflicto que llevó al pueblo a las armas, consideramos como un deber ineludible alzar nuestras voces para que el mundo sepa que hemos estado junto al pueblo y que como siempre estaremos dispuestos a combatir con el arte como arma y escudo. Los artistas dominicanos hemos padecido con indignación en la sangre el atropello incalificable contra la Soberanía Nacional que una potencia extranjera, por la razón de su fuerza, ha perpetrado con la República.
Y en defensa de esa soberanía nos lanzamos al combate. Los artistas dominicanos hemos visto con amargas lágrimas en los ojos el asiento descarado de la tropa extranjera para con-sumar la violación flagrante no sólo a la Soberanía Nacional sino a la Libre Determinación que como pueblo tiene la patria muy bien ganada.
Y en defensa de esa soberanía y de ese inalienable derecho de auto determinación esta-mos dispuestos a continuar combatiendo en los campos honrosos de la negociación.
Hemos cumplido con nuestro deber y seguiremos cumpliendo. Porque el arte, cuando no es fiel expresión de las agonías y de las esperanzas del pueblo que a través de su propia existencia lo sugiere, abandona por completo su raíz esencialmente humana y humanitaria.
Los artistas dominicanos, conscientes de haber cumplido con nuestro deber y conscientes también de la autoridad y responsabilidad que debemos asumir en estos momentos, no vacilamos en ofrecer al Gobierno Constitucional un amplio voto de apoyo y reconocimiento, tanto por su posición en las horas dramáticas de la guerra como por su posición en los momentos difíciles de las negociaciones pacíficas.
Presentes, pues, hemos dicho los artistas en esta lucha de los hombres de la República Dominicana por la libertad, por la justicia social, por la democracia.
En Santo Domingo, a 4 de julio de 1966
República Dominicana
Escritores dominicanos
Página dedicada a la promoción de la literatura dominicana
La poesía de postguerra
REGRESAR A LA PAGINA PRINCIPAL
www.escritoresdominicanos.com
Los poetas de post-guerra fueron aquellos que, en pleno desarrollo de la Guerra de abril de 1965 y durante la primera década que siguió a ésta, pusieron la protesta en primer plano y asumieron el compromiso histórico de repudiar incondicionalmente la segunda intervención norteamericana a la República Dominicana al tiempo que intentaron, a través de su canto, de sepultar para siempre el espíritu diabólico de la tiranía trujillista, rechazando toda posibilidad de supresión de las libertades individuales. Los Poetas de post-guerra hay que dividirlos en dos categorías: poetas escogidos y poetas excluidos 42.
Los escogidos fueron aquellos que encontraron protección y apoyo en las páginas del suplemento literario Aquí, del periódico La Noticia, bajo la dirección de Mateo Morrison, uno de los principales representantes de dicha promoción. Entre los que disfrutaron el privilegio de figurar entre los escogidos estaban: Norberto James Rawlings, Enriquillo Sánchez, Andrés L. Mateo, Alexis Gómez Rosa, Enrique Eusebio, Federico Jóvine Bermúdez, Tony Raful, José Molinaza, Soledad Alvarez, Miguel Aníbal Perdomo y Luis Manuel Ledesma. Los excluidos nunca o muy escasas veces tuvieron acceso a las páginas de Aquí, el medio que difundió más ampliamente la producción literaria de entonces. Entre los principales excluidos se destacan: José Enrique García, Josefina de la Cruz, René Rodríguez Soriano, Pedro Pablo Fernández Tomás Modesto Galán, Radhamés Reyes Vásquez, Wilfredo Lozano, Domingo de los Santos y Chiqui Vicioso.
A partir de 1965 aparecieron varias agrupaciones literarias que funcionaban como peque-ños talleres literarios. En ellas se reunían los Independientes del 48, los poetas de la Generación del 60 y los Poetas post-guerra. El orden de aparición de estas agrupaciones es como sigue: El Puño (1966), en la que militaban Iván García, Miguel Alfonseca, Enriquillo Sánchez, René del Risco Bermúdez, Ramón Francisco y Marcio Veloz Maggiolo; La isla (1967), integrada por Antonio Lockward Artiles, Wilfredo Lozano, Norberto James Rawlings, Andrés L. Mateo y Fernando Sánchez Martínez; La antorcha (1967), que agrupaba a Mateo Morrison, Soledad Al-varez, Alexis Gómez Rosa, Enrique Eusebio y Rafael Abreu Mejía; La máscara (1968), compuesto por Aquiles Azar, Héctor Díaz Polanco y Lourdes Billini43. Al mismo tiempo funcionaba el Movimiento Cultural Universitario (MCU), que reunía en sus secciones sabatinas de literatura a casi todos los grupos antes mencionados, más los poetas y escritores que provenían de los clubes culturales localizados en los barrios marginados de Santo Domingo y que no pertenecían a ninguna parcela literaria.
