Pagina visitada hoy

sábado, 29 de abril de 2017

Breve biografía de Rene del Risco y Bermudez



Nació en Sam Pedro de Macorís el 9 de mayo de 1937.Nieto del poeta Federico Bermudez.Su vida transcurrió en un ambiente de precocidad que lo hiso alcanzar en poco tiempo el bachillerato.
A temprana edad produjo composiciones poéticas que asombraron a todos, desempeñándose también como actor en veladas infantiles y como autor de canciones. 

Más tarde empezó en Santo Domingo, sus estudios de dercho, interrumpidos por su vocación política que lo llevaría a luchar contra la dictadura trujillista, hasta el extremo de ser llevado a prisión y obligado a un forzoso exilio en Puerto Rico.

Aunque rodeado de muerte por todas partes, en estos poemas, según nos dice desea poner sus palabras del lado de la vida. Por que el amor siempre estuvo unido a sus preocupaciones y esta presente en sus más crudos poemas de lucha.
Sus obras:
“El viento frió” “Del jubileo a la sangre” “En el barrio no hay banderas” “Cuentos y poemas completos” “Ahora que vuelvo tom.”
Crítica de “Ahora que vuelvo tom”:


Ahora que vuelvo,Ton




                         Rene del Risco y Bermudez



Eras realmente pintoresco, Ton; con aquella gorra de los Tigres del Licey, que ya no era azul sino berrenda, y el pantalón de kaky que te ponías planchadito los sábados por la tarde para irte a juntarte con nosotros en la glorieta del Parque Salvador a ver las paradas de los Boys Scouts en la avenida y a corretear y bromear hasta que de repente la noche oscurecía el recinto y nuestros gritos se apagaban por las calles del barrio. 

Te recuerdo, porque hoy he aprendido a querer a los muchachos como tú y entonces me empeño en recordar esa tu voz cansona y timorata y aquella insistente cojera que te hacía brincar a cada paso y que sin embargo no te impedía correr de home a primera, cuando Juan se te acercaba y te decía al oído "vamos a sorprenderlos, Ton; toca por tercera y corre mucho". 

Como jugabas con los muchachos del "Aurora", compartiste con nosotros muchas veces la alegría de formar aquella rueda en el box "¡rosi, rosi, sin bom-ba - Aurora - Aurora - ra- ra- ra!" y eso que tú no podías jugar todas las entradas de un partido porque había que esperar a que nos fuéramos por encima del "Miramar" o "la Barca" para darle "un chance a Ton que vino tempranito" y "no te apures, Ton que ahorita entras de emergente ".

¿Cómo llegaste al barrio? ¿Cuándo? ¿Quién te invitó a la pandilla? ¿Qué cuento de Pedro Animal hizo Toñín esa noche, Ton? ¿Serías capaz de recordar que en el radio en casa de Candelario todas las noches "Mejoral, el calmante sin rival, presenta "Cárcel de mujeres", y entonces alguien daba palmadas desde la puerta de una casa y ya era hora de irse a dormir, "se rompió la taza..."

Yo no sé si tú, con esa manera de mirar con un guiño que tenías cuando el sol te molestaba, podrías reconocerme ahora. Probablemente la pipa apretada entre los dientes me presta una apariencia demasiado extraña a ti, o esta gordura que empieza a redondear mi cara y las entradas cada vez más obvias en mi cabeza, han desdibujado ya lo que podría recordarse de aquel muchacho que se hacía la raya a un lado, y que algunas tardes te acompañó a ver los trainning de Kid Barquerito y de 22-22 en la cancha, en los tiempos en que "Barquero se va para La Habana a pelear con Acevedo" y Efraín, el entrenador, con el bigote de Joaquín Pardavé, "¡Arriba, arriba, así es, la izquierda, el jab ahora, eso es" y tú después, apoyándote en tu pie siempre empinado, "¡can-can-can-can!" golpeando el aire con tus puños, bajábamos por la calle Sánchez, "¡can-can-can! "jugabas la soga contra la pared, siempre saltando por tu cojera incorregible y yo te decía que "no jodas Ton" pero tú seguías y entonces, ya en pleno barrio, yo te quitaba la gorra, dejando al descubierto el óvalo grande de tu cabeza de zeppelin, aquella cabeza del "Ton, Melitón, cojo y cabezón!" con que el Flaco Pérez acompañaba el redoble de los tambores de los Boys Scouts para hacerte rabiar hasta el extremo de mentarle "¡Tumadrehijodelagranputa", y así llegábamos corriendo, uno detrás del otro, hasta la puerta de mi casa, donde, poniéndote la gorra, decías siempre lo mismo "¡a mí no me hables!".

Para esos tiempos el barrio no estaba tan triste Ton, no caía esa luz desteñida y polvorienta sobre las casas ni este deprimente olor a toallas viejas se le pegaba a uno en la piel como un tierno y resignado vaho de miseria, a través de las calles por donde minutos atrás yo he venido inútilmente echando de menos los ojos juntos y cejudos del "búho Pujols", las latas de carbón a la puerta de la casa amarilla, el perro blanco y negro de los Pascual, la algarabía en las fiestas de cumpleaños de Pin Báez, en las que su padre tomaba cervezas con sus amigos sentado contra la pared de ladrillos, en un rincón sombrío del patio, y nosotros, yo con mi traje blanco almidonado; ahora recuerdo el bordoneo puntual y melancólico de la guitarra de Negro Alcántara, mientras alrededor del pozo corríamos y gritábamos y entre el ruido de la heladera el diente careado de Asia salía y se escondía alternativamente en cada grito.

Era para morirse de risa, Ton, para enlodarse los zapatos; para empinarse junto al brocal y verse en el espejo negro del pozo, cara de círculos concéntricos, cabellos de helechos, salivazo en el ojo, y después "mira como te has puesto, cualquiera te revienta, perdiste dos botones, tigre, eso eres, un tigre, a este muchacho, Arturo, hay que quemarlo a golpes"; pero entonces éramos tan iguales, tan lo mismo, tan "fraile y convento, convento sin fraile, que vaya y que venga", Ton, que la vida era lo mismo, "un gustazo: un trancazo", para todos.

Claro que ahora no es lo mismo. Los años han pasado. Comenzaron a pasar desde aquel día en que miré las aguas verdosas de la zanja, cuando papá cerró el candado y mamá se quedó mirando la casa por el vidrio trasero del carro y yo los saludé a ustedes, a ti, a Fremio, a Juan, a Toñín, que estaban en la esquina, y me quedé recordando esa cara que pusieron todos, un poco de tristeza y de rencor, cuando aquella mañana, (ocho y quince en la radio del carro) nos marchamos definitivamente del barrio y del pueblo.