El impulso logrado por las letras nacionales inmediatamente después de la Guerra de abril de 1965 no se limitó sólo a la ciudad de Santo Domingo. En varias provincias del país se formaron círculos literarios, casi siempre ignorados por los intelectuales de la capital, que sirvieron para estimular a jóvenes provincianos cuyos escritos no tenían cabida en los escasos medios de difusión existentes. De esa forma se sumaron a la bibliografía literaria dominicana los nombres de Manuel Mora Serrano y Francisco Nolasco Cordero, fundadores del Grupo Amidado, en sus diferentes etapas: "Manuel Mora Serrano, Francisco Nolasco Cordero, Alberto Peña Lebrón, Héctor Amarante, Cayo Claudio Espinal, José Enrique García, Elpidio Guillén Peña, Orlando Morel, Pedro Pompeyo Rosario, Pedro José Gris, Emelda Ramos, Rafael Castillo y Sally Rodríguez". La publicación de poemarios fue escasa entre 1965 y 1970, los medios más utilizados por los poetas para divulgar sus obras fueron los recitales y lecturas en clubes cul-turales, parques, estadios deportivos y otros lugares públicos.
En la década de los 70, espe-cialmente los cuatro primeros años, la publicación de poemarios se redujo considerablemente. Entre 1971 y 1973 se publicaron los siguientes poemarios: Imperio del grito (Radhamés Reyes Vásquez, 1971), La luz abre un paréntesis (Rafael Abreu Mejía, 1971), Raíces de la hora (Domingo de los Santos, 1971), Los poemas del ferrocarril central (Lockward Artiles, 1971), Juegos reunidos (Pedro Vergés, 1971), La provincia sublevada (Norberto James Rawlings, 1972), Fórmulas para combatir el miedo (Jeannette Miller, 1972), El diario acontecer (Pedro Caro, 1972), La poesía y el tiempo (Tony Raful, 1972), Poemas decididamente fuñones (Apolinar Núñez, 1972), Oficio de post-muerte, (Alexis Gómez Rosa, 1973), Desde la presencia del mar hasta el centro de la vida (Enrique Eusebio, 1973), Ultimo universo (José Molinaza, 1973), La esperanza y el yunque (Wilfredo Lozano, 1973), La muerte en el combate (Radhamés Reyes Vásquez, 1973), Canto a mi pueblo sufrido (Franklin Gutiérrez, 1973), Gestión de alborada (Tony Raful, 1973), Aniversario del dolor (Mateo Morrison, 1973) y Poemas sorpresivos (Apolinar Núñez, 1973). Los títulos de dichos poemarios sugieren el tipo de discurso poético practicado por los Poetas de post-guerra para testimoniar el estado de descomposición del pueblo dominicano. Fue una poesía en la que coexistieron la sangre y el dolor; en la que la situación política reinante predominó por encima de todo y en la que, además, no importaba mucho la expresión artística, sino la comunicación directa con la colectividad.
En 1975 se inició, repentinamente, una etapa de aletargamiento que afectó la producción de muchos de esos poetas. Algunos redujeron de forma notable su trabajo creativo y otros desaparecieron del ambiente literario sometiéndose a un proceso de autorreflexión que se extendió hasta 1980, año a partir del cual varios de ellos (Pedro Vergés, Tony Raful, Andrés L. Mateo, Franklin Gutiérrez, Radhamés Reyes Vásquez, Jeannette Miller y otros), dieron a la pu-blicidad nuevos poemarios y comenzaron a cultivar otros géneros, especialmente la novela, el cuento y el ensayo crítico. Al referirse a la poesía escrita en el país entre 1961 y 1978, el poeta Víctor Villegas dice: "Independientemente de que cada promoción careció, ostensiblemente, de un liderazgo firme y continuado, lo que no su- cedió con sus antecesores inmediatos, no hubo, en sentido general, en aquellos jóvenes poetas, plena conciencia de la esencia y naturaleza verdadera de la poesía, lo que explica, por demás, su desvinculación con el pasado, sobre todo con la obra poética realizada en el país a partir del Postumismo. Pasado político y pasado literario no fueron separados por ellos, y en un afán de borrar esos vestigios se emprendió la tarea de crear una poesía desde cero, con la sola aceptación de obras y autores dominicanos que recién llegaban del exilio"46.
Interesado en defender lo que él llama Generación del 65, Alberto Baeza Flores, insinúa que la producción de los poetas de la Generación del 60, especialmente los de Post-guerra, motivada e influenciada por la poesía de Pablo Neruda, Nicanor Parra, Ernesto Cardenal, Ro-berto Juarroz y Roque Dalton, mantuvo la misma calidad y altura de la poesía que se escribía en el resto de Latinoamérica en aquel momento.
Es indudable que algunos textos de Miguel Alfonseca ("La guerra y los cantos"), Jacques Viaux ("Nada permanece tanto como el llanto"), René del Risco (El viento frío) y otros de Andrés L. Mateo ("Portal de un mundo") y Norberto James Rawlings ("Los inmigrantes"), son buenos ejemplos de poesía social porque su valor estético y su planteamiento de la problemática política los distancia del resto de la producción de esos años. Sin embargo, una hojeada a la poesía mexicana (José Carlos Becerra, 1936-1970 y José Emilio Pacheco, 1939); peruana (Antonio Cisneros, 1942); cubana (Luis Rogelio Nogueras, 1944); colombiana (Gustavo Cobo Borda, 1948); chilena (Raúl Barrientos, 1948) de las décadas de los 60 y 70, sirve para desautorizar las afirmaciones de Alberto Baeza Flores.
Los poetas de la Generación del 60 y de Post-guerra perseguían ideales comunes, luchaban por las mismas causas y se alimentaron de las mismas vivencias y de los mismos recuerdos. Pero el tono excesivamente político y combativo de su poesía, encauzó su producción por una ruta que se acercaba más a un proyecto bélico que a un proyecto literario. Los poetas de la Generación del 60, en sus dos períodos, no supieron, en la mayoría de los casos, distinguir entre lo artístico y lo político y llevaron la poesía a tal grado de compromiso con la realidad que su obra, en muchos casos, adquirió categoría de panfleto. Ello explica el que la producción poética dominicana del período 1961-1978 se acerque más al documento histórico que a la obra literaria. Los poetas de dicho período dejaron un testimonio valioso de la situación política y del descontento social que vivió el país durante esos años; pero les negaron a la literatura nacional una poesía capaz de representar artísticamente las razones históricas que la motivaron.
Declaración de los artistas
El arte vive dentro de un compromiso contraído ineludiblemente con la sociedad y el tiempo que lo crean. Los artistas dominicanos, conscientes en todo momento de esta responsabilidad, hemos participado en la lucha desarrollada heroicamente por el pueblo de la República Dominicana. Y seguimos participando en su firme decisión de mantener en la mesa de conferencias los principios fundamentales de esta lucha. El arte, integrado como actividad colaeral a la lucha armada, ha constituido una fuente de impulso al espíritu indomable que man-tuvo en la trinchera vivo el heroísmo e inagotable la fuerza.
Nuestra sociedad es ésta y éste es nuestro tiempo. Los artistas no hemos vacilado en aca-tar este designio histórico y, yendo más allá, realizamos aportes de inestimables valor al martirologio de la revolución. Hoy, cuando se busca por los caminos de la paz la solución real al conflicto que llevó al pueblo a las armas, consideramos como un deber ineludible alzar nuestras voces para que el mundo sepa que hemos estado junto al pueblo y que como siempre estaremos dispuestos a combatir con el arte como arma y escudo. Los artistas dominicanos hemos padecido con indignación en la sangre el atropello incalificable contra la Soberanía Nacional que una potencia extranjera, por la razón de su fuerza, ha perpetrado con la República.
Y en defensa de esa soberanía nos lanzamos al combate. Los artistas dominicanos hemos visto con amargas lágrimas en los ojos el asiento descarado de la tropa extranjera para con-sumar la violación flagrante no sólo a la Soberanía Nacional sino a la Libre Determinación que como pueblo tiene la patria muy bien ganada.
Y en defensa de esa soberanía y de ese inalienable derecho de auto determinación esta-mos dispuestos a continuar combatiendo en los campos honrosos de la negociación.
Hemos cumplido con nuestro deber y seguiremos cumpliendo. Porque el arte, cuando no es fiel expresión de las agonías y de las esperanzas del pueblo que a través de su propia existencia lo sugiere, abandona por completo su raíz esencialmente humana y humanitaria.
Los artistas dominicanos, conscientes de haber cumplido con nuestro deber y conscientes también de la autoridad y responsabilidad que debemos asumir en estos momentos, no vacilamos en ofrecer al Gobierno Constitucional un amplio voto de apoyo y reconocimiento, tanto por su posición en las horas dramáticas de la guerra como por su posición en los momentos difíciles de las negociaciones pacíficas.
Presentes, pues, hemos dicho los artistas en esta lucha de los hombres de la República Dominicana por la libertad, por la justicia social, por la democracia.