Ustedes quedarían para siempre contra la pared grisácea de la pulpería de Ulises. La puya del trompo haciendo un hoyo en el pavimento, la gangorra lanzada al aire con violenta soltura, machacando a puyazos y cabezazos la moneda ya negra de rodar por la calle; no tendrían en lo adelante otro lugar que junto a ese muro que se iría oscureciendo con los años "a Milita se la tiró Alberto en el callejoncito del tullío" escrito con carbón allí, y los días pasando con una sorda modorra que acabaría en recuerdo, en remota y desvaída imagen de un tiempo inexplicablemente perdido para siempre.
Una mañana me dio por contarles a mis amigos de San Carlos cómo eran ustedes; les dije de Fremio, que descubrió que en el piso de los vagones, en el muelle, siempre quedaba azúcar parda cuando los barcos estaban cargando, y que se podía recoger a puñados y hasta llenar una funda y sentarnos a comerla en las escalinatas del viejo edificio de aduanas; les conté también de las zambullidas en el río y llegar hasta la goleta de tres palos, encallada en el lodo sobre uno de sus costados, y que una vez allí, con los pies en el agua, mirando el pueblo, el humo de la chimenea, las carretas que subían del puerto cargadas de mercancías, pasábamos el tiempo orinan-do, charlando, correteando de la popa al bauprés, hasta que en el reloj de la iglesia se hacía tarde y otra vez, braceando, ganamos la orilla en un escandaloso chapoteo que ahora me parece estar oyendo, aunque no lo creas, Ton.

Los muchachos quedaron fascinados con nuestro mundo de manglares, de locomotoras, de cigüas, de cuevas de cangrejos, y desde entonces me hicieron relatar historias que en el curso de los días yo fui alterando poco a poco hasta llegar a atribuir a ustedes y a mí verdaderas epopeyas que yo mismo fui creyendo y repitiendo, no sé qué día en que quizás comprendí que sería completamente inútil ese afán por mostrarnos de una imagen que, como las viejas fotos, se amarilleaba y desteñía ineludiblemente.

 La vida fue cambiando, Ton; entonces yo me fui inclinando un poco a los libros y me interné en un extraño mundo mezcla de la Ciencia Natural de Fesquet, versos de Bécquer, y láminas de Billiken; me gustaba el camino al colegio cada mañana bajo los árboles de la avenida Independencia, el rostro de Rita Hayworth, en la pequeña y amarilla pantalla del "Capitolio", me hizo olvidar a Flash Gordon y a los Tres Chiflados. Ya para entonces papá ganaba buen dinero en su puesto de la Secretaría de Educación, y nos mudamos a una casa desde donde yo podía ver el mar y a Ivette, con sus shorts a rayas y sus trenzas doradas que marcaban el vivo ritmo de sus ojos y su cabeza; con ella me acostumbré a Nat King Cole, a Fernando Fernández, los viejos discos de los Modernaires, y aprendía a llevar el compás de sus golpes junto a la mesa de Ping-Pong; no le hablé nunca de ustedes, esa es la verdad, quizás porque nunca hubo la oportunidad para ello o tal vez porque los días de Ivette pasaron tan rápidos, tan llenos de "ven-mira-esta es Gretchen el Pontiac de papi dice Albertico - me voy a Canadá" que nunca tuve la necesidad ni el tiempo para recordarlos.

¿Tú sabes qué fue del Andrea Doria, Ton? Probablemente no lo sepas; yo lo recuerdo por unas fotos del "Miami Herald" y porque los muchachos latinos de la Universidad nos íbamos a un café de Coral Gables a cantar junto a jarrones de cerveza "Arrivederci Roma", balanceándonos en las sillas como si fuésemos en un bote salvavidas; yo estudiaba el inglés y me gustaba pronunciar el "good bay..." de la canción, con ese extraño gesto de la barbilla muy peculiar en las muchachas y muchachos de aquel país.

 ¿Y sabes, Ton, que una vez pensé en ustedes? Fue una mañana en que íbamos a lo largo de un muelle mirando los yates y vi un grupo de muchachos despeinados y sucios que sacaban sardinas de un jarro oxidado y las clavaban a la punta de sus anzuelos, yo me quedé mirando un instante aquella pandilla y vi un vivo retrato nuestro en el muelle de Macorís, sólo que nosotros no éramos rubios, ni llevábamos zapatos tennis, ni teníamos caña de pescar, ahí se deshizo mi sueño y seguí mirando los yates en compañía de mi amigo nicaragüense, muy aficionado a los deportes marinos.
Y los años van cayendo con todo su peso sobre los recuerdos, sobre la vida vivida, y el pasado comienza a enterrarse en algún desconocido lugar, en una región del corazón y de los sueños en donde permanecerán, intactos tal vez, pero cubiertos por la mugre de los días sepultados bajo los libros leídos, la impresión de otros países, los apretones de manos, las tardes de fútbol, las borracheras, los malentendidos, el amor, las indigestiones, los trabajos. 

Por eso, Ton, cuando años más tarde me gradué de Médico, la fiesta no fue con ustedes sino que se celebró en varios lugares, corriendo alocadamente en aquel Triumph sin muffler que tronaba sobre el pavimento, bailando hasta el cansancio en el Country Club, descorchando botellas en la terraza, mientras mamá traía platos de bocadillos y papá me llamaba "doctor" entre las risas de los muchachos; ustedes no estuvieron allí ni yo estuve en ánimo, de reconstruir viejas y melancólicas imágenes de paredes derruidas, calles polvorientas, pitos de locomotoras y pies descalzos metidos en el agua lodosa del río, ahora los nombres eran Héctor, Fred, Américo, y hablaríamos del Mal de Parkinson, de las alergias, de los test de Jung y de Adler y también de ciertas obras de Thomas Mann y François Mauriac.

Todo esto deberá serte tan extraño, Ton; te será tan "había una vez y dos son tres, el que no tiene azúcar no toma café " que me parece verte sentado a horcajadas sobre el muro sucio de la Avenida, perdidos los ojos vagos entre las ramas rojas de los almendros, escuchando a Juan contar las fabulosas historias de su tío marinero que había naufragado en el canal de la Mona y que en tiempos de la guerra estuvo prisionero de un submarino alemán, cerca de Curazao. Siempre asumieron tus ojos esa vaguedad triste e ingenua cuando algo te hacía ver que el mundo tenía otras dimensiones que tú, durmiendo entre sacos de carbón y naranjas podridas, no alcanzarías a conocer más que en las palabras de Juan, o en las películas de la guagüita Bayer o en las láminas deportivas de "Carteles".