En Santo Domingo, a 4 de julio de 1966
República Dominicana
Escritores dominicanos
Página dedicada a la promoción de la literatura dominicana
La poesía de postguerra
REGRESAR A LA PAGINA PRINCIPAL
www.escritoresdominicanos.com
jueves, 11 de diciembre de 2008

Ahora que vuelvo, Ton
Eras realmente pintoresco, Ton; con aquella gorra de los Tigres del Licey, que ya no era azul sino berrenda, y el pantalón de kaky que te ponías planchadito los sábados por la tarde para irte a juntarte con nosotros en la glorieta del Parque Salvador a ver las paradas de los Boys Scouts en la avenida y a corretear y bromear hasta que de repente la noche oscurecía el recinto y nuestros gritos se apagaban por las calles del barrio. Te recuerdo, porque hoy he aprendido a querer a los muchachos como tú y entonces me empeño en recordar esa tu voz cansona y timorata y aquella insistente cojera que te hacía brincar a cada paso y que sin embargo no te impedía correr de home a primera, cuando Juan se te acercaba y te decía al oído "vamos a sorprenderlos, Ton; toca por tercera y corre mucho". Como jugabas con los muchachos del "Aurora", compartiste con nosotros muchas veces la alegría de formar aquella rueda en el box "¡rosi, rosi, sin bom-ba - Aurora - Aurora - ra- ra- ra!" y eso que tú no podías jugar todas las entradas de un partido porque había que esperar a que nos fuéra-mos por encima del "Miramar" o "la Barca" para darle "un chance a Ton que vino tempranito" y "no te pures, Ton que ahorita entras de emergente ".
¿Cómo llegaste al barrio? ¿Cuándo? ¿Quién te invitó a la pandilla? ¿Qué cuento de Pedro Animal hizo Toñín esa noche, Ton? ¿Serías capaz de recordar que en el radio en casa de Candelario todas las noches "Mejoral, el calmante sin rival, presenta "Cárcel de mujeres", y entonces alguien daba palmadas desde la puerta de una casa y ya era hora de irse a dormir, "se rompió la taza..."
Yo no sé si tú, con esa manera de mirar con un guiño que tenías cuando el sol te molestaba, podrías reconocerme ahora. Probablemente la pipa apretada entre los dientes me presta una apariencia demasiado extraña a ti, o esta gordura que empieza a redondear mi cara y las entradas cada vez más obvias en mi cabeza, han desdibujado ya lo que podría recordarse de aquel muchacho que se hacía la raya a un lado, y que algunas tardes te acompañó a ver los trainning de Kid Barquerito y de 22-22 en la cancha, en los tiempos en que "Barquero se va para La Habana a pelear con Acevedo" y Efraín, el entrenador, con el bigote de Joaquín Pardavé, "¡Arriba, arriba, así es, la izquierda, el jab ahora, eso es" y tú después, apoyándote en tu pie siempre empinado, "¡can-can-can-can!" golpeando el aire con tus puños, bajábamos por la calle Sánchez, "¡can-can-can! "jugabas la soga contra la pared, siempre saltando por tu cojera incorregible y yo te decía que "no jodas Ton" pero tú seguías y entonces, ya en pleno barrio, yo te quitaba la gorra, dejando al descubierto el óvalo grande de tu cabeza de zeppelin, aquella cabeza del "Ton, Melitón, cojo y cabezón!" con que el Flaco Pérez acompañaba el redoble de los tambores de los Boys Scouts para hacerte rabiar hasta el extremo de mentarle "¡Tumadrehijodelagranputa", y así llegábamos corriendo, uno detrás del otro, hasta la puerta de mi casa, donde, poniéndote la gorra, decías siempre lo mismo "¡a mí no me hables!"
Para esos tiempos el barrio no estaba tan triste Ton, no caía esa luz desteñida y polvo-rienta sobre las casas ni este deprimente olor a toallas viejas se le pegaba a uno en la piel como un tierno y resignado vaho de miseria, a través de las calles por donde minutos atrás yo he venido inútilmente echando de menos los ojos juntos y cejudos del "búho Pujols", las latas de carbón a la puerta de la casa amarilla, el perro blanco y negro de los Pascual, la algarabía en las fiestas de cumpleaños de Pin Báez, en las que su padre tomaba cervezas con sus amigos sentado contra la pared de ladrillos, en un rincón sombrío del patio, y nosotros, yo con mi traje blanco almidonado; ahora recuerdo el bordoneo puntual y melancólico de la guitarra de Negro Alcántara, mientras alrededor del pozo corríamos y gritábamos y entre el ruido de la heladera el diente careado de Asia salía y se escondía alternativamente en cada grito.
Era para morirse de risa, Ton, para enlodarse los zapatos; para empinarse junto al brocal y verse en el espejo negro del pozo, cara de círculos concéntricos, cabellos de helechos, salivazo en el ojo, y después "mira como te has puesto, cualquiera te revienta, perdiste dos botones, tigre, eso eres, un tigre, a este muchacho, Arturo, hay que quemarlo a golpes"; pero entonces éramos tan iguales, tan lo mismo, tan "fraile y convento, convento sin fraile, que vaya y que venga", Ton, que la vida era lo mismo, "un gustazo: un trancazo", para todos.
Claro que ahora no es lo mismo. Los años han pasado. Comenzaron a pasar desde aquel día en que miré las aguas verdosas de la zanja, cuando papá cerró el candado y mamá se quedó mirando la casa por el vidrio trasero del carro y yo los saludé a ustedes, a ti, a Fremio, a Juan, a Toñin, que estaban en la esquina, y me quedé recordando esa cara que pusieron todos, un poco de tristeza y de rencor, cuando aquella mañana, (ocho y quince en la radio del carro) nos marchamos definitivamente del barrio y del pueblo.
Ustedes quedarían para siempre contra la pared grisácea de la pulpería de Ulises. La puya del trompo haciendo un hoyo en el pavimento, la gangorra lanzada al aire con violenta soltu-ra, machacando a puyazos y cabezazos la moneda ya negra de rodar por la calle; no tendrían en lo adelante otro lugar que junto a ese muro que se iría oscureciendo con los años "a Milita se la tiró Alberto en el callejoncito del tullío" escrito con carbón allí, y los días pasando con una sorda modorra que acabaría en recuerdo, en remota y desvaída imagen de un tiempo inexplicablemente perdido para siempre.
Una mañana me dio por contarles a mis amigos de San Carlos cómo eran ustedes; les dije de Fremio, que descubrió que en el piso de los vagones, en el muelle, siempre quedaba azú-car parda cuando los barcos estaban cargando, y que se podía recoger a puñados y hasta llenar una funda y sentarnos a comerla en las escalinatas del viejo edificio de aduanas; les conté también de las zambullidas en el río y llegar hasta la goleta de tres palos, encallada en el lodo sobre uno de sus costados, y que una vez allí, con los pies en el agua, mirando el pue-blo, el humo de la chimenea, las carretas que subían del puerto cargadas de mercancías, pasábamos el tiempo orinando, charlando, correteando de la popa al bauprés, hasta que en el reloj de la iglesia se hacía tarde y otra vez, braceando, ganamos la orilla en un escandaloso chapoteo que ahora me parece estar oyendo, aunque no lo creas, Ton.
Los muchachos quedaron fascinados con nuestro mundo de manglares, de locomotoras, de cigüas, de cuevas de cangrejos, y desde entonces me hicieron relatar historias que en el curso de los días yo fui alterando poco a poco hasta llegar a atribuir a ustedes y a mí verda-deras epopeyas que yo mismo fui creyendo y repitiendo, no sé qué día en que quizás com-prendí que sería completamente inútil ese afán por mostrarnos de una imagen que, como las viejas fotos, se amarilleaba y desteñía ineludiblemente. La vida fue cambiando, Ton; entonces yo me fui inclinando un poco a los libros y me interné en un extraño mundo mezcla de la Ciencia Natural de Fesquet, versos de Béquer, y láminas de Billiken; me gustaba el camino al colegio cada mañana bajo los árboles de la avenida Independencia, el rostro de Rita Hay-worth, en la pequeña y amarilla pantalla del "Capitolio", me hizo olvidar a Flash Gordon y a los Tres Chiflados. Ya para entonces papá ganaba buen dinero en su puesto de la Secretaría de Educación, y nos mudamos a una casa desde donde yo podía ver el mar y a Ivette, con sus shorts a rayas y sus trenzas doradas que marcaban el vivo ritmo de sus ojos y su cabeza; con ella me acostumbré a Nat King Cole, a Fernando Fernández, los viejos discos de los Modernaires, y aprendía a llevar el compás de sus golpes junto a la mesa de Ping-Pong; no le hablé nunca de ustedes, esa es la verdad, quizás porque nunca hubo la oportunidad para ello o tal vez porque los días de Ivette pasaron tan rápidos, tan llenos de "ven-mira-esta es Gret-chen el Pontiac de papi dice Albertico – me voy a Canadá" que nunca tuve la necesidad ni el tiempo para recordarlos.