Yo no sé cuáles serían entonces tus sueños, Ton, o si no los tenías; yo no sé si las gentes como tú tienen sueños o si la cruda conciencia de sus realidades no se lo permiten, pero de todos modos yo no te dejaría soñar, te desvelaría contándote todo esto para de alguna forma volver a ser uno de ustedes, aunque sea por esta tarde solamente. Ahora te diría cómo, años después, mientras hacía estudios de Psiquiatría en España, conocí a Rosina, recién llegada de Italia con un grupo de excursionistas entre los que se hallaban sus dos hermanos, Piero y Francesco, que llevaban camisetas a rayas y el cabello caído sobre la frente. Nos encontramos accidentalmente, Ton, como suelen encontrarse las gentes en ciertas novelas de Françoise Sagan; tomábamos "Valdepeñas" en un mesón, después de una corrida de toros, y Rosina, que acostumbra a hablar haciendo grandes movimientos, levantaba los brazos y enseñaba el ombligo una pulgada más arriba de su pantalón blanco. Después sólo recuerdo que alguien volcó una botella de vino sobre mi chaqueta y que Piero cambiaba sonrisitas con el pianista en un oscuro lugar que nunca volví a encontrar. Meses más tarde, Rosina volvió a Madrid y nos alojamos en un pequeño piso al final de la Avenida Generalísimo; fuimos al fútbol, a los museos, al cine-club, a las ferias, al teatro, leímos, veraneamos, tocamos guitarra, escribimos versos, y una vez terminada mi especialidad, metimos los libros, los discos, la cámara fotográfica, la guitarra y la ropa en grandes maletas, y nos hicimos al mar.
"¿Cómo es Santo Domingo?", me preguntaba Rosina una semana antes, cuando decidimos casarnos, y yo me limitaba a contestarle, "algo más que las palmas y tamboras que has visto en los afiches del Consulado".

Eso pasó hace tiempo, Ton; todavía vivía papá cuando volvimos. ¿Sabes que murió papá? Debes saberlo. Lo enterra-mos aquí porque él siempre dijo que en este pueblo descansaría entre camaradas. Si vieras cómo se puso el viejo, tú que chanceabas con su rápido andar y sus ademanes vigorosos de "muñequito de cuerda", no lo hubieras reconocido; ralo el cabello grisáceo, desencajado el rostro, ronca la voz y la respiración, se fue gastando angustiosamente hasta morir una tarde en la penumbra de su habitación entre el fuerte olor de los medicamentos. Ahí mismo iba a morir mamá un año más tarde apenas; la vieja murió en sus cabales, con los ojos duros y brillantes, con la misma enérgica expresión que tanto nos asustaba Ton.

Por mi parte, con Rosina no me fue tan bien como yo esperaba; nos hicimos de un bonito apartamiento en la avenida Bolívar y yo comencé a trabajar con relativo éxito en mi consultorio. Los meses pasaron a un ritmo normal para quienes llegan del extranjero y empiezan a montar el mecanismo de sus relaciones: invitaciones a la playa los domingos, cenas, a bailar los fines de semanas, paseos por las montañas, tertulias con artistas y colegas, invitaciones a las galerías, llamadas telefónicas de amigos, en fin ese relajamiento a que tiene uno que someterse cuando llega graduado del exterior y casado con una extranjera.

 Rosina asimilaba con naturalidad el ambiente y, salvo pequeñas resistencias, se mostraba feliz e interesada por todo lo que iba formando el ovillo de nuestra vida. Pero pronto las cosas comenzaron a cambiar, entré a dar cátedras a la Universidad y a la vez mi clientela crecía, con lo que mis ocupaciones y responsabilidades fueron cada vez mayores, en tanto había nacido Francesco José, y todo eso unido, dio un giro absoluto a nuestras relaciones. Rosina empezó a lamentarse de su gordura y entre el "Metrecal" y la balanza del baño dejaba a cada instante un rosario de palabras amargadas e hirientes, la vida era demasiado cara en el país, en Italia los taxis no son así, aquí no hace más que llover y cuando no el polvo se traga a la gente, el niño va a tener el pelo demasiado duro, el servicio es detestable, un matrimonio joven no debe ser un par de aburridos, Europa hace demasiada falta, uno no puede estar pegando botones a cada rato, el maldito frasco de "Sucaril" se rompió esta mañana, y así se fue amargando todo, amigo Ton, hasta que un día no fue posible oponer más sensatez ni más mesura y Rosina voló a Roma en "Alitalia" y yo no sé de mi hijo Francesco más que por dos cartas mensuales y unas cuantas fotos a colores que voy guardando aquí, en mi cartera, para sentir que crece junto a mí.

 Esa es la historia.
Lo demás no será extraño, Ton. Mañana es Día de Finados y yo he venido a estar algún momento junto a la tumba de mis padres; quise venir desde hoy porque desde hace mucho tiempo me golpeaba en la mente la ilusión de este regreso. Pensé en volver a atravesar las calles del barrio, entrar en los callejones, respirar el olor de los cerezos, de los limoncillos, de la yerba de los solares, ir a aquella ventana por donde se podía ver el río y sus lanchones; encontrarlos a ustedes junto al muro gris de la pulpería de Ulises, tirar de los cabellos al "Búho Pujols", retozar con Fremio, chancear con Toñín y con Pericles, irnos a la glorieta del parque Salvador y buscar en el viento de la tarde el sonido uniforme de los redoblantes de los Boys Scouts. Pero quizás deba admitir que ya es un poco tarde, que no podré volver sobre mis pasos para buscar tal vez una parte más pura de la vida.

Por eso hace un instante he dejado el barrio, Ton, y he venido aquí, a esta mesa y me he puesto a pedir casi sin querer, botellas de cerveza que estoy tomando sin darme cuenta, porque, cuando te vi entrar con esa misma cojera que no me engaña y esa velada ingenuidad en la mirada, y esa cabeza inconfundible de "Ton Melitón cojo y cabezón" mirándome como a un extraño, sólo he tenido tiempo para comprender que tú sí que has permanecido inalterable, Ton; que tu pureza es siempre igual la misma de aquellos días, porque sólo los muchachos como tú pueden verdaderamente permanecer incorruptibles aún por debajo de ese olvido, de esa pobreza, de esa amargura que siempre te hizo mirar las rojas ramas del almendro cuando pensabas ciertas cosas.

 Por eso yo soy quien ha cambiado, Ton, creo que me iré esta noche y por eso también no sé si decirte ahora quién soy y contarte todo esto, o simplemente dejar que termines de lustrarme los zapatos y marcharme para siempre.

Rene del Risco y Bermudez.

Noviembre 3, 1968, Santo Domingo, R. D.

viernes, 21 de abril de 2017

Cuando de Chile









                                                                                       
    OH Chile, largo pétalo

de mar y vino y nieve,
ay cuándo
ay cuándo y cuándo
ay cuándo
me encontraré contigo,
enrollarás tu cinta
de espuma blanca y negra en mi cintura,
desencadenaré mi poesía
sobre tu territorio.

Hay hombres
mitad pez, mitad viento,
hay otros hombres hechos de agua.
Yo estoy hecho de tierra.
Voy por el mundo
cada vez más alegre:
cada ciudad me da una nueva vida.
El mundo está naciendo.
Pero si llueve en Lota
sobre mí cae la lluvia,
si en Lonquimay la nieve
resbala de las hojas
llega la nieve donde estoy.
Crece en mí el trigo oscuro de Cautín.
Yo tengo una araucaria en Villarrica,
tengo arena en el Norte Grande,
tengo una rosa rubia en la provincia,
y el viento que derriba
la última ola de Valparaiso
me golpea en el pecho
con un ruido quebrado
como si allí tuviera
mi corazón una ventana rota.

El mes de octubre ha llegado hace
tan poco tiempo del pasado octubre
que cuando éste llegó fue como si
me estuviera mirando el tiempo inmóvil.
Aquí es otoño. Cruzo
la estepa siberiana.
Día tras día todo es amarillo,
el árbol y la usina,
la tierra y lo que en ella el hombre nuevo crea:
hay oro y llama roja,
mañana inmensidad, nieve, pureza.

En mi país la primavera
viene de norte a sur con su fragancia.
Es como una muchacha
que por las piedras negras de Coquimbo,
por la orilla solemne de la espuma
vuela con pies desnudos
hasta los archipiélagos heridos.
No sólo territorio, primavera,
llenándome, me ofreces.
No soy un hombre solo.
Nací en el sur. De la frontera
traje las soledades y el galope
del último caudillo.
Pero el Partido me bajó del caballo
y me hice hombre, y anduve
los arenales y las cordilleras
amando y descubriendo.

Pueblo mío, verdad que en primavera
suena mi nombre en tus oídos
y tú me reconoces
como si fuera un río
que pasa por tu puerta?

Soy un río. Si escuchas
pausadamente bajo los salares
de Antofagasta, o bien
al sur, de Osorno
o hacia la cordillera, en Melipilla,
o en Temuco, en la noche
de astros mojados y laurel sonoro,
pones sobre la tierra tus oídos,
escucharás que corro
sumergido, cantando.

Octubre, oh primavera,
devuélveme a mi pueblo.
Qué haré sin ver mil hombres,
mil muchachas,
qué haré sin conducir sobre mis hombros
una parte de la esperanza?
Qué haré sin caminar con la bandera
que de mano en mano en la fila
de nuestra larga lucha
llegó a las manos mías?
Ay Patria, Patria,
ay Patria, cuándo
ay cuándo y cuándo
cuándo
me encontraré contigo?

Lejos de ti
mitad de tierra tuya y hombre tuyo
he continuado siendo,
y otra vez hoy la primavera pasa.
Pero yo con tus flores me he llenado,
con tu victoria voy sobre la frente
y en ti siguen viviendo mis raíces.

Ay cuándo
encontraré tu primavera dura,
y entre todos tus hijos
andaré por tus campos y tus calles
con mis zapatos viejos.
Ay cuándo
iré con Elías Lafferte
por toda la pampa dorada.
Ay cuándo a ti te apretaré la boca,
chilena que me esperas,
con mis labios errantes?
Ay cuándo
podré entrar en la sala del Partido
a sentarme con Pedro Fogonero,
con el que no conozco y sin embargo
es más hermano mío que mi hermano.
Ay cuándo
me sacará del sueño un trueno verde
de tu manto marino.
Ay cuándo, Patria, en las elecciones
iré de casa en casa recogiendo
la libertad temerosa
para que grite en medio de la calle.
Ay cuándo, Patria,
te casarás conmigo
con ojos verdemar y vestido de nieve
y tendremos millones de hijos nuevos
que entregarán la tierra a los hambrientos.

Ay Patria, sin harapos,
ay primavera mía,
ay cuándo
ay cuándo y cuándo
despertaré en tus brazos
empapado de mar y de rocío.
Ay cuando yo esté cerca
de ti, te tomaré de la cintura,
nadie podrá tocarte,
yo podré defenderte
cantando,
cuando
vaya contigo, cuando
vayas conmigo, cuándo
ay cuándo.

miércoles, 19 de abril de 2017

NUEVO CANTO DE AMOR A STALINGRADO



                                                                  PABLO NERUDA



Yo ESCRIBÍ sobre el tiempo y sobre el agua,
describí el luto y su metal morado,
yo escribí sobre el cielo y la manzana,
ahora escribo sobre Stalingrado.

Ya la novia guardó con su pañuelo
el rayo de mi amor enamorado,
ahora mi corazón está en el suelo,
en el humo y la luz de Stalingrado.

Yo toqué con mis manos la camisa
del crepúsculo azul y derrotado:
ahora toco el alba de la vida
naciendo con el sol de Stalingrado.

Yo sé que el viejo joven transitorio
de pluma, como un cisne encuadernado,
desencuaderna su dolor notorio
por mi grito de amor a Stalingrado.

Yo pongo el alma mía donde quiero.
Y no me nutro de papel cansado
adobado de tinta y de tintero.
Nací para cantar a Stalingrado.

Mi voz estuvo con tus grandes muertos
contra tus propios muros machacados,
mi voz sonó como campana y viento
mirándote morir, Stalingrado.

Ahora americanos combatientes
blancos y oscuros como los granados,
matan en el desierto a la serpiente.
Ya no estás sola, Stalingtado.

Francia vuelve a las viejas barricadas
con pabellón de furia enarbolado
sobre las lágrimas recién secadas.
Ya no estás sola, Stalingrado.

Y los grandes leones de Inglaterra
volando sobre el mar huracanado
clavan las garras en la parda tierra.
Ya no estás sola, Stalingrado.

Hoy bajo tus montañas de escarmiento
no sólo están los tuyos enterrados:
temblando está la carne de los muertos
que tocaron tu frente, Stalingrado.

Tu acero azul de orgullo construido,
tu pelo de planetas coronados,
tu baluarte de panes divididos,
tu frontera sombría, Stalingrado.

Tu Patria de martillos y laureles,
la sangre sobre tu esplendor nevado,
la mirada de Stalin a la nieve
tejida con tu sangre, Stalingrado.

Las condecoraciones que tus muertos
han puesto sobre el pecho traspasado
de la tierra, y el estremecimiento
de la muerte y la vida, Stalingrado

La sal profunda que de nuevo traes
al corazón del hombre acongojado
con la rama de rojos capitanes
salidos de tu sangre, Stalingrado.

La esperanza que rompe en los jardines
como la flor del árbol esperado,
la página grabada de fusiles,
las letras de la luz, Stalingrado.

La torre que concibes en la altura,
los altares de piedra ensangrentados,
los defensores de tu edad  madura,
los hijos de tu piel, Stalingrado.

Las águilas ardientes de tus piedras,
los metales por tu alma amamantados,
los adioses de lágrimas inmensas
y las olas de amor, Stalingrado.

Los huesos de asesinos malheridos,
los invasores párpados cerrados,
y los conquistadores fugitivos
detrás de tu centella, Stalingrado.

Los que humillaron la curva del Arco
y las aguas del Sena han taladrado
con el consentimiento del esclavo,
se detuvieron en Stalingrado.

Los que Praga la Bella sobre lágrimas,
sobre lo enmudecido y traicionado,
pasaron pisoteando sus heridas,
murieron en Stalingrado.

Los que en la gruta griega han escupido,
la estalactita de cristal truncado
y su clásico azul enrarecido,
ahora dónde están, Stalingrado?

Los que España quemaron y rompieron
dejando el corazón encadenado
de esa madre de encinos y guerreros,
se pudren a tus pies, Stalingrado.

Los que en Holanda, tulipanes y agua
salpicaron de lodo ensangrentado
y esparcieron el látigo y la espada,
ahora duermen en Stalingrado.

Los que en la noche blanca de Noruega
con un aullido de chacal soltado
quemaron esa helada primavera,
enmudecieron en Stalingrado.