¿Tú sabes qué fue del Andrea Doria, Ton? Probablemente no lo sepas; yo lo recuerdo por unas fotos del "Miami Herald" y porque los muchachos latinos de la Universidad nos íbamos a un café de Coral Gables a cantar junto a jarrones de cerveza "Arrivederci Roma", balan-ceándonos en las sillas como si fuésemos en un bote salvavidas; yo estudiaba el inglés y me gustaba pronunciar el "good bay..." de la canción, con ese extraño gesto de la barbilla muy peculiar en las muchachas y muchachos de aquel país. ¿Y sabes, Ton, que una vez pensé en ustedes? Fue una mañana en que íbamos a lo largo de un muelle mirando los yates y vi un grupo de muchachos despeinados y sucios que sacaban sardinas de un jarro oxidado y las clavaban a la punta de sus anzuelos, yo me quedé mirando un instante aquella pandilla y vi un vivo retrato nuestro en el muelle de Macorís, sólo que nosotros no éramos rubios, ni llevá-bamos zapatos tennis, ni teníamos caña de pescar, ahí se deshizo mi sueño y seguí mirando los yates en compañía de mi amigo nicaragüense, muy aficionado a los deportes marinos.
Y los años van cayendo con todo su peso sobre los recuerdos, sobre la vida vivida, y el pasado comienza a enterrarse en algún desconocido lugar, en una región del corazón y de los sueños en donde permanecerán, intactos tal vez, pero cubiertos por la mugre de los días sepultados bajo los libros leídos, la impresión de otros países, los apretones de manos, las tardes de fútbol, las borracheras, los malentendidos, el amor, las indigestiones, los trabajos. Por eso, Ton, cuando años más tarde me gradué de Médico, la fiesta no fue con ustedes sino que se celebró en varios lugares, corriendo alocadamente en aquel Triumph sin muffler que tronaba sobre el pavimento, bailando hasta el cansancio en el Country Club, descorchando botellas en la terraza, mientras mamá traía platos de bocadillos y papá me llamaba "doctor" entre las risas de los muchachos; ustedes no estuvieron allí ni yo estuve en ánimo, de reconstruir viejas y melancólicas imágenes de paredes derruidas, calles polvorientas, pitos de locomotoras y pies descalzos metidos en el agua lodosa del río, ahora los nombres eran Héctor, Fred, Américo, y hablaríamos del Mal de Parkinson, de las alergias, de los test de Jung y de Adler y también de ciertas obras de Thomas Mann y François Mauriac.
Todo esto deberá serte tan extraño, Ton; te será tan "había una vez y dos son tres, el que no tiene azúcar no toma café " que me parece verte sentado a horcajadas sobre el muro sucio de la Avenida, perdidos los ojos vagos entre las ramas rojas de los almendros, escuchando a Juan contar las fabulosas historias de su tío marinero que había naufragado en el canal de la Mona y que en tiempos de la guerra estuvo prisionero de un submarino alemán, cerca de Curazao. Siempre asumieron tus ojos esa vaguedad triste e ingenua cuando algo te hacía ver que el mundo tenía otras dimensiones que tú, durmiendo entre sacos de carbón y naranjas podridas, no alcanzarías a conocer más que en las palabras de Juan, o en las pelí-culas de la guagüita Bayer o en las láminas deportivas de "Carteles".
Yo no sé cuáles serían entonces tus sueños, Ton, o si no los tenías; yo no sé si las gentes como tú tienen sueños o si la cruda conciencia de sus realidades no se lo permiten, pero de todos modos yo no te dejaría soñar, te desvelaría contándote todo esto para de alguna forma volver a ser uno de ustedes, aunque sea por esta tarde solamente. Ahora te diría cómo, años después, mientras hacía estudios de Psiquiatría en España, conocí a Rosina, recién llegada de Italia con un grupo de excursionistas entre los que se hallaban sus dos hermanos, Piero y Francesco, que llevaban camisetas a rayas y el cabello caído sobre la frente. Nos encontra-mos accidentalmente, Ton, como suelen encontrarse las gentes en ciertas novelas de Françoise Sagan; tomábamos "Valdepeñas" en un mesón, después de una corrida de toros, y Rosina, que acostumbra a hablar haciendo grandes movimientos, levantaba los brazos y enseñaba el ombligo una pulgada más arriba de su pantalón blanco. Después sólo recuerdo que alguien volcó una botella de vino sobre mi chaqueta y que Piero cambiaba sonrisitas con el pianista en un oscuro lugar que nunca volví a encontrar. Meses más tarde, Rosina volvió a Madrid y nos alojamos en un pequeño piso al final de la Avenida Generalísimo; fuimos al fútbol, a los museos, al cine-club, a las ferias, al teatro, leímos, veraneamos, tocamos guita-rra, escribimos versos, y una vez terminada mi especialidad, metimos los libros, los discos, la cámara fotográfica, la guitarra y la ropa en grandes maletas, y nos hicimos al mar.