Honor a ti por lo que el aire trae,
lo que se ha de cantar y lo cantado,
honor para tus madres y tus hijos
y tus nietos, Stalingrado.
Honor al combatiente de la bruma,
honor al Comisario y al soldado,
honor al cielo detrás de tu luna,
honor al sol de Stalingrado.

Guárdame un trozo de violenta espuma,
guárdame un rifle, guárdame un arado,
y que lo pongan en mi sepultura
con una espiga roja de tu estado,
para que sepan, si hay alguna duda,
que he muerto amándote y que me has amado,
y si no he combatido en tu cintura
dejo en tu honor esta granada oscura,


este canto de amor a Stalingrado.


Autor,

 PABLO NERUDA

sábado, 1 de abril de 2017

Dentro de la tumba,germina tu cerebro


Por, Danilo Correa

Por su imaginación de metal
fluyen las espigas indomables
de su ira.
Pero todo envejecen en la piel del tiempo,menos
la memoria de la historia
agigantada en el atud democratico
de las hojas
Entonces, Boschse levanta 
como de costumbre y se aflije del asalto a sumadruga

Y reprochando estos  gusanos 
corruptos de sus dias

Anquilosados en las
memorias decremadas por
anfibios adueñados de su lucha

contra el hambre y la corrupcion
que han sembrado en su tumba
 miseria y distancias

El profesor Juan Bosch,amordazado y embrutecido, ahora,
detrás del altar de la impunidad.Solo respira pus y lagrimas.

Lo que gobiernan se orinan cada mañana, sobre la imagen incolumne.

de su dignidad y decoro,por lo que es fusilado a cada instante por los detractores
de la predica sobre la peña del verde olivo.

El cuerpo inmóvil del ex-presidente Juan Bosch, fue  llevado a un monte,y tirado en las raíces  del olvido, por gavilanes corruptos para que sus luces se asfixien en su  pulcra mortaja

sábado, 25 de marzo de 2017

LOS HERALDOS NEGROS








Hay golpes en la vida, tan fuertes ... ¡Yo no sé! 
Golpes como del odio de Dios; como si ante ellos, 
la resaca de todo lo sufrido 
se empozara en el alma... Yo no sé! 

Son pocos; pero son... Abren zanjas obscuras 
en el rostro más fiero y en el lomo más fuerte. 

Serán talvez los potros de bárbaros atilas; 
o los heraldos negros que nos manda la Muerte. 

Son las caídas hondas de los Cristos del alma, 
de alguna fe adorable que el Destino blasfema. 

Esos golpes sangrientos son las crepitaciones 
de algún pan que en la puerta del horno se nos quema. 

Y el hombre... Pobre... pobre! Vuelve los ojos, como 
cuando por sobre el hombro nos llama una palmada; 
vuelve los ojos locos, y todo lo vivido 
se empoza, como charco de culpa, en la mirada. 
Hay golpes en la vida, tan fuertes... Yo no sé!



EL GOLEM

                                                       Jorge Luis Borges




Si (como el griego afirma en el Cratilo)
El nombre es arquetipo de la cosa,
En las letras de rosa está la rosa
Y todo el Nilo en la palabra Nilo.

Y, hecho de consonantes y vocales,
Habrá un terrible Nombre, que la esencia
Cifre de Dios y que la Omnipotencia
Guarde en letras y sílabas cabales.

Adán y las estrellas lo supieron
En el Jardín. La herrumbre del pecado
(Dicen los cabalistas) lo ha borrado
Y las generaciones lo perdieron.

Los artificios y el candor del hombre
No tienen fin. Sabemos que hubo un día
En que el pueblo de Dios buscaba el Nombre
En las vigilias de la judería.

No a la manera de otras que una vaga
Sombra insinúan en la vaga historia,
Aún está verde y viva la memoria
De Judá León, que era rabino en Praga.

Sediento de saber lo que Dios sabe,
Judá León se dio a permutaciones
de letras y a complejas variaciones
Y al fin pronunció el Nombre que es la Clave.

La Puerta, el Eco, el Huésped y el Palacio,
Sobre un muñeco que con torpes manos
labró, para enseñarle los arcanos
De las Letras, del Tiempo y del Espacio.

El simulacro alzó los soñolientos
Párpados y vio formas y colores
Que no entendió, perdidos en rumores
Y ensayó temerosos movimientos.

Gradualmente se vio (como nosotros)
Aprisionado en esta red sonora
de Antes, Después, Ayer, Mientras, Ahora,
Derecha, Izquierda, Yo, Tú, Aquellos, Otros.

(El cabalista que ofició de numen
A la vasta criatura apodó Golem;
Estas verdades las refiere Scholem
En un docto lugar de su volumen.)

El rabí le explicaba el universo
"Esto es mi pie; esto el tuyo; esto la soga."
Y logró, al cabo de años, que el perverso
Barriera bien o mal la sinagoga.

Tal vez hubo un error en la grafía
O en la articulación del Sacro Nombre;
A pesar de tan alta hechicería,
No aprendió a hablar el aprendiz de hombre,

Sus ojos, menos de hombre que de perro
Y harto menos de perro que de cosa,
Seguían al rabí por la dudosa
penumbra de las piezas del encierro.

Algo anormal y tosco hubo en el Golem,
Ya que a su paso el gato del rabino
Se escondía. (Ese gato no está en Scholem
Pero, a través del tiempo, lo adivino.)

Elevando a su Dios manos filiales,
Las devociones de su Dios copiaba
O, estúpido y sonriente, se ahuecaba
En cóncavas zalemas orientales.

El rabí lo miraba con ternura
Y con algún horror. ¿Cómo (se dijo)
Pude engendrar este penoso hijo
Y la inacción dejé, que es la cordura?

¿Por qué di en agregar a la infinita
Serie un símbolo más? ¿Por qué a la vana
Madeja que en lo eterno se devana,
Di otra causa, otro efecto y otra cuita?

En la hora de angustia y de luz vaga,
En su Golem los ojos detenía.
¿Quién nos dirá las cosas que sentía
Dios, al mirar a su rabino en Praga?

A UN POETA MENOR DE LA ANTOLOGÍA



¿Dónde está la memoria de los días
que fueron tuyos en la tierra, y tejieron
dicha y dolor y fueron para ti el universo?

El río numerable de los años
los ha perdido; eres una palabra en un índice.

Dieron a otros gloria interminable los dioses,
inscripciones y exergos y monumentos y puntuales historiadores;
de ti sólo sabemos, oscuro amigo,
que oíste al ruiseñor, una tarde.

Entre los asfódelos de la sombra, tu vana sombra
pensará que los dioses han sido avaros.

Pero los días son una red de triviales miserias,
¿y habrá suerte mejor que la ceniza
de que está hecho el olvido?

Sobre otros arrojaron los dioses
la inexorable luz de la gloria, que mira las entrañas y enumera las grietas,
de la gloria, que acaba por ajar la rosa que venera;
contigo fueron más piadosos, hermano.

En el éxtasis de un atardecer que no será una noche,
oyes la voz del ruiseñor de Teócrito.

miércoles, 22 de febrero de 2017

Con Caamaño Murió la Patria









Solo han transcurridos 44 otoños en la primavera del dolor. El 16 de Febrero, 1973 en los latidos de la Cordillera Central, depredadora de lámparas, terminaron de fusilar lo que quedaba de Patria.

Nadie, absolutamente nadie, habla de redimir la moral /ética de nuestro himno nacional, ni desenterrar  la imagen de nuestra  Bandera tricolor putrefacta en su flor. Somos colonia, santuario de anarquistas e inversionistas de miseria

Pero,tampoco hoy se levantan de sus muros, los que han vivido de la historia de Caracoles, con miras a fortalecer el noble interés de seguir las huellas tantas veces acribilladas  en la vagina educativa,y en las esquinas del malecón revolucionario

Como también en calles, roció crepuscular de Manaclas en Caracoles, de quienes como el último sudor sangriento del Coronel Francisco Alberto Caamaño Deño, diseminaron  en los postulados Trinitarios, nomenclaturas contra la perenne/ férrea careta de la corrupción e impunidad, ordeñada desde las ubres de las urnas electoreras. Esta isla, sin patrias, sin montañas, y sin banderas

Entonces, con ellos se extinguió el parto de nuestra otrora nodriza nacional. Vivimos en una cueva de payasos/ladrones de primaveras
Ayer, Juan Pablo Duarte, Ramón Matías Mella y Francisco del Rosario Sánchez, encabezaron el Movimiento patriótico Los Trinitarios, enfrentaron la pezuña del traidor general Pedro Santana y sus aliados, como también el sable y la corona, mas ahora, nos envilece a todo. Nos arrodillamos  ante el altar  del oro corruptor. 

Y nuestra Patria se terminó de pudrir, con las heridas en el costado de Caracoles. Viva Caamaño y los otros caracoles, asesinados en el obligo de las palmas…

Más adelante, Otros héroes y mártires caídos en el honor más alto de la Bandera, primero que Caamaño, continuaron reparando las heridas centenarias de nuestra Patria.

Aquí en este mortuorio de esperanza, no se respeta la dignidad del horizonte ni las canas de banderas. Así nuestros poetas/poetizas por las libertades ciudadanas, escribieron en la voz ultramarina:

Don Pedro Mir, poeta nacional, grito al mundo con sus versos poéticos y empapados de patria. Hay un País en el Mundo….
1949

Si alguien quiere saber cuál es mi patria 
no la busque, 
no pregunte por ella.

Siga el rastro goteante por el mapa 
y su efigie de patas imperfectas. 
No pregunte si viene del rocío 
o si tiene espirales en las piedras 
o si tiene sabor ultramarino 
o si el clima le huele en primavera. 
No la busque ni alargue las pupilas. 
No pregunte por ella.

Resulta que la poética de Don Pedro Mir, hoy está vigente, continuamos con un país secuestrado en el olvido, repartido entre corsarios y filibusteros, con anteojuelos y pijamas democráticas.

Pero lo mismo formula Don Manuel del Cabral  en su gran obra Compadre Mon. 1935-1940

Te estoy diciendo esto porque a veces 
lo que nació en tu pecho lo tienes en la mano... 
Te estoy diciendo esto, viejo Mon, porque a ratos, 
hablas conmigo cosas que hablando no me dices. 

He caminado mucho por los ríos 
que vienen de tu cuerpo cuando a oscuras 
te hicieron; y sé que cuando sangras 
te salen por las venas los sueños más varones. 

Es que desde hace tiempo, 
tú contruyes la patria, destruyéndote.
 Salomé Ureña de Henríquez
1873….

Poema a la Patria:
Desgarra, Patria mía, el manto que vilmente,
sobre tus hombros puso la bárbara crueldad;
levanta ya del polvo la ensangrentada frente,
y entona el himno santo de unión y libertad.

Ya nadie se refiere  al orgullo nacional, porque hoy no tenemos Patria, la enterraron en su odio, más allá de la raíz de la tierra. Pisoteada por cazadores sabuesos, uniformados de volcanes. Francisco Alberto Caamaño, era la última esperanza de los hornos, con que contaba la República para descolonizar la bandera  de ladrones y corruptos.

El desembarco de Playa Caracoles, el 2 de Febrero, 1973, estaba compuesto de  nueve hombres, cuyos criterios  conformaban el pensamiento e intención de rescatar  la continuidad de otros mártires y héroes/heroínas, que luego del 1844, concibieron continuar las epopeyas libertarias de nuestros forjadores de esa época, con la finalidad de mantener  vivos los nobles idearios/la llama ardiente de la libertad.

Francisco Alberto Caamaño Deñó (Román), Mario Nelson Galán Duran (Juan), Alfredo Pérez Vargas (Armando), Hamlet Hermann Pérez (Freddy), Heberto Geordano Lalane José (Eugenio), Ramón Payero Ulloa (Ismael), Ramón Euclides Holguín Marte (Braulio),Toribio Peña Jaqués (Felipe) y Claudio Caamaño Grullón (Sergio).Estos heraldos de la paz, concibieron la Patria, como el corazón de los humildes. No colonia usufrutuada por peregrinos democráticos…

Al paso del fatídico tiempo, hoy contamos con 44 años del cobarde asesinato del líder militar de la Revolución del 24 de abril, 1965 y comandante del desembarco de Playa Caracoles, por la Bahía de la provincia de Ocoa.

Desde ese litoral, subió a la moral más alta de la historia republicana, el militar más impecable y patriota que ha tenido el pueblo y la jefatura democrática dominicana y más allá, de este siglo

Con su crimen, fusilaron  lo que quedaba de Patria. Ahora tenemos una sinagoga  dirigida por alfarero del dolo. Pero algún día se levantaran del fango y crecerán otra vez, los cerebros  en los quepis uniformados de Patria.
¡Caamaño vive en el rocío de  Banderas!     
Quien suscribe es periodista

Por  Danilo Correa

sábado, 4 de febrero de 2017

La palabra








Víctor Elías Aquino

Desde tiempos inmemoriales el pensamiento convertido en idea firme y resuelta, esta a su vez llevada al plano de la palabra, primero revestida de oralidad, y luego con el ropaje de la escritura; ha sido uno de los saltos  más importantes que ha dado la humanidad.

¡Oh! Me emociono, al pensar en una hilera de hombres y mujeres que asisten al espectáculo de contemplar el inmenso mar por vez primera, al astro sol en el día más claro sin lluvias; distante a unos 150 millones de kilómetros, su hija la hermosa señorita Luna, a sólo 185 mil  kilómetros; las estrellas a lo lejos en galaxias  distantes y parecen estar al alcance de la mano.

Parecía una escuela de mudos, todos enmudecieron y callaron  ante la belleza, tomaron fuerzas para mirar las llanuras, los bosques tropicales y helados, verdes y blancos.