"¿Cómo es Santo Domingo?", me preguntaba Rosina una semana antes, cuando decidi-mos casarnos, y yo me limitaba a contestarle, "algo más que las palmas y tamboras que has visto en los afiches del Consulado".
Eso pasó hace tiempo, Ton; todavía vivía papá cuando volvimos. ¿Sabes que murió papá? Debes saberlo. Lo enterramos aquí porque él siempre dijo que en este pueblo descan-saría entre camaradas. Si vieras cómo se puso el viejo, tú que chanceabas con su rápido andar y sus ademanes vigorosos de "muñequito de cuerda", no lo hubieras reconocido; ralo el cabello grisáceo, desencajado el rostro, ronca la voz y la respiración, se fue gastando angustiosamente hasta morir una tarde en la penumbra de su habitación entre el fuerte olor de los medicamentos. Ahí mismo iba a morir mamá un año más tarde apenas; la vieja murió en sus cabales, con los ojos duros y brillantes, con la misma enérgica expresión que tanto nos asustaba Ton.
Por mi parte, con Rosina no me fue tan bien como yo esperaba; nos hicimos de un bonito apartamiento en la avenida Bolívar y yo comencé a trabajar con relativo éxito en mi consultorio. Los meses pasaron a un ritmo normal para quienes llegan del extranjero y empiezan a montar el mecanismo de sus relaciones: invitaciones a la playa los domingos, cenas, a bailar los fines de semanas, paseos por las montañas, tertulias con artistas y colegas, invitaciones a las galerías, llamadas telefónicas de amigos, en fin ese relajamiento a que tiene uno que so-meterse cuando llega graduado del exterior y casado con una extranjera. Rosina asimilaba con naturalidad el ambiente y, salvo pequeñas resistencias, se mostraba feliz e interesada por todo lo que iba formando el ovillo de nuestra vida. Pero pronto las cosas comenzaron a cambiar, entré a dar cátedras a la Universidad y a la vez mi clientela crecía, con lo que mis ocupaciones y responsabilidades fueron cada vez mayores, en tanto había nacido Francesco José, y todo eso unido, dio un giro absoluto a nuestras relaciones. Rosina empezó a lamentarse de su gordura y entre el "Metrecal" y la balanza del baño dejaba a cada instante un rosario de palabras amargadas e hirientes, la vida era demasiado cara en el país, en Italia los taxis no son así, aquí no hace más que llover y cuando no el polvo se traga a la gente, el niño va a tener el pelo demasiado duro, el servicio es detestable, un matrimonio joven no debe ser un par de aburridos, Europa hace demasiada falta, uno no puede estar pegando botones a cada rato, el maldito frasco de "Sucaril" se rompió esta mañana, y así se fue amargando to-do, amigo Ton, hasta que un día no fue posible oponer más sensatez ni más mesura y Rosina voló a Roma en "Alitalia" y yo no sé de mi hijo Francesco más que por dos cartas mensuales y unas cuantas fotos a colores que voy guardando aquí, en mi cartera, para sentir que crece junto a mí. Esa es la historia.
Lo demás no será extraño, Ton. Mañana es Día de Finados y yo he venido a estar algún momento junto a la tumba de mis padres; quise venir desde hoy porque desde hace mucho tiempo me golpeaba en la mente la ilusión de este regreso. Pensé en volver a atravesar las calles del barrio, entrar en los callejones, respirar el olor de los cerezos, de los limoncillos, de la yerba de los solares, ir a aquella ventana por donde se podía ver el río y sus lanchones; en-contrarlos a ustedes junto al muro gris de la pulpería de Ulises, tirar de los cabellos al "Búho Pujols", retozar con Fremio, chancear con Toñín y con Pericles, irnos a la glorieta del parque Salvador y buscar en el viento de la tarde el sonido uniforme de los redoblantes de los Boys Scouts. Pero quizás deba admitir que ya es un poco tarde, que no podré volver sobre mis pasos para buscar tal vez una parte más pura de la vida.