Es que nunca se sacian los ojos de ver, las aves  de los cielos, las serenatas de sus cantos, la hermosa cadena de la vida; un animal se convierte en almuerzo, mientras el otro hace la digestión pesada, animales que mugen.  El un concierto muy especial el burro y el caballo rebuznan, la mula relinchan y el toro  muge; mientras el león hace saber con su melena, los gruñidos y su caminar   por qué es el rey de la selva.

Los animales tienen su canto, pero no piensan.  Tocó a los hombres en un arranque de emoción e inspiración hacer brotar los caracteres convertirlos en palabras, que cual semillas  dieron frutos y nació el lenguaje de la poesía, esa capacidad soñadora de ver un mundo de justicia, de paz, de igualdad entre los hombres.

El camino, el fin,  es una sociedad en que  no se mida la gente por el color de la piel, donde crezca la fraternidad protegiendo los bosques y los casquetes polares del planeta y el equilibrio de un mundo en que los que más tienen paguen más impuestos, y que los que menos tienen paguen menos.

Es triste que, el animal pensante sobre la tierra, ese que fue a la luna en 1969, los Estados Unidos y las Agencias Espaciales del Planeta estiman que en 15 o 20 años se estaría en condiciones de enviar a humanos a Marte, eso ha dicho  Barack Obama, poco antes de abandonar la presidencia de  su país.

Ese mismo que trabaja gastando miles de millones de dólares en la empresa espacial mata por puro placer, odia sin motivo, mata por venganza y permite que, una de cada siete personas se va a dormir con hambre, y de acuerdo con datos de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación (FAO), cada día mueren 25 mil en el mundo a causa del hambre y la pobreza, y al año fallecen 6 millones de niños menores de cinco años por las mismas causas. Esas son las contradicciones que entristecen el alma y hacen pensar si valió la pena la palabra.

Playa Caracoles en el sudor de la historia




















Por, Danilo Correa

Francisco Alberto Caamaño Deñó (Román),  Mario Nelson Galán Duran (Juan), Alfredo Pérez Vargas (Armando), Hamlet Hermann Pérez (Freddy), Heberto Geordano Lalane José (Eugenio), Ramón Payero Ulloa (Ismael), Ramón Euclides Holguín Marte (Braulio),Toribio Peña Jaqués (Felipe) y Claudio Caamaño Grullón (Sergio),a 44 años que vinieron a morir contra el crimen corrupto que hoy también nos cubre.por eso HOY,son defecados en el calendario juvenil de nuestra historia

Si revisamos  la parte oscurecida/oculta por quienes viven del oficio/profesión,sepultureros de la historia, culparemos de traficantes del olvido a estos centinelas anarquistas de la ignorancia.

Por ellos tenemos una generación  de  niños (as) y jóvenes de tarados, que especulan y hasta se confunden con las fechas patrias, por  faltas de instrucciones educativas y cívicas.Hablemos calaro,por la ausencia de curriculum en  escuelas, colegios y universidades. Es   increíble,esta intencional practica ministerial, que  promueve y hasta premia,el no asimilar esos valores de los caídos en aras de la Patria.

Entremos al segmento de este calendario:

Luego del ajusticiamiento (1961) del dictador Rafael Leónidas Trujillo Molina (Chapita), continuaron los intentos por la implantación de un régimen donde se respete el derecho a vivir en libertad. Y que la gente tenga el disfrute de un espacio donde se respeten los derechos humanos. Verdaderamente acampano en los resortes democráticos.

Pero, en ese camino se sucedieron gobiernitos, bajo la infraestructura  agonizante de un Estado aun, trujillista, este obsoleto espacio fue maquillado por el San Pedro del tiempo,Joaquin  Balaguer.

Ya para el 1962, el profesor Juan Bosch, y su partido (PRD), ganan las primeras elecciones democráticas que hemos tenido, sin compadreo, pero 7 meses tarde, el 25 de Septiembre, 1963,su gobierno fue víctima de un golpe de Estado Motorizado por los dolientes del dictador, enquistados en todo este proceso fétido de la dominicanidad

El doctor Manuel Aurelio Tavarez Justo (Manolo), máximo dirigente del Movimiento Revolucionario 14 de Junio (1j4), hizo acopio y desenvaino la historia reciente de aquellas generaciones de jóvenes, epopeyas guerrilleras del 1949 y 59 conformadas de héroes y mártires que trataron con los latidos de sus almas y empuñando la biblia de fusil, extinguir la hoguera del sátrapa

Así el movimiento Revolucionario 14 de Junio, encabezado por Manolo, se opuso en las calles, callejones y parques, hasta llegar a la flora popular y desde todas las esquinas y lomas del país, encendieron discursos/consignas bajo el tableteo de estrellas democráticas.

Ya en el corazón de Manaclas, Manolo y sus compañeros, enfrentaron al ejército y rebaños de intelectuales gorilas de la dictadura, aposentado en los colores de la geografía política democrática. Manolo Tavarez, fue cobardemente fusilado, al pactar su entrega.!Señal  conciliador/dialogo de paz!


Los desembarcos,aterrizajes y otros métodos de enfrentar las injusticias sociales implementados por patriotas, tenían como objetivo principal, decentar el estado de miserias, represión y corrupción, que aún hoy adornan la investidura sobre la banda presidencial de jineteros demócratas. Lo que pasa que hoy no se está enseñando/educando a los estudiantes a ningún nivel. Pero no es un caso fortuito, sino es una línea del sistema, con miras a mantener una población de tontos útiles. Amamantado por las drogas y envilecidos de miserias políticas, mediante el consumo de  pan y circo.

Hoy tenemos buenos profesores/maestros, y estudiantes sobre inteligentes, pero no recuerdan ni honran el lienzo universal (la bandera), porque nunca en las aulas ni en sus hogares, le han referido nada sobre, Juan Pablo Duarte y su  Movimiento Los Trinitarios, tampoco de Gregorio Luperón, ni Henríquez Jiménez Moya,  Juan Isidro Jiménez Grullon, Juancito Rodríguez.

Tulio H. Arvelo, Maximiliano Gomez (el Moreno),Jorge Puello (el Men),Juan Bosch,entre tantos otros de iguales estelas patrióticas.La población juvenil de hoy, mas aun, no saben ni razonan porque en verdad fue el sacrificio de Jesucristo,no profundizan en sus creencias/concepto religiosos, Si uno sin profundizar ni comparar, expone que el rol de Jesús fue tal vez, el mismo/parecido, por lo que el Cesar de su tiempo lo persiguió y luego fusilo al modo de ese periodo histórico.!Como paso con El Che,Caamaño,Manolo,y otros tantos!

En el pasado, aquellos hombres y mujeres que deslindaron con sus vidas de como contribuir al desarrollo democrático y luchar por aplastar un equipo de lázaros y ladrones que encarcelaron en su ira la implantación de regímenes salvaguarda de sus baúl

Por estos ejemplos citados, hoy nadie recuerda ni les interesa analizar el sacrificio y desprendimiento de aquellos titanes que cayeron con la moral como bandera para que las memorias de nuestros mártires de la independencia de 1844 y otros de nuestros días, no se borren en el polvo del olvido.
El coronel Francisco Alberto Caamaño, y sus amigos de pensamientos politicos ,hoy cumplen 44 años de haber llegado a territorio dominicano y abonado con sus ejemplos la continuidad del enfrentamiento contra la corrupción y la anarquía constitucional.

El viernes 2 de Febrero, de 1973. Desembarcando, por la Bahía de Ocoa, alrededor de las 4 de la  tarde, con sus mochilas sublevadas de caracoles, en espera de ser escoltado por el rostro de la noche, para evadir los sangrientos ojos de la ronca lengua y el fusil. Así subir sus lámparas en la cima de febrero.
Francisco Alberto Caamaño, fue también fusilado, como en su momento  glorioso, el Che y Manolo, sus compañeros mártires cayeron bajo la bandera de la Patria, el 16 de Febrero, 1973.
               
   ¡ ¡Vivan los guerrilleros caídos en brazos de la paz!!
   ¡ ¡Caamaño y su primavera de caracoles viven en la                           utopía de la Patria!!


Quien suscribe es periodista

sábado, 28 de enero de 2017

La muchedumbre pisoteo el lomo podrido de la democracia













                                              





Por, Danilo Correa 

El pasado domingo 22 de primavera, la parte no contaminada de la población dominicana se conglomero en una gigantesca caminata hacia el Palacio del gobierno central, iniciando así una exitosa cruzada contra la corrupción y la impunidad gubernamental.

El presidente Danilo Medina y sus resortes(maquinarias reeleccionistas) condenaron las puertas auditivas de la casa de gobierno, con la finalidad de impedir el acceso del clamor popular/nacional a los balcones del usurpado poder constitucional. Una vez más, noria del dolo

Las murallas son las masas…marchando entre huellas descalzas de esperanza, vibraban y agrietaban la mal olientes /doradas columnas del Palacio Nacional. En cuyo espacio llovía dentro y campaba en las memorias de los próceres/mártires que hoy yacen en el verdecido vientre de nuestra bandera tricolor. 

Pero lo más contaminante en todo el transcurso de la demostración cívica/pacifica, era la bulla. tan sorda y pegajosa, como en otros tiempos cuando éramos adolescentes/jóvenes:

¡¡ Fin de la Impunidad, los corruptos a la cárcel ya!!

Porque la longeva corrupción agonizaba en la puerta del despacho de Balaguer... Hacía tiempo que no usaba ni escuchaba ese lenguaje subversivo contra el eterno/peregrino ocaso 

Entonces  la multitud convocada por: el Foro Ciudadano, el Centro Juan XXIII, Poder Ciudadano, Somos Pueblo, Participación Ciudadana, Comisión Nacional de los Derechos Humanos, el Centro Bonó, la Federación Nacional de Trabajadores Independientes de la Construcción (Fenticon).

Como también por el Bloque Popular, el Movimiento de Trabajadores Independientes, el Movimiento de Mujeres Trabajadoras, Los Cañeros,  el Comité Codiano, la Corriente Magisterial Juan Pablo Duarte.

Los Peregrinos de Moca,  FEFLAS, FAPROUASD, La Multitud, el Frente Universitario Renovador y el  Grupo Milenio Verde (MIVER), entre otros. Y el horizonte se preño tan verdes de participantes que continuaron con su jubileo patriótico a la Puerta del Conde.

Y ahí depositaron en el Alma Nacional (Altar de la Patria), un florido pliegue de consignas donde exigían cárcel para los ladrones del erario público de Hoy y los del envejecido ayer.

Fuera la impunidad y el chantaje, cero negociación con ODEBRECHT y la justicia pagana, los corruptos al tribunal de la verdadera democracia.

            ¡! Sólo el pueblo salva al pueblo…!!

Todo un continente, pide de pies y de manera enérgica, con las pruebas en el rostro y el tiempo que los desfalcadores del sudor de los humildes sean condenado, encarcelados y esos bienes mal habido confiscado, y depositado en el crisol de la esperanza.

Pero los desfalcadores de la Patria, tienen que ser identificados, por encima de acuerdos tributarios, primero está el honor de los fundadores de nuestra nacionalidad y otros héroes/ mártires.

Ni los payasos actuales/tradicionales del circo jurídico gubernamental, ni las corruptas botas, como tampoco las hojarascas de la miel, pudieron atajar la voluntad popular, empoderada de sus derechos constitucionales. Bajo la clorofílica consigna, contra la corrupción y la impunidad

La marcha que arranco desde la Avenida 27 de Febrero con Máximo Gómez, este domingo 22 de enero, recorrió el asfalto ofendido de la Patria, recibiendo el apoyo militante y moral de todos los sectores no comprometido con el dolo. Esto provoco el gran silencio del gobierno y su partido (PLD).

Anqué se rumora que próximamente habrá una convocatoria en solidaridad con los corruptos, a participar en una marchita en apoyo a la mafia y comparte. ODEBRECHT, OISOE, Bienes Nacionales, Díaz Rúa, Bahía de las Águilas, Banco Peravia, Félix Bautista, y otros cientos de casos de corrupción/crímenes, abrigados por los gobiernos de turnos

El informe más reciente de Transparencia Internacional, indica que la República Dominicana es uno de los países más corrupto del mundo, y que estamos en el lugar 120 de 176 países. No de 
América, sino del globo terráqueo. Sin embargo, el presidente 
Danilo Medina  y su entelequia política no han gobernado con el ejemplo, sino, han evacuado la ética y moral de Juan Bosch, en la letrina de sus mandatos

¡Pero nuestra justicia está encharcada en ese terreno!

Lo verdaderamente grandioso y exitoso de esta marcha pacífica y ciudadana, no debe quedar en el cántaro tras la lluvia, sino en la reflexión, ya que por fin este pueblo se atrevió a desafiar los parásitos  contaminados de pus, emanado del poder democrático que hoy manipula el Partido de la  Liberación Dominicana (PLD) entre otros gobernantes del vacío democrático.


Los esperanzadores caminantes del domingo 22 de enero juraron en su manifiesto frente a la efigie de los padres de la Patria, de manera firme y con autoridad en las calles del dolor, que no regresaran a sus heridas milenarias, hasta que ladrones y sicarios bajos impostoras banderas, no estén en las cárceles y sus bienes en poder del pueblo

Luego de los truenos /nubarrones democráticos, develado por los gritos de banderas ultramarinas asaltadas en su aposento alto del poder ,como también, en lo nacional, por el éxito de la reciente y grandiosa marcha, contra la corrupción e impunidad, organizada por la sociedad civil, ahora el silencio no basta, ni peritaje jurídico...

Esperamos la continuidad de ese potente eco constitucional, la concentración pacífica /ciudadana. El silencio gubernamental nos inquieta. El que calla, otorga. No más corruptos cero impunidad.

¡Las negociaciones obedecen a recursos mafiosos! Tenemos que rechazarlas bajo la sombrilla del tiempo
                ¡  Que viva la epopeya del 22 de Enero,2017 !

  Quien suscribe es periodista



Poematica del tiempo