Por eso hace un instante he dejado el barrio, Ton, y he venido aquí, a esta mesa y me he puesto a pedir casi sin querer, botellas de cerveza que estoy tomando sin darme cuenta, porque, cuando te vi entrar con esa misma cojera que no me engaña y esa velada ingenuidad en la mirada, y esa cabeza inconfundible de "Ton Melitón cojo y cabezón" mirándome como a un extraño, sólo he tenido tiempo para comprender que tú sí que has permanecido inalterable, Ton; que tu pureza es siempre igual la misma de aquellos días, porque sólo los muchachos como tú pueden verdaderamente permanecer incorruptibles aún por debajo de ese olvido, de esa pobreza, de esa amargura que siempre te hizo mirar las rojas ramas del almendro cuando pensabas ciertas cosas. Por eso yo soy quien ha cambiado, Ton, creo que me iré esta noche y por eso también no sé si decirte ahora quién soy y contarte todo esto, o sim-plemente dejar que termines de lustrarme los zapatos y marcharme para siempre.
Autor:
RENE DEL RISCO Y BERMUDEZ
POETA DOMINICANO
Suscribirse a:
Entradas (Atom)
Poematica del tiempo
-
►
2008
(61)
- ► septiembre 2008 (1)
- ► noviembre 2008 (36)
- ► diciembre 2008 (24)
-
►
2009
(29)
- ► enero 2009 (6)
- ► febrero 2009 (2)
- ► julio 2009 (12)
- ► octubre 2009 (2)
- ► noviembre 2009 (7)
-
►
2010
(108)
- ► enero 2010 (2)
- ► abril 2010 (33)
- ► junio 2010 (8)
- ► julio 2010 (9)
- ► agosto 2010 (4)
- ► septiembre 2010 (6)
- ► octubre 2010 (21)
- ► noviembre 2010 (7)
- ► diciembre 2010 (8)
-
►
2011
(55)
- ► enero 2011 (3)
- ► febrero 2011 (1)
- ► marzo 2011 (6)
- ► abril 2011 (2)
- ► junio 2011 (2)
- ► agosto 2011 (5)
- ► septiembre 2011 (9)
- ► octubre 2011 (9)
- ► noviembre 2011 (9)
- ► diciembre 2011 (8)
-
►
2012
(55)
- ► enero 2012 (9)
- ► febrero 2012 (6)
- ► marzo 2012 (7)
- ► abril 2012 (12)
- ► julio 2012 (3)
- ► agosto 2012 (1)
- ► septiembre 2012 (1)
- ► octubre 2012 (5)
- ► noviembre 2012 (2)
- ► diciembre 2012 (7)
-
►
2013
(168)
- ► enero 2013 (8)
- ► febrero 2013 (2)
- ► marzo 2013 (3)
- ► abril 2013 (29)
- ► junio 2013 (27)
- ► julio 2013 (3)
- ► septiembre 2013 (8)
- ► octubre 2013 (47)
- ► noviembre 2013 (16)
- ► diciembre 2013 (24)
-
►
2014
(133)
- ► enero 2014 (8)
- ► febrero 2014 (39)
- ► marzo 2014 (16)
- ► abril 2014 (1)
- ► julio 2014 (2)
- ► agosto 2014 (16)
- ► septiembre 2014 (17)
- ► noviembre 2014 (13)
- ► diciembre 2014 (21)
-
►
2015
(69)
- ► enero 2015 (9)
- ► febrero 2015 (6)
- ► marzo 2015 (5)
- ► abril 2015 (18)
- ► junio 2015 (3)
- ► agosto 2015 (6)
- ► octubre 2015 (6)
- ► noviembre 2015 (4)
- ► diciembre 2015 (3)
-
►
2016
(25)
- ► enero 2016 (1)
- ► febrero 2016 (5)
- ► marzo 2016 (3)
- ► abril 2016 (5)
- ► junio 2016 (3)
- ► julio 2016 (2)
- ► septiembre 2016 (1)
- ► noviembre 2016 (2)
-
►
2017
(32)
- ► enero 2017 (3)
- ► febrero 2017 (4)
- ► marzo 2017 (3)
- ► abril 2017 (5)
- ► junio 2017 (3)
- ► julio 2017 (1)
- ► agosto 2017 (2)
- ► septiembre 2017 (4)
- ► octubre 2017 (1)
- ► noviembre 2017 (1)
-
►
2018
(24)
- ► enero 2018 (3)
- ► febrero 2018 (10)
- ► marzo 2018 (1)
- ► junio 2018 (2)
- ► agosto 2018 (1)
- ► septiembre 2018 (2)
- ► noviembre 2018 (1)
- ► diciembre 2018 (1)
-
►
2019
(5)
- ► junio 2019 (4)
- ► agosto 2019 (1)
-
►
2020
(11)
- ► noviembre 2020 (9)
- ► diciembre 2020 (2)
-
►
2021
(2)
- ► febrero 2021 (1)
- ► marzo 2021 (1)
-
►
2022
(4)
- ► marzo 2022 (2)
- ► abril 2022 (2)
-
►
2024
(2)
- ► marzo 2024 (2)